miércoles, 30 de septiembre de 2009

Lanzamiento EDITORIAL MAREA


Marea invita a la presentación del libro Darwin 2.0. La teoría de la evolución en el siglo XXI de Valeria Román y Luis Cappozzo el viernes 2 de octubre a las 18.30 hs. en el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”, Av. Ángel Gallardo 490, Ciudad de Buenos Aires.

Acompañarán a los autores los investigadores Dr. Diego Golombek (UNQ y Conicet), Dr. Fernando Novas (MACN y Conicet) y Dra. Vivian Scheinsohn (INAPL y Conicet).

Entrada libre y gratuita.



Prólogo de Marcelino Cereijido

En el año del bicentenario del nacimiento de Darwin y cuando se cumplen 150 años de la publicación de El origen de la especies, Marea presenta Darwin 2.0.
Valeria Román, periodista científica, y Luis Cappozzo, biólogo marino e investigador, demuestran la impresionante actualidad del pensamiento del naturalista inglés y sus diversos usos y ramificaciones en la ciencia moderna y la vida cotidiana.
A través de una rigurosa investigación periodística, logran exponer de una manera accesible y novedosa uno de los pilares fundamentales en los que se apoya hoy la ciencia.
En su recorrido desbaratan mitos populares alrededor del evolucionismo, como por ejemplo que “el hombre desciende del mono”, y sorprenden afirmando que los dinosaurios no están completamente extinguidos. También revelan la densa trama que rodeó y aún sigue rodeando a la teoría de la evolución que mezcla ciencia, religión e intereses políticos.

Valeria Román es licenciada en Ciencias de la Comunicación (UBA) y desde 1998 trabaja como periodista científica del diario Clarín. Recibió numerosos premios internacionales y nacionales. Actualmente, es la vicepresidente de la Federación Mundial de Periodistas Científicos y edita el blog Ensayo y Error.

Luis Cappozzo es doctor en Biología (UBA, Universidad de Barcelona). Se desempeña como jefe del laboratorio de ecología, comportamiento y mamíferos marinos del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”. Es panelista científico en el programa Recurso Natural emitido por Canal 7.

Agradecimiento:

Cecilia Fernández Moores
4703-0464 / (15)4477-9448
ceciliafm@editorialmarea.com.ar

Ni ver Ni oír Ni hablar


La Galería Jacques Martínez presenta esta exposición dedicada a Raquel Forner. Una selección de trabajos con los que la artista se sumergió en la simbología de la pérdida y la negación de los sentidos. ¿Qué queda cuando las vías de comunicación con el mundo exterior se apagan? Así, Jacques Martínez vuelve a poner el foco en la importancia de Forner en la pictórica. Su obra trascendió las fronteras argentinas, y en la presente muestra podrán verse algunas de las piezas más importantes de su carrera.



Inauguración: miércoles 7de octubre, a las 19 hs
Hasta el lunes 30 de noviembre
Galería Jacques Martínez: Av. de Mayo 1130, 4to G
Horario: lunes a viernes de 11:30 a 20hs
Informes: 4381-7458
Entrada Gratuita



Esta nueva muestra, “Ni ver Ni oír Ni hablar", trata la simbología de la pérdida de los sentidos, o su negación, como recurso fuertemente testimonial a lo largo de 50 años de su producción. Incluye algunas de las obras más importantes de la producción de Raquel Forner, todas pertenecientes a la Fundación Forner-Bigatti y seleccionadas por ella misma para permanecer como legado.

Forner ha sido generalmente mostrada por períodos, pero no siguiendo alguno de los muchos símbolos que aparecen persistentemente en su obra. Dentro de la contundencia de su lenguaje plástico, estos símbolos pueden parecer meros detalles, pero como ella misma lo dice, son algo mucho más profundo.

En un reportaje en “El Diario” en 1938 Raquel expresa que su pintura “debía ser un eco dramático de la vida, de los acontecimientos, de lo que gravita en el corazón humano”.

En el libro RAQUEL FORNER, de Guillermo Whitelow, dice:

“Siempre traté de dar en mis cuadros algo más que una intención plástica. Hasta algunas de mis naturalezas muertas quisieron reflejar, en los elementos con que los componía, un sentido cósmico”…

“Siempre hay algo en mí que necesito expresar. La pintura para mí es un lenguaje. Mi lenguaje. Los elementos plásticos me sirven para crear sobre las telas los dramas interiores necesitados de expresión”

A lo mejor, en esta exposición estaremos viendo parte de su pensamiento.

Raquel Forner:Hija de don Manuel Forner, natural de Vinaroz, Provincia de Castellón de la Plana, España, y de doña Josefa Escudero, oriunda de nuestro país y descendiente de vascos españoles, Raquel Forner nace en Buenos Aires, Argentina, el 22 de abril de 1902. A los 12 años viaja con sus padres a España, donde se despierta su inquietud artística. Prueba de ello es que sus primeros dibujos datan de esa época. De regreso a Buenos Aires, y luego de finalizar la escuela primaria, su férrea vocación, por aquél entonces ya definida, la lleva a comenzar sus estudios de dibujo ingresando luego en la Academia Nacional de Bellas Artes, donde obtiene el título de profesora de dibujo en l922, cursando paralelamente estudios de idiomas y música.

Agradecimiento: Simkin & Franco
Estrategias de Prensa y Comunicación
Tel: 4864-0259 / 154- 028-9525
www.simkin-franco.com.ar /
prensa@simkin-franco.com.ar

martes, 29 de septiembre de 2009

“BRILLOSA”


De Martín Marcou

ESTRENO 1º DE OCTUBRE
Cámara de Teatro, Aráoz 1025. C.A.B.A.
Jueves 21:30hs
Teléfono reservas: 4777-0097


Brillosa es un laboratorio sobre la intimidad de lo aparente, donde seis actrices intentarán dar en el blanco, mientras hacen todo lo posible para asumirse como portadoras de mensajes subjetivos. Es un porfolio colectivo de estallidos creativos, sin ninguna otra pretensión que la de habitar un espacio para entretener.

Visión artística:
“Brillosa está pensada como una estructura dinámica, móvil. Es una asociación libre de obsesiones particulares. Es una simple variación sobre el imaginario de los seres inseguros. Abro entonces esta pequeña ventana para reflejar un mundo. ¿Dónde? En el teatro que es mi escuela de vida, mi espacio de remoción emocional, mi universo querido donde reflexiono"
Martín Marcou


Blog:
http://www.camaradeteatro.blogspot.com/
E – mail: camaradeteatro@gmail.com


Desde el jueves 01 de octubre hasta el 10 de diciembre del 2009
10 UNICAS FUNCIONES, SOLO 10 POSIBILIDADES DE VER LA OBRA.

jueves, 24 de septiembre de 2009

ARTE POETICO - SERIE POSTALES


Salta 28 de julio 2005


Ya había despertado cuando Magdalena golpeo la puerta a las ocho de la mañana, pero no le quitaría el gozo que le causa despertarme y me hice el dormido.


- ¡Arriba!, vamos, despiértese!!- mientras yo sonreía debajo de las frazadas – ¿Te traigo el mate?
- No, ya me levanto y desayunamos en la cocina.
- Ok, te esperamos.


Me levante y deje que el agua de la ducha recorra mi cuerpo un largo tiempo, mientras me reconocía a mí mismo como contenedor de la juventud que no deja entrar más años y atrae el rumor de lo perdido.

Como queriendo lavar
Lo que el agua no lava,
Las manos buscando
en los limites del cuerpo
una señal
alguna marca
un dejo de deseo
una ceniza que trata
de ser fuego,
un rasgo del pasado.
Como queriendo lavarme
Todo de mí;
La ablución de lo siniestro.

Imposible no ser espejo al entrar a la cocina y devolver, desde el corazón, todas esas sonrisas que me esperaban sentadas en la mesa. Como que todo el universo conspiraba para hacerme parte de el; ¿acaso no lo era ya?. Ahí estaba yo, frente a estos niños-hombres, niñas-mujeres que entregaron su vida a algo, a un sentido, lo que ellos llaman Dios; lo sublime, lo perpetuo, la alteridad.


- Tomemos unos mates.- dijo la Hna Teresa y agrego: - Ricardo ¿paseaste por Salta? ¿Te gusto? –mientras todas las caras y las sonrisas se posaban en la mía.

Como ya dije no les hable de la geografía que había visto sino que les explique lo que pensaba; eso de que la belleza de los lugares no radicaba en el lugar en si, sino en su gente. Me miraban, sonreían y asentían. Y me sentí ancho de espíritu, grande de corazón…


- ¿Y hasta cuándo te quedas?, me pregunto la Hermana Maria Luz, mientras Magdalena miraba el techo y los demás me miraban como diciendo: - pensá un poco lo que vas a decir.
- Hasta el martes o miércoles supongo – conteste tan bajo que casi ni me escucho yo mismo.
- Yo creo que no te vas a ir- me contesto Magda, mientras se levantaba y se iba a otra dependencia.

