Rocco en el olvido. Yo olvidado. Y en una esquina mi primer historia de amor con LC. No voy a detenerme aquí. Años de fantástico amor.
Las cosas que aguanto LC con respecto mi sexualidad!!!, POBRE!!!. Recuerden, recuerden y recuerden que YO nunca había estado con un tipo (Rocco había sido sólo un momento en el tiempo, algo así como un lindo error) y la cosa, con LC perfilaba seria. Tan sería que no me atrevía ni siquiera a darle un beso.Como explicarlo; enciclopédicamente, un beso es el acto de tocar los labios con otra persona por más de 2 minutos, si es menos es un besito, si es un roce se llama pico o piquito. No siquiera le había dado un beso a Rocco, a Rocco, sencillamente, le comí la jeta. Con LC la cosa se comlicaba, yo sentía cositas en mis estomago cada vez que lo veía, y eso me inhibía a realizar cualquier acto impúdico (en ese momento para mí)
Por otro lado, cada vez que me iba a encontrar con LC pensaba que un beso se podía dar de muchas formas y en muchas partes del cuerpo (imagínate mis ratones). Pero yo, provinciano recién llegado y boludo por excelencia, no me animaba ni a darle un beso en la mejilla en la calle. Con su primer beso, como aseguran expertos en el tema, se me fue la depresión, desaparecieron los fantasmas y me sentí en la sublime obligación de vivir para besarlo.
El otro tema venía atado al pánico, directamente. Me imaginaba a LC penetrándome y me daban ganas de coserme el culo. Pavor, terror, un avasallante miedo se superponía en mí vida y en mí cola. ¿Si esa penetración significaba un asesinato?, claro yo imaginaba como un cuchillo de carne me desagarraría por dentro!!.
Léete esta: seis meses tardamos en tener sexo, seissssssssssssssssssssssssssssssssssssss
meses se banco mi definitiva y estúpida histeria.
Luego de que paso todo, aquella primera vez, me imagine metiéndome en la bañera y que se me iba a inundar el estómago, ya que me entraría agua por el culo. ¿Imaginativo yo?
En fin, así pasaron las cosas, de mi relación de pareja nada más, lo divertido sería lo ha venir esto había sido amor, simple y puro amor. Nunca una infidelidad, nunca un no. Como dije había sido su hijo y, padre (aunuqe ausente) ya tenia.
Lo único que tenia en claro era que había empezado casi al revés en este mundo de idénticas sexualidades. En vez de probar varias cosas antes (en realidad hombres) me había puesto en pareja y lógicamente había relegado el otro mundo: el mundo gay; lúgubre, postergado, a veces insoportablemente histérico y por demás careta. Pero yo empezaba a pertenecer a ese mundo del cual en definitiva y a la distancia, nunca me sentía parte.
A pesar de todo, con 23 añitos y recien separado tome una decisión: PONERLE RUEDITAS AL CULO Y LARGARLO POR AVENIDA SANTA FE (en esta calle se juntaban las locas a borbotones, a principios de los noventa). Yo quería vivir todo y eso no me iba a costar nada (aún puedo contar la historia).
