jueves, 1 de enero de 2009
LOS ENANOS, de Harold Pinter
Como todas las obras de Pinter, en Los Enanos, prima el dialogo asomado y arrojado en un lenguaje profundamente arraigado a la desnudez de la condición humana.
Harold Pinter, Premio Nóbel de Literatura 2005, deslumbra en esta magistral obra escrita en la inverosímil Londres de la década del 50 donde sus tres protagonistas se cruzan desopilantes diálogos que no tienen sentido en si mismos, sino que forman parte de la historia de la micro-sociedad encarnada por sus protagonistas.
- ¿Qué tienes contra Jesucristo?
- Esa fue una bola bien agresiva.
- ¿ No la puedes jugar?
- ¿ Con qué empresa trabaja él ?
- Trabaja por cuenta propia.
- Ah, si –dijo Mark-, él recibe apuestas allí en el canódromo, ¿verdad?
Conversaciones contenedoras de un lenguaje propio, escapando a toda regla, desajustando cualquier lógica. La exploración de la naturaleza humana como origen y final, con la intuición de un no saber que desempeña un papel fundamental.
Dos hombres y la llegada a sus vidas de una mujer; ¿tres amigos? ¿dos amantes? ¿tres desencuentros?.
Pinter alumbra y oscurece en esta novela que durante mucho tiempo y sin conciencia se hallo olvidada desde un olvido inolvidable.
La excelencia de su prosa merece en si un análisis adicional.
Agradecimiento: Editorial Losada/Gabriela Pommy (Prensa) Corrientes 1551
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