Cuando volví rebotando de sus palabras nadie me miraba a la cara. Por dentro me sentí feliz por aquellas palabras, muy feliz y con demasiado miedo.


- ¡ Así es che! contame de la Magda, de cuando estaban los dos en Buenos Aires ¿dale? – me dice la Hermana Teresa con una sonrisa que separa su rostro en dos hemisferios.

El mate siguió su recorrido y la risa de la Hermana Teresa ante las anécdotas mías y de aquella Valeria, sólo eran interrumpidas por la voz de esta Valeria; la Hermana Magdalena, que asomaba su cabeza de tanto en tanto para decir: - No le creas, ¡esta exagerando ! o ¡ Mentira! ¡Eso lo hiciste vos, no yo!.
Y yo veía en sus ojos toda la complicidad que nos regalamos siempre.

Como una hora que tiene su destino señalado, cada uno de los hermanos y hermanas de la congregación se dispersan por todos lados para comenzar con las tareas diarias. Sólo quedo en la cocina el Hermano Maximiliano que desparramaba por sobre la mesada kilos de verdura, pollos, condimentos y observe en su cara toda la desesperación de tener que cocinar solo. Simplemente pregunte: - ¿Te ayudo? Y la respuesta inmediata, - No esta bien, toma mate tranquilo. Okey – pienso- y mientras le cebo mate comienzo a pelar kilos de papas.

El Hermano Maximiliano habla poco, algo así como lo que debe considerar indispensable y uno puede confundirlo con un ser triste ya que son pocas las veces que la risa lo sorprende y cuando ríe lo hace como pidiendo permiso.

Hay que preparar el almuerzo, en unas horas la visitante mexicana y dos Hermanos de la Congregación volverán a México.
Mi colaboración en la cocina comenzó y termino en la papas. No insistí, pensé que podía estar invadiendo terreno ajeno y deje a Maximiliano en su soledad.
Más tarde comprendí que me consideraban un huésped y a ellos les complacía atenderme como tal; si hasta cuando fui a mi cuarto en busca de un libro habían ordenado todo.
Leí durante unas horas en el patio, rodeado de plantas y flores, bajo un sol arrasador y todo bajo la atenta mirada de Pipo, el perro. Pipo de tanto en tanto buscaba mi atención acercándose para saltarme o que le haga caricias en su cabeza cobriza y si no respondía a su petición se tiraba al pasto, apoyaba la cabeza entre sus patas y con una cara de depresión digna de filmar, observaba todo a la distancia.

Toda quietud;
un sol que dispensa vida
el verde trepando el muro
que deja de ser muro
para ser morada.
La inmensidad de un momento
que encierra todo
que escapa a nada.

ARTE POETICO


miércoles, 23 de septiembre de 2009

Salta 27 de julio 2005


Lo llamativo del Paseo Artesanal también fue su gente y lo mismo en la Catedral, en el Cabildo, en el Museo y otros lugares céntricos que me llevaron a conocer.
Después de caminar bastante nos sentamos en la Plaza. La calidez del día daba paso a una noche que anunciaba frío. Estaba ahí; en el banco de una plaza; con una mexicana y su hermana, con Magdalena… todo cuando la tarde bajaba el telón… en una Plaza casi todo.

Un perro larga su ventura
A los motociclistas;
Un ladrido que anuncia
Su naturaleza.
Los árboles arrullando
Junto al aleteo de la aves,
La viejita de mano abierta
Clamando su necesidad.
La gente que detrás del trabajo
Deja el trabajo
Deja a la gente
Y todos los demás
Excepto Dios
Ajenos a todo.

- ¿Ya llegaron? – dijo un monje al pasar- ¿Cómo les fue?, Ahora hay Asamblea van a venir hermana Magdalena?
- ¿Queres venir? – me pregunta Magda mientras yo me veía siendo participe de una reunión cumbre de monjes y monjas, una especia de conclave en donde tendría el privilegio de escuchar secretos jamás rebelados de la congregación.

-¿Te parece? – le conteste- ¿No será mucho?
- ¿Por qué?
- No sé, ir a una asamblea me parece que….
- Ir a una misa no te va a hacer mal… me respondió.
- ¿Cómo una misa?, ¿una Asamblea es una misa?
- ¿Y qué pensaste? – re-preguntó.
- No. Nada.- atine a decir

No quería expresarle mi mundano pensamiento para que no llore de la risa un día seguido y simplemente dije; - Vamos!
La asamblea, carismática por cierto, estaba regada de cánticos, alabanzas, llena de gente humilde, vestida de fe, cubierta de una esperanza abrumadora. Celebraban el Día de San Pantaleón; una procesión de gente se agrupaba detrás de la figura del santo para peregrinar sus dudas, sus miedos, sus dolores. Las manos se alzaban en plegarias, la fe en estado puro, sin ruidos internos. Por todos lados las velas iluminaban el corazón de estos hombres y mujeres que, en el encuentro con Dios, hallaban su lugar.
Una hora después fui a la habitación que el Hermano Pío había preparado para mí. A los pocos minutos Magdalena golpeo la puerta, entro y me pregunto como estaba y respondí que muy bien, feliz.
Dándome un beso, acariciándome con un Dios te bendiga me digo que me despertaría al otro día y que descanse.
Apague la luz y vino a mi mente las palabras que me dijo en una entrevista Hugo Mújica: “hay una fe que es absoluta, una fe sin esperanzas”.
En ese instante, cuando el cansancio empezaba a ganarme la batalla, hice lo que hacia mucho tiempo no hacia; rece.
Me dormí pensando un Buenos Aires, que había quedado atrás por un tiempo, pensaba en esa ciudad, en su belleza indiferente; que se olvida y se devuelve. Pensé en Buenos Aires como una niña tonta y presumida, dándole la espalda al río, escondiendo la luna por miedo a perderla. Imagine su Agosto; con las hojas cayendo inmortales en la calle y la lluvia regalando un susurro de agua.
Y me negué al abandono de cementos de avaricias, corrientes de tango y otros símbolos. Me negué a perder lo que se gana siendo uno. Lucha que se hace carne latiendo en el deseo y el golpeteo que anida mis destinos.

No hay recorrido que no empiece con el tiempo,
que no deja de ser un tirano,
una novedad o un dolor.
No hay recorrido que deje de atravesar puertas,
ventanas selladas, rincones repletos de aquellos
ecos que nos dieron vida.

La palabra es voz que subyuga cualquier infidencia,
que clausura todo lo esquivo que puede traer la memoria.

NATURAL


Salta 27 de julio 2005- Parte 2 -




Atravesamos un patio tan colonial como la Parroquia; galerías que se cruzan, bullicios de niños, el escuchar de pasos tranquilos y seguros manifestándose en la presencia de lo divino.
Detrás de una puerta aparece una viejita en la cual la edad se detuvo sin avisarle; surcada de arrugas, ojos mínimos, manos casi calcáreas y esa voz, esa voz que sonaba a tiempo vivido y cosas sufridas, esa voz que parecía encontrarme para decirme:

- Hermano!! Cuánto hace que no lo veo por acá, ¿dónde ha estado?

¿Hermano yo?, no me atreví a desmentirle: - Viajando, viajando… le respondí.

- Bueno pero ya esta acá, que Dios lo bendiga- me dijo, mientras desaparecía y fue la segunda persona, al igual que la primer monjita, que no volví ver más.

Magdalena no estaba conmigo y no hubiese sido cómplice de la mentira que creí piadosa, ¿Hermano yo?, la explicación que debería darle sería extensa y aburrida, por eso la mentira y después…la culpa.
Como una tormenta de verano donde el sol pierde su batalla contra el agua, fueron cayendo todos; uno a uno aparecieron para saludar a la Hermana Magdalena y darme la bienvenida a mi.
En cada uno de esos ojos que me miraban se notaba, casi palpable, una bondad desmedida, sonrisas amplias y el interés enorme por alguien que llegaba con toda ilusión paralizada.
Ya los conocía a todos sin saber quienes eran, sólo que ahora estaban corporizados frente a mi. Y ellos me conocían casi de memoria. Magdalena se había encargado todos estos años de hacer largos monólogos sobre mi persona frente a ellos y había realizado los mismo sobre ellos frente a mi.
Ahí estaban todos; la Hermana Maria Luz con su desparpajo de ternura, la Hermana Teresa de la Cruz como una monjita de película de Almodóvar; picara y atenta a la escucha del otro. El Hermano Pío, físicamente una radiografía, espiritualmente la plenitud, el Padre Josué con su cara de gruñón que, de tan gruñon, no le cabía más bondad. Hasta Pipo, el perrito, la mascota del lugar, aparece tranquilo, se asoma por mis rodillas, de improviso lame mi cara y desaparece por el lugar que vino. Todo en una postal de paz.
Enseguida, arrastrando la r como queriendo nombra lo extenso, el ofrecimiento:

- Ricardo, ¿mate?, ¿café?, ¿te? ¿O queres algo fresco?

