Hoy deseo un día clarísimo, una comida sabrosa, divertirme con amigos, llegar a casa, tirarme en la cama y comer helado, mirando LO QUE EL VIENTO SE LLEVO.
Quiero sacar los espejos, de nada sirven y es inevitable luchar contra el tiempo; para qué pelearme entonces conmigo mismo frente al estúpido cristal?. Deseo con locura llegar a los 40 como también deseo no pasar de los 60. Quiero tener canas yaaaaaaaaa!!!! y disfrutarlas unos años.
Me encantaría recibir un beso largo y prolongado que me haga estremecer (no me importa quien me lo de, pero me haría sentir un poco vivo).
Quiero mojarme la cara con agua helada y no secarla.
Poner las macetas arriba de la mesa y embarrarme todo acomodando la tierra. Quiero que me cuenten cosas que me hagan reír.
Tener un vino helado en la heladera y si lo tengo que tomar solo que no quede un sola gota en la botella. Si, quiero emborracharme, es cuando mas me rió de mi.
Quiero caminar por la Via Appia, tomarme un café (en realidad prefiero un whisky) y después comprarme esa ropa que me gusta tanto para que todo el mundo me siga criticando. Me gusta que me critiquen, ya me acostumbre y hasta me resulta divertido, la imaginación de la gente llega a límites insospechables, seguimos creyendo del otro lo que nos gustaría ser… y no nos animamos. (de todas formas, siempre me chupo un huevo).
Quiero recordar París cuando era París o Grecia cuando no era ruinas, sino historia.
Ah me olvidaba!!, también quiero que me dejen de romper la pelotas con cosas superfluas, ya estoy un poquito grande para eternas pendejadas, todo tiene un momento en la vida; seamos niños o adolescentes cuando tengamos que serlo, de la misma forma que adultos cuando tengamos que ser adultos.
Quiero perderme en la librerías de Corrientes a las tres de la mañana como hace 20 años y encontrarme leyendo a Kundera, a Lacan o Kauffman, y por qué no a Chombsky ?, para salir atormentado enredados en mis laberintos mentales y ponerme a charla con el primer linyera que se me cruce.
Quiero una fiesta el fin de semana en donde todos se sientan parte de un todo. Bailar. Reír. Caminar agotado hasta mi casa y parar en un quiosco por un sándwich de milanesa (viste esos sándwichs horribles que comes desesperado a las 5 o 6 de la mañana?, bien esos quiero.
No me quiero peinar más a la mañana.
Quiero que no me digan más que lindos ojos, los ojos son todos iguales, lo que importa es la mirada; ese como ver las cosas, las visiones individuales.
Deseo que la gente aprenda a escuchar para poder así hablar.
Me quiero comprar una bicicleta y tirarme con ella desde una colina para sentir como se pega de golpe la libertad en mi cara.
Quiero seguir cayéndome de culo al piso para descomponerme de la risa por mis eternas torpezas.
No quiero que mi sobrino deje de ser un niño, aun cuando cumpla los 30.
Quiero escribir mas poemas, menos cuentos y alguna novela y a mi enemigos (cuando los identifique) preguntarles ¿Por qué?. Y responderles: Váyanse a cagar!
Quiero seguir teniendo los mismos amigos y seguir confiando en todos los desconocidos (las defraudaciones vienen después y con el tiempo dejan de ser importantes). Quiero decirles a unos pocos “… el que escupe para arriba……” y a unos muchos: NO ME ALCANZARA ESTA VIDA PARA DECIRLES GRACIAS POR ESTAR CONMIGO!.
Quiero seguir amaneciendo mis sábados en mi cama, prepararme el mate, llevarme la bandeja a la cama, terminar la película de la noche anterior y después tener orgasmos múltiples leyendo los ensayos de Susan Sontag.
Quiero que existan más días de sol y también de lluvia, es ahí donde el agua golpeando el arrullo vegetal de la vida despierta mis inspiraciones.
