Siva el gran creador del Yoga y del Tantra. Siva el gran auspicioso, el gran desconocido incluso por algunos que se llaman a sí mismos profesores de Yoga cuando en realidad son gimnosofistas; el gran malinterpretado y el gran mancillado por las mentes calenturientas,… da gloria a todos y los perdona por su gran ignorancia.
Dios de Dioses, Señor entre los Señores, conocedor entre todos los conocedores, nos ilumina en este duro sendero en el que nacemos, renacemos, nos caemos pero nos levantamos con el mismo dinamismo que caímos. Igual que la luz del candil ilumina al sabio y ciega al ignorante, así es Siva. Alabado por muchos, repudiado por otros, por aquellos ignorantes y cobardes que prefieren poner todo tipo de excusas antes que salvarse de sí mismos; aquellos para los que los demás son siempre culpables de todo.
Adorado más allá de los tiempos y las eras, más allá de los Yugas, Siva, el comprensivo, sabe que ahora estamos en una época de oscuridad gobernada por Kali, y sabe que Kali nos fuerza a sacar esa oscuridad que llevamos dentro de nosotros; unos la aceptarán, la transmutarán, la sanarán y crecerán,… otros, en cambio, preferirán esconderse tras el velo de Isis, tras la impostura de las excusas, preferirán ver las oscuridades e imperfecciones de los demás antes que las suyas… ¡oh pobres ignorantes soberbios y vanidosos, lástima les tengo! pues Kali será más dura e implacable con ellos, la vida será más sufrida para ellos.
Desde más allá de Mohenjo Daro, Siva es honrado en todas las maravillosas formas que nos aportan divino conocimiento y luz en nuestros pasos. Las antiguas Devis de la civilización del Valle del Indo cantaban a Siva, bailaban, realizaban rituales y ofrendas en su honor, y enseñaban a honrar a Siva como se merece. Siva sentado en padmasana (loto) encima de su piel de tigre les transmitía a las Devis el gran conocimiento del Yoga y del Tantra, les enseñaba cómo a través del Tantra, y su elaborada ciencia de los rituales, podían dominar sus pasiones y sanar sus emociones.
Dios de Dioses, Señor entre los Señores, conocedor entre todos los conocedores, nos ilumina en este duro sendero en el que nacemos, renacemos, nos caemos pero nos levantamos con el mismo dinamismo que caímos. Igual que la luz del candil ilumina al sabio y ciega al ignorante, así es Siva. Alabado por muchos, repudiado por otros, por aquellos ignorantes y cobardes que prefieren poner todo tipo de excusas antes que salvarse de sí mismos; aquellos para los que los demás son siempre culpables de todo.
Adorado más allá de los tiempos y las eras, más allá de los Yugas, Siva, el comprensivo, sabe que ahora estamos en una época de oscuridad gobernada por Kali, y sabe que Kali nos fuerza a sacar esa oscuridad que llevamos dentro de nosotros; unos la aceptarán, la transmutarán, la sanarán y crecerán,… otros, en cambio, preferirán esconderse tras el velo de Isis, tras la impostura de las excusas, preferirán ver las oscuridades e imperfecciones de los demás antes que las suyas… ¡oh pobres ignorantes soberbios y vanidosos, lástima les tengo! pues Kali será más dura e implacable con ellos, la vida será más sufrida para ellos.
Desde más allá de Mohenjo Daro, Siva es honrado en todas las maravillosas formas que nos aportan divino conocimiento y luz en nuestros pasos. Las antiguas Devis de la civilización del Valle del Indo cantaban a Siva, bailaban, realizaban rituales y ofrendas en su honor, y enseñaban a honrar a Siva como se merece. Siva sentado en padmasana (loto) encima de su piel de tigre les transmitía a las Devis el gran conocimiento del Yoga y del Tantra, les enseñaba cómo a través del Tantra, y su elaborada ciencia de los rituales, podían dominar sus pasiones y sanar sus emociones.
Swami Kurmarajadasa
Escuela Tántrica Sivaíta
www.tantrasivaita.com
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