Todo bajo la melodía de las carcajadas de Magdalena y Maria Luz que venia de un cuarto contiguo a la cocina. Risas originadas allá dónde sólo Dios sabe por qué.
Es necesario repetirlo: nada me resultaba ajeno. Nada.

No es que sentí regresar
a mi antigua casa;
de paredes ajadas, espacios
de grandes sueños, escaleras que
convidaban a un infinito literario y divino.

No.

Sentí regresar a mi vieja morada; la letra
a reconocer un tiempo despiadado y poderoso,
un hueco que absorbería en segundos la historia de mi vida,
cada uno de esos 365 días multiplicados por mis edades.

Imagine otro hogar;
el vacío que la letra esconde, encierra;
sus oscuridades tempranas.
El niño que deje
no me puede convencer del hombre que hoy soy,
volví con la esperanza empecinada de no encontrar aromas
pero todo estaba desprolijamente disfrazado de primavera.



Como de la nada aparece otra voz: - ¿Llego la Hermana Magdalena? , ¿Magda, dónde estas?.

- Acá, ¿cómo le va ?, contesta Magdalena mientras abraza y besa a un coloso y regordete hombre: el Padre Agustín.
- ¿Vio a quién traje?. Mire… le dice señalándome con la cabeza.
- ¿Vos sos Ricardo?- me pregunta.
- Si, ¿cómo le va?
-Pero que alegría, por fin viniste!! – sigue sin mediar- ¿No te dieron nada de comer?, Che Magda!! Haber, saca de la heladera un bandejita, vas a ver Ricardo; te voy a hacer probar unas tortas que no lo vas a creer!

Acomodados en la mesa de la cocina comenzó un dialogo ameno, acariciado por un sol provisto de vida, que en su inmensidad, abarcaba todo el lugar.
El Padre Agustín me hablaba sin preguntar, sin dejar de mirar mis ojos, en forma directa, lineal y yo sentía que podía mantener esa mirada de luz, una mirada que desconocía y me estaba cobijando.

Como bautizándome de luz
como quebrando
la distancia de mis ojos.
Como queriendo leer
las palabras que no digo;
me miro:
como quien mira una posibilidad
de salvación
como miraba yo cualquier pecado
sin posibilidad de salvarme.


- Te gustan las cartas, ¿si?- me pregunto el Padre Agustín y sin esperar respuestas- Hermano Pío!! Tráeme las cartas por favor!!

Durante casi una hora me mostró trucos infantiles con sus cartas, trucos que no dejo de festejar con contagiosas risotadas. – ¿Viste cómo es?

Por supuesto que nunca vi como eran esos trucos; mi lucidez mental no excede los límites de lo lógico, todo aquello que me supone algo estructurado o previsible tiendo a negarlo. Los juegos fueron entretenidos para verlos, no para pensarlos.
Enseguida el Padre Agustín pidió a la Hermana Magdalena que me llevase a conocer la ciudad y que nos acompañe Maria José, hermana de Paulina, una novicia, quien se hallaba de visita y al otro día partiría para México.
Los cuatro fuimos al Paseo de los Artesanos, en las afueras de la ciudad. En el camino vi una ciudad pintoresca, añeja, colonial y me descubrí yo, no como observador de estructuras materiales o monumentos, vidrieras, sino como veedor de la gente; del andar apurado, del saludo espontáneo, de esas miradas que miran sin ver y las otras, que ven sin creer. Mire los pies, que en el apuro pierden la esperanza, o las manos; que en la urgencia pierden la calma.
Se repetía nuevamente una postal, pero móvil, en donde la belleza no radicaba en la belleza misma, sino en la foto, sino en lo superior; lo sublime.
¿Cuántas vidas que caminaban por esas calles, no vivían?, ¿Cuántas vidas me faltaban caminar?, ¿Dónde estaba yo entre ellos?.

Ocultando mis miserias
quise saberlo todo;
era ocultarme de todos
y no creerme miserable.
La imagen que había
visto de mi era vació.
Hasta aquí quería ser otro.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Cariño Yacaré


Un melodrama con trazos musicales, una comedia desbocada, inspirada en el temperamento cinematográfico de los años `50.


Seleccionada Festival Internacional de Buenos Aires 2009

Ganadora Trinidad Guevara 2008 – Mejor Diseño de Escenografía

4 Nominaciones al Premio Trinidad Guevara

2 Nominaciones a los Premios Clarín


Cariño Yacaré es un melodrama con trazos musicales, una comedia desbocada, inspirada en el temperamento cinematográfico de los años 50.

Una célebre madre y su joven hija, despojadas hasta de su lengua materna, pero afectadas por el metabolismo hollywoodense que las vio surgir, habitan un lejano paraje natural.

Entre canciones, retazos de viejos films, y secretos empañados por realidad/ fantasía, intentan componer sus lazos, y blandir sus propias quimeras.

Lizi, la hija sueña con un paraíso detrás del arco iris, un bebé y un perro guardián, Casandra, la madre, recuerda su pasado en Arkansas recogiendo cacahuates y fantasea con que el National Geographic pague oro en polvo por un primer plano de sus cutículas.

"Quizás solo necesitan una palabra de consuelo, una de esas hermosas palabras que se dicen en las películas, pero que en la vida diaria nadie se siente capaz de pronunciar".




Intérpretes: Noralih Gago, Gimena Riestra
Diseño Escenográfico y Vestuario: Gabriela A. Fernández
Diseño de Iluminación: Ricardo Sica
Arreglos musicales: Mariano Otero
Prensa y comunicación: Duche Zarate
Asistencia: Make Casares
Texto: Gimena Riestra
Dirección general: Juan Parodi



UNA OBRA ÚTIL


El Ciclo Intervenciones / Rojas, curado por Matías Umpierrez, que en su edición anterior presentó la intervención Interiores de Mariano Pensotti preestrena en Buenos Aires una nueva edición en co-producción con el Proyect Arts Centre (Irlanda), el Culturegest (Portugal) y el Fringe Fest Dublin (Irlanda). UNA OBRA ÚTIL de Gerardo Naumann cuenta con veinticinco personas en escena, creada por el director como un laboratorio para pensar cómo filmará su primer largometraje. ¿Se puede adaptar una película que todavía no existe?

El guión de la película está basado en un diario íntimo de una chica uruguaya que Naumann compró a un cartonero en Buenos Aires.

Los actores María Villar y Diego Jalfen prueban escenas, se ven opciones de puesta de cámaras, se relevan posibles locaciones, habrá un casting en vivo por función y como en el cine, también hay extras. Una Obra Útil se presentará en septiembre en el Fringe Fest Dublin, y se estrenará en Buenos Aires en octubre, donde comenazará su recorrido por varios espacios pÚblicos: lugares que podrían funcionar como posibles locaciones de la película. El primer especio de intervención es un colegio en Gorriti 5740, en el barrio de palermo.
Sobre Intervenciones / Rojas * segunda edición

En Intervenciones/Rojas proponemos la intervención de espacios privados o públicos con el fin de crear espectáculos de diferentes índoles. Este dispositivo, que presenta el espacio seleccionado, es intervenido por un director con el fin de acercar al espectador a una experiencia donde están corridos los límites de la representación y de la escena. Este desplazamiento, de la materia y de los bordes que constituyen la ceremonia teatral, genera un "accidente" que justifica la extraña presencia del espectador en el interior de dicho dispositivo. Durante 2007 presentamos, en la primera edición, la intervención "Interiores" de Mariano Pensotti , Federico Marrale , Matías Sendón y Mariana Tirante. Durante este 2009 presentamos "una obra útil" de Gerardo Naumann.


Sinopsis

A veces no decimos: ”juntémonos”; decimos: “Tomemos un vino”. Un texto representa otro texto. Esta obra es una excusa, una representación.

Me sirve para pensar una película a través de la obra. La película se llama Uruguay y es sobre un diario íntimo que le compré por casualidad a un cartonero en enero del 2006.

Lo escribió una chica uruguaya que se llama Karina. Vino a la Argentina en el año 2001. Su primer trabajo fue como empleada doméstica. En una parte escribe: ”Vos sos Luis y yo no soy nadie”. ¿Cuál es el límite de la intimidad? ¿Un diario que se escribe solo las 24 hs al día, mientras duermo, compro manzanas o como puré?

En escena hay dos actores y yo mismo para probar partes de la película. Y como en el cine también hay extras. ¿Los extras actúan o trabajan de extras? ¿Y qué hacen mientras esperan a pasar por atrás en una escena? ¿Duermen? ¿Hacen crucigramas? ¿Escriben un diario íntimo?