Y que nada entorpezca mi transito, quiero partir como he vivido, en paz conmigo mismo.
Quiero sacar los espejos, de nada sirven y es inevitable luchar contra el tiempo; para qué pelearme entonces conmigo mismo frente al estúpido cristal?. Deseo con locura llegar a los 40 como también deseo no pasar de los 60. Quiero tener canas yaaaaaaaaa!!!! y disfrutarlas unos años.
Me encantaría recibir un beso largo y prolongado que me haga estremecer (no me importa quien me lo de, pero me haría sentir un poco vivo).
Quiero mojarme la cara con agua helada y no secarla.
Poner las macetas arriba de la mesa y embarrarme todo acomodando la tierra. Quiero que me cuenten cosas que me hagan reír.
Tener un vino helado en la heladera y si lo tengo que tomar solo que no quede un sola gota en la botella. Si, quiero emborracharme, es cuando mas me rió de mi.
Quiero caminar por la Via Appia, tomarme un café (en realidad prefiero un whisky) y después comprarme esa ropa que me gusta tanto para que todo el mundo me siga criticando. Me gusta que me critiquen, ya me acostumbre y hasta me resulta divertido, la imaginación de la gente llega a límites insospechables, seguimos creyendo del otro lo que nos gustaría ser… y no nos animamos. (de todas formas, siempre me chupo un huevo).
Quiero recordar París cuando era París o Grecia cuando no era ruinas, sino historia.
Ah me olvidaba!!, también quiero que me dejen de romper la pelotas con cosas superfluas, ya estoy un poquito grande para eternas pendejadas, todo tiene un momento en la vida; seamos niños o adolescentes cuando tengamos que serlo, de la misma forma que adultos cuando tengamos que ser adultos.
Quiero perderme en la librerías de Corrientes a las tres de la mañana como hace 20 años y encontrarme leyendo a Kundera, a Lacan o Kauffman, y por qué no a Chombsky ?, para salir atormentado enredados en mis laberintos mentales y ponerme a charla con el primer linyera que se me cruce.
Quiero una fiesta el fin de semana en donde todos se sientan parte de un todo. Bailar. Reír. Caminar agotado hasta mi casa y parar en un quiosco por un sándwich de milanesa (viste esos sándwichs horribles que comes desesperado a las 5 o 6 de la mañana?, bien esos quiero.
No me quiero peinar más a la mañana.
Quiero que no me digan más que lindos ojos, los ojos son todos iguales, lo que importa es la mirada; ese como ver las cosas, las visiones individuales.
Deseo que la gente aprenda a escuchar para poder así hablar.
Me quiero comprar una bicicleta y tirarme con ella desde una colina para sentir como se pega de golpe la libertad en mi cara.
Quiero seguir cayéndome de culo al piso para descomponerme de la risa por mis eternas torpezas.
No quiero que mi sobrino deje de ser un niño, aun cuando cumpla los 30.
Quiero escribir mas poemas, menos cuentos y alguna novela y a mi enemigos (cuando los identifique) preguntarles ¿Por qué?. Y responderles: Váyanse a cagar!
Quiero seguir teniendo los mismos amigos y seguir confiando en todos los desconocidos (las defraudaciones vienen después y con el tiempo dejan de ser importantes). Quiero decirles a unos pocos “… el que escupe para arriba……” y a unos muchos: NO ME ALCANZARA ESTA VIDA PARA DECIRLES GRACIAS POR ESTAR CONMIGO!.
Quiero seguir amaneciendo mis sábados en mi cama, prepararme el mate, llevarme la bandeja a la cama, terminar la película de la noche anterior y después tener orgasmos múltiples leyendo los ensayos de Susan Sontag.
Quiero que existan más días de sol y también de lluvia, es ahí donde el agua golpeando el arrullo vegetal de la vida despierta mis inspiraciones.
Y que nada entorpezca mi transito, quiero partir como he vivido, en paz conmigo mismo.
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