de mi libro ETOS
Desde la mudez,
llamada a ser metamorfosis:
nazco.
Me nace la redención.
No bastara mirarte vida mía !
vestida de diluvios y desgarros,
armada de contrarios y de ajenos,
callada de imágenes y destinos.
Entonces,
dormiré como el niño que me guardo.
Mirarte vida mía , ya no basta.;
con tus látigos de líricos recuentos
con tus predios de lunas cautelosas
que hacen caminos de soplos y temblores.
Un niño me guarda entonces.
Rendido transeúnte yo le entrego
la edades deshojadas de mi tiempo.
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