Como la cámara en el cine que filma distintos espacios, la obra se mueve. Hoy se representa en un teatro, mañana en una cancha de fútbol 5, pasado mañana en un pasillo de la Facultad. ¿La escenografía es real en el cine?

Esta obra es la puesta en escena de mi cuaderno de notas para una película, es la intimidad de un proceso de trabajo. Es decir, en la obra todos trabajan. ¿Puede ser útil el teatro ? O mejor: ¿no debería ser útil el teatro ?



Gerardo Naumann

sábado, 19 de septiembre de 2009

NADA

PRO-MO

CHINA CRUEL


TANGO de Burdel , Salón y Calle


TEATRO MAIPO (BS.AS.)
23 de septiembre 20.30 hs


TEATRO ARGENTINO(LA PLATA)
25 y 26 de septiembre


TEATRO ALBERDI(TUCUMAN)
25 de octubre


TEATRO PROVINCIAL (SALTA)
26 de octubre


TEATRO MITRE (JUJUY)
27 de octubre


La nueva producción preparada especialmente para la compañía Ballet Argentino que dirigen Julio Bocca y Ricky Pashkus, con la colaboración de Raúl Candal Como Director Residente. Protagonizada por Eleonora Cassano, esta obra cuenta además con la actuación de Cecilia Figaredo , todos los integrantes de Ballet Argentino y bailarines invitados especialmente para la ocasión, más la Orquesta China Cruel y la cantante Karina Levine, y está realizada en base a un guión de Elio Marchi con música original y arreglos de Julián Vat, diseño de vestuario de Renata Schussheim, diseño de iluminación de Omar Possemato y coreografía y puesta en escena de Ana María Stekelman.


Salta 27 de julio 2005


En la primera curva, donde descubrí la vista entera de la ciudad, sentí que llegaba a un lugar del que nunca habia partido. Fue ver abrirse un desierto de cemento, de cemento conocido; de casas bajas, aire de pueblo disfrazado de ciudad, callecitas cortas que conducen a vidas largas, cerros que almidonan un definido horizonte, el decir amable del taxista preguntando dónde vamos y su voz, la voz llena de gozo de Valeria; mirándome con esa ternura con la cual sólo ella sabe mirar, diciéndome:

- Llegamos, no puedo creer que te traje!

La mire, sonreí y no dije nada; los dos sabíamos que yo tenia que estar allí. Esta forma de llegar a algún lado sin saber cuándo ni cómo siempre fue un intento de llegar a mí.
Claro que esta Valeria que me sonreí feliz ya no es aquella Valeria, aunque habite en ella esa niña que no la abandono nunca.
Valeria encontró su identidad o su sentido de ser, aunque me guste mas decir que lo hallado en ella es un camino, que no deja de ser una forma de seguir buscando, sobre una base más sólida.
El camino elegido parece será por siempre; Valeria es la Hermana Magdalena de Jesús.
Hablar de ella antes de ser lo que hoy es me haría sentir muy culpable de todos los errores que cometió por mi. Errores que no atentaban más que contra ella; eran como una forma minuciosa y sistemática de destruirse y yo a su lado, inmerso en mi, no me daba cuenta de nada.
Cuando hace poco mas de siete años me cuentan, amigos en común, que Valeria había entrado a un noviciado en una ciudad del norte mi asombro redundo en la pregunta interior: ¿Por qué habrá tardado tanto?.
Tres años después de la noticia nos encontramos. Por esas cosas que la vida hace sin que uno se de cuenta o lo niegue como parte de la vida; cuando uno levanta el teléfono y es escuchar la voz que hace girar todo alrededor cobrando sentido, ahí entendes que todo puede suceder. Valeria tiene ese don; pueden pasar años sin que uno sepa del otro, pero cada vez que me he sentido mal, solo o sin saber que… ha sonado el teléfono y ha sido su voz siempre. Como cuando no habito mi casa materna y es ella, mi madre, quien adivina mi dolor.
Aquel primer encuentro en un Buenos Aires en donde no cabía más calor fue hallar a la misma niña de siempre pero cubierta de un hábito que le acrecentaba aún más su marco angelical. Fue encontrarme con un pasado del que sólo brotaban momentos mágicos. No me sorprendió nada, era la misma que había sido siempre ; ese ser dulce, cargado de espiritualidad, resplandeciente de luz, con otra ropa, nada más ni mucho menos.
Ahora estábamos nuevamente juntos, en una tierra que yo desconocía y sentía propia; ella, rescatada de las cotidianas tinieblas que la supieron confundir. Yo; tratando de ser rescatado de las cotidianas tinieblas que me saben confundir.

Como un naufrago
Buscando la orilla del rescate,
Muriendo en cada vida
que no vivo,
Siendo sin ser lo que soy.
Como una florcilla
Que crece a la sombra de una roca
Sola
Triste
Buscando la tierra
Que puede ser su propiedad.
Yo: deshielo
Yo: agua.
Yo sin ser
Ser sin mí.

-Mira llegamos!. Esta es la parroquia – me dice mientras baja del remis maletas, bolsos, bolsas, bolsitas, como hace siempre, como hace tanto.
- Es hermosa- respondo


Dos nenas la rodean, dos nenas que encierran en la imagen la pobreza misma. Me sonríen sospechando tal vez que soy alguien importante. Yo les sonrío con la esperanza aterradora de que puedan llegar a ser algo en sus vidas.

-Hermana Magda volvió- le dicen y la abrazan, mientras Magdalena las acaricia y les dice cosas que no escucho. Veo una puerta que en momentos se que atravesaré.
Hace calor, mucho. El cielo que se dibuja por encima del lugar es de un celeste que no he visto, algunos lugareños venden productos en las puertas de la Parroquia; libros, dulces, alfajores artesanales, estampitas, están celebrando algo que no recuerdo.

- Magdalena ya llego!!, qué bueno!! – le dice una monjita que aparece Dios sabe de donde.
- Si, como estas?, el es Ricardo mi amigo. – se despacha con una sonrisa amplia.
- Ah!! Ricardo, al fin. Bienvenido!!.

El beso de esta monja que no volví a ver durante mi estadía allí, fue el beso mas cálido de un extraño que recibí en años.

En un beso
apenas todo lo que uno espera
sentirse parte en el otro
…en solo un beso.

LA ESCUELA EN LA HISTORIA ARGENTINA


lunes, 7 de septiembre de 2009

EL GRITO PRIMAL


“Hace algunos años oí algo que habría de cambiar el curso de mi vida profesional y la vida de mis pacientes. Lo que oí quizás pueda cambiar la índole de la psicoterapia tal como se la conoce hoy: un grito espeluznante nacido de las profundidades de un joven tendido en el suelo durante una sesión terapéutica. Sólo acierto a compararlo con el que puede proferir una persona a punto de ser asesinada. Este libro trata de ese grito y de lo que significa con respecto al descubrimiento de los secretos de la neurosis”.

De este escalofriante modo, como un buen relato de suspenso, se abre este impactante ensayo que revolucionó la psicología con su innovadora “Terapia primal”: posiblemente no se haya escrito jamás un libro de ensayo científico que resulte al tiempo tan emocionante, intenso y riguroso como esta obra maestra de Arthur Janov.



Arhur Janov (Los Ángeles, 1924) se formó en psicología y psiquiatría en la Universidad de California y en la Claremont Graduate School. Inició su carrera como psicoterapeuta en California, trabajando tanto con veteranos de guerra como con niños, hasta que, como él mismo contó, a mediados de los años sesenta su carrera dio un giro que le llevaría a convertirse en uno de los doctores más reputados y prestigiosos en su especialidad.

El quinteto de Aviñón I - MONSIEUR o El Príncipe de las Tinieblas


Primera entrega de EL QUINTETO DE AVIÑON, una de las obras más emblemáticas, junto a EL CUARTETO DE ALEJANDRÍA, de Lawrence Durrell.
Ganadora en 1974 del prestigioso James Tait Black Memorial Prize
Los protagonistas de esta novela de madurez de Durrell viven retirados del mundo en un castillo ruinoso a las afueras de Aviñón, envueltos en la misteriosa trama de un club gnóstico de suicidas, cuya sede central se halla en el oasis de Macabru, no lejos de Alejandría. Egipto, la Provenza y Venecia son el telón de fondo de unos hilos argumentales que confluyen, por caminos inesperados, en la enigmática historia de los caballeros del Temple y en una extraña secta de agnósticos. La felicidad a que Aviñón iba asociado en la memoria del diplomático Pierre de Nogaret, su hermana Sylvie y el impetuoso doctor Bruce está a punto de venirse abajo, quizá para siempre.


LAWRENCE DURRELL (1912-1990) se dio a conocer como poeta y novelista en la década del treinta y obtuvo su primer gran éxito de crítica con El libro negro, escrito en París en 1938. Sin embargo, es el Cuarteto de Alejandría (Justine, Balthazar, Mountolive y Clea), la obra que lo convierte en un clásico del siglo XX. Como buena parte de su narrativa, proviene de su experiencia personal como diplomático en Grecia, Yugoslavia, Chipre y Egipto. Con Monsieur o El Príncipe de las Tinieblas, inició un quinteto en donde lleva adelante diversas “investigaciones” narrativas y asienta la obra de su madurez.

