sábado, 4 de abril de 2009

DEBILIDADES HUMANAS



Y, finalmente, la peor de las deficiencias
es ser miserable,

pues “miserables"
son todos aquellos

que no consiguen hablar

con su Dios...

I HAVE FULLY COME OUT OF THE CLOSET – Cap 22 – Alicia en el País de las Mariquitas Parte 2-


Avenida Santa Fé era como una inmensa sala de parto donde los gays aparecían por debajo de las baldosas. Pisabas una y salía una mariquita tras otra. Una locura. En esta avenida y su intersección con Pueyrredón, cada vez que me detenía, imaginaba que si alguien tiraba una bomba (había homofóbicos, tantos o más que ahora) eso sería como hacer explotar un gallinero: MILES DE PLUMAS DISPERSAS POR TODOS LADOS. Supongo que como era el destape gay, ya no manifestaban su sexualidad asi porque si, sino de una forma provocativa y avasallante que, a veces, dolía a la vista, ajustadas como matambres, con esos asquerosos pantalones de cueros y sus respectivas musculosas blancas, maquilladas con el detestable ANGEL FACE y KENZO hasta en el culo. Un horror, aún quedan resabios de eso. Si queres imaginartelo mejor, sabes como eran las locas que se destapaban mal y salían a gritar SOY GAY?: una replica de lo que hoy es OGGI JUNCO, imaginate la gente hetero, descompuesta ante tanto despliegue de androginos. Quedense tranquis nunca fui asi.
En los principios de los 90 esa avenida era un ir y venir de locas de todas las edades, ideologías, clases sociales, colores, razas, religiones, tapados, conversos, pero resulto ser como la llegada de Alfonsín y advenimiento de la democracia; un desconche de mariconas sueltas por donde buscases.

La otra calle, la paralela, M.T. de Alvear era transitada por los chicos que se subían a cuanto auto la transitase y por unos pocos pesos tenian sexo con el conductor (generalmente ancianos, sin todavía la posibilidad del uso del viagra).
Yo ya tenía un grupo de amigos conformados (de los cuales mucho no hablaré ya que están felizmente en pareja o eligieron caminos imposibles de pensar en aquellos momentos y los que murieron quedan en el mejor lugar de mi corazón). Generalmente salía con todos, pero de joda, lo que se llama joda, era con
Javo (por supuesto que no se llama Javo, por supuesto que 10 años después trato de acostarse con mi pareja de ese momento, por supuesto que lo erradique de mi vida: NO PORQUE HAYA INTENTADO CAGARME CON MI EX; SINO PORQUE ME LO NEGO EN LA CARA (y sabes que la mentira no esta en mi diccionario emocional). Fueron 18 años de amistad con la loca y por una poronga cago todo.

¡Cómo nos divertiamos con Javo!, sería un libro aparte mi vida gay con él, éramos como las reinas de la noche; algo así como las divinas y populares del ambiente gay: divinas, porque simplemente éramos divinos (jóvenes, atractivos, 0 histeria, simpaticos, A-DO-RA-BLES, y populares porque éramos, algo así como una especie de EVITA PERÓN gay, nos amaba todo el mundo.
El tema es que con Javo recorríamos la noche porteña hasta caer desvanecidos en la cama (si, dormíamos juntos y jamás nos tocamos un pelo). Los dos éramos muy parecidos estética y físicamente, cuando entrábamos a un boliche nos decían: - Ahí llego Moria y Susana; yo era Moria (joven claro, no ese travesti avejentado que se ve ahora en la tele y en el teatro, que se pone de novia con el primer homosexual que se le cruza para ocultar su desgraciada frigidez ) y él Susana; por lo rubia, simpática y, por sobre todas las cosas, porque era más bruto que un arado. Pero… era adorable.
Salíamos de lunes a lunes, todas las noches y el recorrido era el mismo, pero de noche la gente varía, la gente como dice la octogenaria Legrand se renueva. Íbamos a NADA (PUB), luego a TELENY (lo más grande que existió en el ambiente, era un pub con show), después tomábamos algo en algún barcito hetero y luego BUNKER, GAYSOLINE, CONTRAMANO (todos boliches) y terminábamos nuevamente en BUNKER para luego desayunar por ahí y cada cual a dormir o lo trágico y perverso de todo esto… a trabajar, absolutamente destruidos, pero felices.
Al otro día lo mismo, el mismo juego, horas en que nos bañábamos, vestíamos, cenábamos y a la noche otra vez. Pero eramos una especie de santos en aquellos días, no hacíamos nada aún, solo bailar como locos, probar bebidas nuevas y asi como juntos llegábamos (los dos o el grupo), juntos nos íbamos. Y la verdad que a mi ya me empezaba a picar la cola porque unos tipos alucinantes me empezaban a decir cosas y yo no me animaba a nada. Imagínate y acordate lo del primer beso con LC, lo de la primera relación con LC y estos tipos sólo querían sexo. ¿Cómo manejaría yo la situación?
No soy de quedarme con dudas y a lo hecho trecho, ahora si empezaba a vivir
.