ARTE POETICO


POE, una vida truncada


La biografía de Edgar Allan Poe (1809-1849) escrita por Peter Ackroyd se abre con uno de los episodios más emblemáticos y misteriosos: la muerte. Nadie sabe qué sucedió al poeta desde que le vieron desembarcar en Baltimore y su descubrimiento seis días más tarde en un estado lamentable en una taberna. No es éste sin embargo el único misterio que rodeó la vida y la obra de Poe, y, sin conjeturas gratuitas, Peter Ackroyd lleva a cabo una minuciosa reconstrucción de la trayectoria de un genio de las letras, que nació marcado por la convivencia con su padrastro, una tormentosa y difícil relación con las mujeres y una atracción irresistible hacia algunos temas que marcaron tanto su obra como su manera de enfrentar el mundo.

Edhasa también ha publicado los Cuentos completos de Poe que, junto a esta biografía, nos permite conocer y entender la trayectoria vital y profesional de este genio de la literatura. Un personaje tan fascinante como su obra.


PETER ACKROYD es autor de un buen número de novelas. Paralelamente, ha dedicado con gran éxito biografías a personajes como Tomás Moro, William Blake o Charles Dickens, si bien sus obras más celebradas en este género están dedicadas a su ciudad natal (Londres, una biografía) y a Shakespeare. Ha sido galardonado, entre otros muchos, con los prestigiosos premios William Heinemann, James Tait Black Memorial, Guardian y Whitebread.

Buenos Aires 25 de Julio 2005


“en lo mas crudo del invierno aprendí al fin, que había en mi un invencible verano”
(Albert Camus)


Cuando me regalaron este cuaderno, casi inmediatamente pensé una historia para darle vida más allá de su vida. Lo vi como un tesoro distinto, algo especial. Me entendí escritor fracasado y supe que en este cuaderno debería escribir una historia o al menos un decir interesante.
Los que me conoce saben que siento una desmedida atracción por los cuadernos, lapiceras y todos aquellos materiales que se pueden convertir en medios para poner palabras que den sentido a mi silencio.
Cuando recibí este cuaderno, casi inmediatamente supe que la vida que le iba a dar, más allá de la propia, seria en algún momento especial de la mía.
Esta idea me nació desde el carácter artesanal del cuaderno, el cual le confiere una calidad distinta; el papel reciclado de sus hojas ocres, como el otoño que pinta de dorados los recuerdos o sus tapas de cartón corrugado con leves canaletas salpicadas de verde y negro que pueden ser los colores de la esperanza o la desesperación.
A veces lo sacaba de la biblioteca y casi sin querer intentaba vestirlo, pero no pude; las palabras para ser palabras tiene que tener sentido y en mis palabras no había un motivo sentido para empezar a ser.
También sabia que sólo se trataba de esperar y yo no sé habitar este verbo. El tiempo suele ser el reducto preferido de los que esperan; esperar es como estar pendientes y esto es una forma de acercarse a la desesperación.
Esta vez yo no iba a esperar escribir en el cuaderno, él esperaría por mí. Intuí que cuando esto pasase seria como una comunión; el encuentro de lo que yo no esperaba.
La condición de reciclable del cuaderno me acercaba más a él ; esa posibilidad de desarmarlo, mojarlo, amasarlo y recrearlo hasta crear nuevamente otro cuaderno, me llevaba a identificarme plenamente. ¿No era o soy yo, acaso, material reciclable?, ¿No es mi verdad ser otro en otros? ¿Acaso cada vez y cuando mi carne no soporta más mi carne vuelvo a ser carne en otros?. Cada vez que me descubro manchado por tinieblas; ¿no es el agua que me vuelve a vestir de luz o algunas veces me recubre de espanto?
Hasta que tuve plena conciencia de quien era me sentía material de descarte. Cuando esta conciencia se volvió cotidiana supe que era reciclable. Esta actitud, este nuevo pensamiento me confería un carácter especial: la posibilidad de protegerme sin estar a la defensiva, de ser paciente sin ser tolerante; la posibilidad de pensarme desde mi sin salirme de mí o de encontrar lo que perdí sin la necesidad de perderme en lo que busque.
Quería empezar estas notas hablando de mi búsqueda constante: el sentido; mi casi permanente desesperación: ese saber lo que quiero sin poder ser lo que quiero y que me lleva a ser:

Un pájaro que vuela
sin encontrar el nido,
un niño que llora
por la madre ausente,
una radiografía que anuncia el dolor
sin poder ubicarlo en el cuerpo.
Un mendigo, que espera,
en la calle, en el frío
su destino muerte.

Es como ser:

Esa lagrima que no me escapa
por cobardía,
esa risa que me consume
por miedo.
Esa voz que me digo y no me escucho
ese silencio que deseo y no me llama,
esa plegaria gritada a la intemperie;
de mi todo cercado
de casi todo el pasado.
Grito como el que no
espera
o sueña;
eco que viene acompañado
de otra voz
de voces
de nada.

Me vino a la memoria cuando me contaron que el monje, escritor y poeta religioso Thomas Merton, en el último viaje que emprende; el que antecede a su muerte, dijo “espero que este viaje resuelva mi identidad”. No sé por qué me viene esta cuestión; al preguntarme ¿Qué soy?, la multiplicidad de respuestas que me daría serían la suma de todos mis fracasos y resolver el tema de mi razón de ser, sería entrar a un laberinto donde Ariadna no esta dispuesta a socorrerme.
Decidí esperar sin esperar, es decir, creer en una posibilidad, en algo que puede ser o no, pero renunciando a la espera.
Un día entendí que todo sucede por algo, aunque no lo desees, aunque no te programes para ello. Un día entendí que, hasta la esperanza de los otros puesta en uno, tiene un sentido.
Mi valija se vio copada de algunos sweters, pantalones, remeras y camisas, algunos calzados y una cuota de esa esperanza que a veces me pierde, y tome el micro que me llevaba al norte.
Para mi el norte siempre fue lo alto, significa el sol, el cielo magnánimo, las nubes rozando el murmullo mudo de los cerros.
Aún no sé, si como dijo Merton, este viaje resuelva mi identidad, después de todo viajar es también un poco no llegar a ningún lado, pero también es nacerse uno en otro lado.
También lleve mi mochila que, cargada con dudas, miedos y alguna que otra verdad, guardaba en su fondo este cuaderno artesanal, salpicado de verde y negro que un día un amigo me regalo y no se si lo agradecí.

Buenos Aires quedaba detrás;
disfrazada de noche.
Yo: estaba solo.
Allí hay gente que me espera y que no quiero encontrar.
Voy a intentar leer para salvarme por un rato,
cada cosa que leo anuncia mis fracasos,
son como pequeños suicidios cada día.

Yo también me entristezco a veces,
pero cada vez me importan menos los lugares;
Sólo que en estas letras me siento en una religión sin Dios,
pues alguna vez fui su habitante.
Me huyo.
Me enciendo en un cigarrillo y escribo estas palabras,
ni siquiera se por que.

BOHEMUNDO DE ANTIOQUÍA


Hijo desheredado de Roberto Guiscardo (descrito en su propia lápida como "Terror del mundo"), Bohemundo I de Antioquía pertenecía a la estirpe de caballeros normandos que se desplazaron a Italia en busca de fortuna y que sólo contaban con su espada para abrirse camino en el mundo. Encontró su oportunidad con el llamamiento del papa Urbano II a una cruzada que liberara Tierra Santa, y supo aprovecharla, convirtiéndose en uno de los principales líderes.
En Bohemundo se daba una rara combinación de ardor guerrero, carisma y astucia diplomática que le permitió, tras un largo e infructuoso asedio, apoderarse de Antioquía la víspera de la llegada de un descomunal ejército que exterminó a los cruzados ante las murallas de la ciudad. Capturado por los sarracenos y posteriormente liberado, regresó en busca de refuerzos a la Francia de Felipe I (con cuya hija se casó), para acabar sus días en Bari, no sin antes haber librado nuevamente batalla con su gran enemigo íntimo, el emperador de Constantinopla Alejo Comnemo, pues nunca abandonó el proyecto de conquistar y legar a sus descendientes la capital del Imperio bizantino.
Personaje admirable, carismático, valeroso como pocos en la historia, Bohemundo de Antioquía es el arquetipo perfecto del caballero pobre dispuesto a triunfar a toda costa en el servicio de las armas.
Jean Flori, sin duda el mejor conocedor de los códigos de caballería y de las cruzadas, recrea con el rigor y la perspicacia que caracteriza todas sus biografías las muy diversas facetas de un hombre excepcional cuyo papel en las cruzadas es más determinante de lo que suele pensarse.
Tras abordar con incuestionable maestría la vida de Ricardo Corazón de León y de Leonor de Aquitania, Jean Flori nos ofrece el retrato definitivo de otro héroe legendario.

JEAN FLORI, director de investigación en el CNRS, es una de las autoridades internacionales más reconocidas en el ámbito del medievalismo. En las últimas décadas ha dedicado diversos trabajos a las cruzadas y a la caballería que le han confirmado como el mayor especialista en estas materias. Cabe destacar entre sus libros La Première Croisade (1992), La caballería (1998), Caballeros y caballería en la Edad Media (1998), Ricardo Corazón de León, el rey cruzado (2002) y Pedro el Ermitaño y la primera cruzada (2006) y Leonor de Aquitania, la reina rebelde.

Agradecimiento: Editorial EDHASA

ARTE POETICO


CULTURA

Es una forma de respuesta que el hombre da a las circunstancias de la vida.

Es un patrimonio colectivo que, sin perder el sentido del pasado, se actualiza constantemente, se expresa, se proyecta con racionalidad hacia el futuro y se interrelaciona con otras culturas.

Es un instrumento para el desarrollo.

Es un componente vital interactuante del sistema social , económico y político.

Es un proceso para la creación de un destino personal y colectivo.

LA PRENSA OBRERA


Un análisis de cómo la prensa gremial ayudó a los obreros a tomar conciencia de sus derechos.

Entre fines del siglo XIX y comienzos del XX, circulaban en Buenos Aires y Montevideo una gran cantidad de publicaciones periódicas destinadas a un lector específico: los trabajadores. El objetivo era capacitarlos, educarlos y organizarlos para erradicar los males que introducía en el mundo obrero el pensamiento burgués a través de los grandes diarios.
Los periódicos gremiales fueron parte y dieron forma a una cultura del trabajo, por eso su estudio es crucial en una historia social, cultural y política sensible a la experiencia de las clases populares, y eso es justamente lo que el libro propone y logra.
A partir de una investigación inédita, que halló publicaciones hasta hoy desconocidas, la autora reconstruye de manera notable la trama de discursos, debates y prácticas de la época, y demuestra que esta literatura fue un elemento decisivo en la construcción y difusión de las ideas de solidaridad, cooperación y transformación social en la primera mitad del siglo XX.


MIRTA ZAIDA LOBATO es Doctora en Historia por la Universidad de Buenos Aires y es profesora e investigadora en la Facultad de Filosofía y Letras. Ha recibido varios premios y becas de investigación de instituciones de prestigio, entre las más recientes de SEPHIS, John Simon Guggenheim y Thyssen-Humboldt. Ha publicado numerosos artículos en el país y en el extranjero, y es autora de varios libros. El último es Historia de las trabajadoras en la Argentina (1869-1960), publicado en esta editorial.
Agradecimiento: Editorial EDHASA

ARTE POETICO


INTERPRETACIÓN PRÁCTICA DE LA CULTURA

“Todo sistema económico que desatiende
las consideraciones morales y sentimentales
es como una figura de cera que, a pesar
de su semejanza con lo humano, carece de
la vitalidad de la carne humana. En momentos
cruciales, estas novedosas leyes económicas
de moda han fracasado en la practica.
Los individuos y naciones que las aceptan
Como axiomas deben sucumbir”.
Mahatma Gandhi
Entendemos la cultura como la forma de respuesta que el ser humano da a las circunstancias de la vida. Podríamos definirla también de muchas otras maneras. Se han publicado recopilaciones que contienen varios centenares de definiciones. Esto demuestra que no hay ninguna que lo pueda hacer con absoluta precisión.
Pero nosotros debemos tomar aquellas cuyos contenidos nos ayuden a orientarnos sobre cual debe ser nuestra actitud frente a la responsabilidad de elaborar políticas culturales. Tenemos que buscar un punto de partida referente, una idea global sobre la cual cimentaremos la gestión. Conforme a nuestra concepción de “cultura” vamos a desarrollar determinadas actividades para alcanzar determinados objetivos.
Esta macroestructura de pensamiento constituye el primer paso para la racionalidad metodológica; es la negación conciente de la improvisación.
Habiendo dado ya este primer paso, avanzaremos ahora en busca de otras precisiones.
Una de las concepciones generalmente difundidas es la que designa a la cultura como un proceso dinámico de realización colectiva. Esta condición de realización comunitaria implica necesariamente el sentido de “patrimonio del pueblo”; cosa que nos pertenece a todos. Pero la pertenencia colectiva no se gesta de un día para el otro en un lugar y momento dados. Tiene que haber una continuidad histórica, un devenir y un transcurrir de circunstancias encadenas. Por eso es que este concepto va unido a la idea de identidad cultural, de sentido del pasado.
Asimismo si nos quedamos aquí solamente tendremos una “cultura muerta”. Por lo tanto tenemos que entender todo esto como un caudal móvil que todos los días se recrea, se reformula y se proyecta hacia el futuro; lo que llamaremos “cultura viva”.
En la actualidad en la era de la comunicaciones, toda cultura se interrelaciona con otras culturas; recibe y aporta permanentemente. En una comunicación efectiva, cuando no existe intención de dominio o colonización, ese intercambio es mutuamente enriquecedor.
El avasallamiento ejercido por los medios masivos de comunicación, por la moda, las costumbres, la música, llega a asfixiarnos a tal extremo que creemos asistir al ocaso de nuestra cultura. Esta es la forma actual de dominación; ejercida por las culturas hegemónicas.
Si el intercambio es constructivo, cuando implica sumar para crecer, cuando dar y tomar es fortalecer la identidad propia y la integración con los demás, esa interrelación es vital.
Hay que dejar sentado que cuando hablamos de cultura nacional, popular o local, hacemos referencia a los creadores del pueblo identificados con la propia realidad, que pueden expresar rasgos que son característicos del lugar, pero cuya creación se inserta en la pluralidad cultural de la comunicación democrática.
Llegamos aquí a una segunda aproximación de la cultura: “es un patrimonio colectivo que sin perder el sentido del pasado se actualiza constantemente, se expresa, se proyecta con racionalidad hacia el futuro y se interrelaciona con otras cultura”.
Otro tema es el que relaciona a la gestión cultural con el concepto de desarrollo. Cuando utilizamos la expresión “desarrollo” hacemos referencia a un proceso de crecimiento cultural integrado al desarrollo global de la población en todos los ámbitos, multidisciplinario y multisectorial, pero con un enfoque antropológico, dirigido a la liberación, a la felicidad y a la realización plena del hombre y del cuerpo social.
La otra cara: a partir de los años noventa un nuevo orden de relaciones comienza a instalarse en América Latina: Ceden los nacionalismo cerrados, pierden terreno las izquierdas (el fracaso del modelo soviético ejerce enorme influencia), se abren las fronteras a una economía de interdependencia, parecen consolidarse las ideas liberales y parecen afianzarse las democracias.
Esta nueva realidad, cuyo sustento en el fracaso de los modelos anteriores no garantiza el éxito de los actuales, no hace más que perpetuar la exclusividad de lo económico como fin primero y ultimo. Asimismo soslaya lo esencial, que es el componente ético cultural. No se avizora una solidaridad de convivencia sino de intereses materiales. Mientras tanto lo material continúa teniendo primacía sobre lo espiritual.
Es hora de asumir que los problemas fundamentales para el desarrollo son tanto culturales como económicos. Tenemos que entender que el componente cultural no puede estar ausente de lo político, económico y educativo de un país.
La gestión cultural debe ser interactuante del sistema social, económico y político. Razón esta para que la gestión cultural deba implicar el mismo nivel de participación, de organicidad y de responsabilidad que cualquier otra área del gobierno.
Para finalizar hemos tomado como concepción totalizadora la que Ezequiel Ander-Egg plantea con abundante precisión en varias de sus obras y que nosotros entendemos como una de las más trascendente y transformadoras de todas. Es la que concibe a la cultura como “creación de un destino personal y colectivo”.
Ricardo Z.

domingo, 6 de septiembre de 2009

DIARIO DE UN RETIRO - Introito -

“el tiempo esta fuera de quicio, y maldito destino el mío que fui nacido para enderezarlo”
(Hamlet)

Sin noción siquiera de lo que llamamos destino, pensado como lo impredecible, lo incógnito, la duda, le escribí algunas palabras.
Entre nosotros ya había nacido un silencio que se tornaría lineal, vertiginoso y encontrado. Sólo era cuestión de esperar y surgir desde nosotros. Ella; en su norte, yo; regresando de mi sur; o de todo lo que yo creía propio.
Aquella vieja carta había sido perdida, como cuando uno pierde un despropósito o un resto de valentía que en el absurdo pasa a ser cobardía; una carta que no me atreví a darla pero que se guardo; rescatada del fuego sin que lo sepa nadie.
Pero todo se salva, hasta el olvido, que tiende a ser recuerdo o hasta el recuerdo que pasa a ser espera. Como nosotros nos salvamos, otros quedaron, como hijos indomables de una generación que no sabia porque luchaba. Igual sobrevivimos. Yo no sé si encontré el camino de mi lucha, pero ella si.
Aquellas palabras que anidaban en mis cotidianos olvidos y que le había escrito decían tanto de nosotros que a veces me oscurezco.



Buenos Aires, Abril 1999



Mi dulce niña: ¿Dónde estarás? Releo una carta tuya enviada hace tiempo y ¿sabes?, tenes razón; ya no se percibían rayos de luz en ningún punto de la ciudad, ni ruidos que nos alerten para salir a encontrar el delirio. El silencio, ese ser del hombre que le debe pertenecer por siempre, se disfrazaba en nuestras bocas para salir al encuentro.
La distancia era corta, sólo unos metros nos encontrarían en cualquier esquina; daba lo mismo, era lo mismo. Los párpados de la noche empezaban a cerrarse y nuestros ojos, abiertos, comenzaban a buscar la locura en cada absurdo recoveco olvidado.
No era nuestra, todo esto sucedía una y otra vez, desde la espera, desde tu sonrisa, tu rostro iluminándose ante los colores, tu llanto disfrazado de todo y vacío de nada.
En la calle todo se percibía; desde las miradas que nos devolvían los otros hasta esas pisadas que volvían desde el infierno mismo.
Esperar era un poco sentirnos vivos, todos los días.
Suplicar era un poco vernos vivos.
Jugábamos con colores, mascaras, teatro y poesía. Nos mezclábamos con personajes torpes, caducos, tanto o más patéticos que nosotros mismos. Reíamos hasta el desmayo y el abrazo en la alfombra. Reíamos...te acordas, ¿no es cierto?

Hace tantos años que te espero; sana y salva de las heridas pasadas. Rescatada. Niña otra vez. Fuerte. Mágica.

Hace tanto que me espero, sano y salvo de las heridas pasadas. Imaginado. Niño nuevamente. Virgen de mente y alma. Limpio.
Me hablabas del cuerpo como de un templo y yo imaginaba nuestros cuerpos, cansados, mutarse ante el silencio de cuatro paredes. La puerta cerrada para siempre protegiéndonos del frío de la noche, guardando la mirada cómplice y agotada de ver.
Y ahí los dos, refugiados en nuestras almas, nos guardábamos dos o tres poemas para regalarlos al despertar. ¿Alguien escucharía el viento de nuestras voces?
Pero no había dudas; la casa era el refugio. A veces, de lejos, solíamos escuchar un piano. En realidad el gemido nostálgico de un piano, que escuchábamos mientras nuestras miradas se perdían en un cielo imaginario pero infinito.
Y después tu música, tu voz pariendo un blues nos hacía compañía. Las velas escapando luz y fuego hasta extinguirse. Velas que nos devolvían silencio y alumbraban el oscuro espacio de nuestras voces improvisando versos inconfesables.
Todo como un juego que marcaba un trayecto, un lugar.
Uno estaba construido para sostener al otro; vos: pura paz y ternura, lluvia cuando yo necesité manchar el papel de tinta y vestirlo de palabras, sol cuando necesitaba calor en mi cuerpo para sentirme vivo, aire cuando necesite irme lejos, muy lejos de mi soledad, tierra cuando me devolvías al mundo inventado por nosotros mismos.
Y yo… supongo que paz y ternura, tu lluvia cuando necesitabas mojar tu piel con gotas de vida, sol para secar esas gotas y volverlas perlas inmortales, aire cuando necesitaste alas de búsqueda, tierra cuando querías reencontrar tu esencia.
El amanecer nos sorprendía con los primeros rayos de luz, el reloj gritaba desde la alfombra la hora justa para salir a la calle. Nos consolaba la ausencia de sueño. La pava llamaba en alaridos desde el fuego y la plancha caliente acariciaba la ropa. Disparados a la jungla nos mezclábamos con mil pisadas, mientras que por dentro nos acariciaba el mar y besaba la esperanza de la próxima noche.
En la calle nos mirábamos y nos latía muy fuerte la misma creencia; la de no creer. Hasta ese momento creer, era algo así como desilusionarnos de los otros y hoy mirando aquel ayer era el miedo de desilusionarnos de nosotros mismos.
Otra vez el sol se escondía detrás de cuadrados metálicos, el Río de la Plata, gris y quieto, nos regalaba una invariable foto porteña.
Otra vez la noche aparecía detrás de cuadrados metálicos, el Río de la Plata, negro y aún más quieto, nos regalaba una insostenible foto porteña.
Me gustaba soñarte como una Madre del Aire; mágica, soñada y esperada. Y a mi como un hijo del viento, tan olvidado y tan esperado.
Pienso en esa mañana que no te vi y empacaste tus zonas muertas, eligiendo los cerros, la fe y el aire norteño para escribir otra historia.
Como habrás pensado vos en aquella mañana en que no me viste empacar mis sueños y elegir el mar, la fe y el aire sureño para escribir otra historia.
Mi dulce niña, que no daría para que vuelvas con tu poesía y tu vida, con los aromas olvidados y el gemido del blues. Que no daría por conocer tu aire de destierro. Para que me regales el agua y la tierra, para que me vistas de ternura y me abraces en bendiciones.
Estamos tan lejos de todo y tan cerca de nosotros que no puedo imaginar que nuestro fin, nos encontrara separados.



Te quiero, yo




Claro que vivir de nuestras ideas era lo que nos hacia atractivos o repulsivos y nos permitía mantenernos protegidos de todo y de todos. Era algo así como un inseparable modo de vivir.
En mi hoy me siento abrazado por el tiempo y la memoria. Pero sin demorarme en la dialéctica de la nostalgia. Me siento sostenido en el bagaje existencial de lo que ya fue y reconstruyo de a poco mis anhelos, pensando nuevos caminos.
Confieso que aun leo sus viejas cartas y me motivo, despierto en sensaciones y siento el deseo de seguirla en su aventura, de transitar sus laberintos y compartir, más allá de las distancias, su carga emotiva. Ella siempre regalo esa virtud de sugerir imágenes sin trazar el gráfico de las formas y sus detalles, dejándome re-crear mi propio paisaje, que haga mi codificación sensorial.




del Libro DIARIO DE UN RETIRO. Ricardo Z




jueves, 3 de septiembre de 2009

PATAGONIA BRAVA


La Alianza Francesa presenta en su sede Palermo esta Muestra de historieta y dibujos de Carlos Casalla. El creador de Perdido Joe, el Cabo Savino, Larsen, El Cosaco, Alamo Jim y Chaco, entre otros memorables personajes; expone una selección de sus trabajos, entre los que también se cuentan reconocidas obras de pintura costumbrista, en las que Casalla experimentó gran número de técnicas.

Hombre de la Patagonia por elección propia –que supo transmitir a lo largo de toda su obra el respeto y la hidalguía del hombre de campo, del soldado, del indio y de todos aquellos que hicieron la región-, la provincia de Río Negro lo declaró Ciudadano Ilustre en el 2009.



Desde el miércoles 2 de septiembre
Alianza Francesa Palermo: Billinghurst 1926
Informes: 4822-5084 afba.palermo@alianzafrancesa.org.ar
Entrada Gratuita





Sobre Carlos Alberto Casalla (por Carlota Erika von Gebhardt): Nació en el siglo pasado seguro que antes que usted, en Capital Federal (1926). Brisas anarquistas oreaban la Pampa Húmeda y la Patagonia. Veinte años después egresaba de la Academia Nacional de Bellas Artes, dejando ya su impronta con el grupo del Maestro Spilimbergo, en la cúpula de la Galería Pacifico, en la calle Florida.
Apostó al arte menor: la historieta. Publicó “El Cabo Savino” en el diario La Razón y desde entonces desafió a que sea un arte mayor. La tira se convirtió en una presencia constante desde 1951 hasta la fecha. Casalla, con guión propio, continúa manteniendo la vigencia de este noble personaje entre los lectores del diario Río Negro.
Su magnífico pincel, lápiz, aguada y otras técnicas se resaltaron en otros personajes famosos de historieta, como Perdido Joe, Larsen, Memorias de un porteño viejo, Capitán Camacho, El Cosaco, Alamo Jim y Chaco en las revistas Misterix, El Tony, Nippur, Mágnum, D’Artagnan, Skorpio y otras. Algunos de estos personajes visitaron e hicieron huella en el público europeo.
Por Chaco, este es un indio mestizo del Norte de América, recibió el premio Pléyade en 1990 que otorgara la Asociación de Editores de Revistas de la Argentina, en la categoría Prensa Ilustrada.
Casalla, tiene más de un don notable. Si de la historieta hizo un camino que sirvió como modelo a muchos, en el ámbito de la pintura costumbrista se destaca como uno de los referentes nacionales más importantes. Los murales que lleva pintados en la Ciudad de sus amores, San Carlos de Bariloche, y que describen con una amplia referencia, la historia del lugar, son muchos.
La pintura de este increíble personaje tiene variadas características, todas ellas suman a la excelencia, pero lo que más se destaca es que logra transmitir el respeto y la hidalguía del hombre de campo, del soldado, del indio y de todos los hombres que hicieron la Patagonia. El protagonismo que adquieren esos personajes frente al observador de la pintura, le permite entender cuáles eran los valores y el esfuerzo tremendo que el hombre necesitaba para vivir en esa época. Su pincel, describe una historia que no vivió, pero que puede interpretar gracias a su bajage de información y a su generosa intuición. Pintar en estos términos, más que una tarea sencilla encierra un gran compromiso, la fidelidad de los datos requiere de un tiempo extra de documentación y de profundo amor a la tierra en la que vive.
La provincia de Río Negro lo ha declarado con toda justicia en este año 2009, Ciudadano Ilustre.

Postales


miércoles, 2 de septiembre de 2009

Concepto maorí de hau [espíritu]:


"Supongamos que usted posee un artículo determinado [taonga] y que usted me da este artículo; usted me lo da sin precio fijo. No hacemos una transacción al respecto. Ahora bien, yo doy este artículo a una tercera persona que, después de un cierto tiempo, decide retribuirme con alguna cosa a modo de pago [utu], me da alguna cosa [taonga]. Ahora bien, este taonga que él me da es el espíritu [hau] del taonga que he recibido de usted y que yo le he dado a él. Los taonga que yo he recibido por estos taonga (recibidos de usted) es menester que se los retribuya (…) ya que son una hau de los taonga que usted me ha dado. Si yo conservara estos taonga para mí, podría ocasionarme algún mal, incluso la muerte. Este es el hau, el hau de la propiedad personal, el hau de los taonga (…)"

MAUSS reformula el principio de la siguiente manera: "El taonga y todas las propiedades que rigurosamente se denominan personales tienen un hau, un poder espiritual. Usted me da uno, yo se lo doy a un tercero; este me retribuye con otro, porque está poseído por el hau de mi regalo; y yo estoy obligado de darle esta cosa porque es menester que yo retribuya lo que es en realidad el producto del hau de su taonga".

De este modo la obligación de retribuir entre los maoríes se fundamenta sobre el hecho de que la cosa no es inerte, y que aún cuando la cosa abandona aquel que la regala, sigue siendo en cierto sentido suya, sigue estando animada por su hau, hau que persigue a todo aquel que sucesivamente la posea, y que no descansa hasta que el regalo original sea retribuido por medio de nuevos bienes o servicios que desandan el camino. Estos nuevos bienes o servicios, en cuanto constituyen a su vez presentes de derecho propio, crean una nueva obligación de retribuir, y así sucesivamente, estableciendo una circulación continua y obligatoria de riquezas, tributos y dones.

Esta forma del hau constituye, para MAUSS, la estructura fundamental del lazo jurídico creado por la transmisión de una cosa y el primer escalón para la construcción de una teoría general de la obligación. Lo importante de destacar es que en el derecho maorí el lazo de derecho, lazo a través de las cosas, es un lazo de almas, ya que la cosa tiene ella misma un alma, proviene del alma de quien la cede. De donde se sigue que ofrecerle alguna cosa a alguien es ofrecer algo de mí. Y es en virtud de esto que también se entiende la obligación de retribuir: se trata simplemente de devolver a cada persona lo que es parte de su naturaleza y sustancia, puesto que aceptar algo de una persona es aceptar parte de su esencia espiritual y la conservación de esta cosa sería peligrosa y mortal en la medida en que su esencia espiritual le otorga cierta clase de poder sobre uno. Asimismo, en virtud de su tendencia a regresar al lugar de origen, esta cosa tenderá a producir un bien equivalente que le servirá de reemplazo.

Asimismo, estos sistemas de prestación total no sólo estipulan la obligación de retribuir, sino la obligación de hacer dones, por un lado, y de recibirlos, por el otro. Es este juego de obligaciones contrarias y simétricas el que asegura la circulación continua y constante de los bienes y, consecuentemente, de los lazos espirituales entre las cosas y los individuos y los grupos, en la cual todo va y viene constantemente.

La Gestión Cultural en el Tercer Milenio.


Se decía que el nivel cultural de los pueblos se media por su conocimiento de las bellas artes, por su música, pintura, etc. Hoy el nivel cultural debemos medirlo además; por la capacidad del pueblo de vivir en libertad, por su solidaridad de convivencia, por la felicidad de su gente, por su crecimiento armónico, por la capacidad de construir un futuro mejor. También la mediremos por su participación creativa, por su capacidad para crear arte, por su conducta social, por su capacidad de encontrarse a sí mismo, por sus aptitudes de identificarse culturalmente dentro de un contexto en un momento y lugar determinado, por su capacidad de reconocerse en un pasado, de protagonizar con trascendencia el presente y de proyectarse con racionalidad hacia al futuro; esto se denomina democracia cultural.
La gestión cultural debe otorgar preeminencia a quienes va dirigida y no quien la dirige: no va delante de una comunidad, camina con ella.
El hombre como tal se encuentra avasallado en forma permanente por la realidad: preocupaciones, frustraciones, ansiedades, resentimientos, miedos y va creando una lenta desintegración de la personalidad; una especie de hombre dividido en sí mismo. Si esta características no responden a algo estrictamente natural (enfermedades, fenómenos meteorológicos, etc.) nos damos cuenta que son de tipo cultural. La mayoría de las personas están acostumbradas a ser dominadas o castigadas por su mal comportamiento y pocas veces reconocidas por sus virtudes. Se nos ha educado para ser apocalípticos, para la agresión y para la defensa, así, carecemos de autoestima y de imagen propia. El hombre es ambiguo por naturaleza y esa ambigüedad lo divide y lo transforma en un ser dominado.
Esto, que es una realidad, se agrava día a día con la cultura del entretenimiento, ese mercado de vanidades, de lo espurio, de lo superficial, que hace de la estupidez una institución, despersonaliza al individuo, le provoca vacíos culturales para llevarlo a : pensar-hacer-sentir-decir-consumir y producir lo que esta “cultura hegemónica” determine.
Así, incorporamos patrones culturales, comportamientos que nos llevan a quitar legitimidad, disminuir y desmerecer a los actores de procesos legítimos.

Esta era global que estamos viviendo nos enfrenta también a nuevos problemas, uno de ellos es la inestabilidad de los conocimientos. Antes, estos conocimientos perduraban a través del tiempo y pasaban de una generación a otra. Hoy si algo es de determinada manera, mañana se demuestra lo contrario y pasado se vuelve a formular. Denominamos a este fenómeno “aceleración del cambio” o “dinámica de la provisoriedad”: el hombre se queda sin normas, se desestructura, pierde seguridades, se produce un estado anómico, no se degradan los valores morales, sino que se presenta la angustia y la crisis por falta de normas.
La cultura tiene el deber de ayudar a vivir dentro de ese estado de provisoriedad donde la ética debe ser el principio rector.
Hay que aprender a vivir en la anomia sin desestructurarnos.
La gestión cultural no pasa por acciones redentoras , paternalistas o moralizadoras; tampoco por un espectáculo o un pasatiempo. Pasa , si, por establecer ámbitos de comunicación y de expresión en donde estos u otros planteos se manifiesten libremente y se den las condiciones para encontrar los canales naturales de solución.
La gestión debe darse en un marco de realidad social, solidariamente con el cuerpo social en su totalidad y con sus preocupaciones. Este es el sentido popular de la cultura que nos lleva indudablemente a una evolución cultural.
Al hablar de evolución caemos en el eterno duelo entre cultura consagratoria vs cultura popular. Lo consagratorio no sirve cuando se queda en el reducto de los elegidos de turno, tampoco sirve lo popular por el mero hecho de hacer difusión en abundancia, plurisectorial y pluriespacial. En cambio todo sirve cuando somos capaces de interpretar al pueblo, de reconocer su historia, rasgos y costumbres, cuando somos capaces de justipreciar a sus creadores, de acompañar sus manifestaciones, de entender sus aspiraciones; cuando en definitiva tenemos capacidad de traducir la suma del acervo espiritual de una comunidad, creando condiciones presentes que nos permitan proyectarnos en pos de un destino superior.

“ Las grandes transformaciones van a venir de la soledad de los pequeños grupos , no de los grandes
Helber Rged.


La idea de nación como unidad, debe estar vinculada a las culturas regionales que forman indudablemente la cultura nacional.
Para que una gestión cultural sea eficaz debe existir, por parte de los niveles superiores de decisión, una voluntad política de llevarla a la práctica.

Ricardo Z.