domingo, 30 de agosto de 2009

Hacia la Construcción de la Gestión Cultural


Introducción



Entendemos la globalización como un proceso que toma un Universo, un todo, y esta conformado por partes que tienden a diferenciarse y a su vez formar parte del todo. Cuando hablamos de partes hablamos de sectores económicos, políticos, sociales y culturales. No importa donde suceden los acontecimientos, pues los vivimos en tiempo real.
La cultura, en toda su dimensión, no escapa a este proceso aunque no es posible hablar de una globalización justa sin un intercambio equitativo de los mensajes culturales. Para esto debemos consolidar, en primera instancia, las estructuras culturales locales y regionales, para que luego con un mutuo intercambio de expresiones, las culturas se enriquezcan globalmente.
Partamos de la base que la globalización cultural es válida en la medida que las culturas locales crezcan , se desarrollen , se consoliden y se definan con cuerpo y características propias y válidas.
Bajo estas condiciones la cultura local intercambia mensajes con otras culturas y por lo tanto se enriquecen mutuamente en un crecimiento sostenido.
Entendamos la cultura como “el resultado de cultivar conocimientos y mejorar las facultades intelectuales mediante su ejercicio” y también internalicemos su definición como “una forma de respuesta que el hombre da a las circunstancias de la vida, si no sirve para mejorar y dar felicidad al hombre no tiene valor alguno “.

Cuando hablamos de cultura en este sentido, hablamos de culturización o sea el proceso de acomodación y adaptación de pueblos primitivos a la civilización moderna, hablamos de historia, de presente y de futuro.
Si la cultura se encierra en el ámbito local se anquilosa y muere; si no existe un desarrollo cultural local, las culturas hegemónicas terminan eclipsando a la local y también sobreviene la muerte de esta.
Sin identidad propia no hay crecimiento, no hay retroalimentación del patrimonio histórico cultural y como consecuencia, sobreviene la anomia, el vació cultural, es decir LA NADA.
En distritos poblacionalmente intermedios y pequeños, observamos que no existen políticas culturales racionales y metodológicas tendientes a un desarrollo cultural serio, por el contrario se improvisa constantemente.
Las culturas zonales se nutren de características y parcialidades de cada lugar, de cada pequeño pueblo, de cada pequeña zona geográfica.
Por las razones vertidas, nuestro trabajo consiste en otorgar racionalidad y metodología a la gestión cultural local partiendo de los cinco pilares básicos de la gestión: organicidad, planificación, capacitación, infraestructura y presupuesto. Sobre los mencionados pilares se asientan las 4 grandes áreas de la gestión cultural: recuperación-protección-difusión y puesta en vigencia de patrimonio cultural, creación cultural, promoción –difusión cultural y educación permanente.
La globalización cultural nos puede acercar o alejar de otras culturas por lo tanto se necesita si o si un mayor compromiso y energía por parte de quienes queremos recuperar valores culturales e identidades regionales.


del libro Hacia la Construcción de la Gestión Cultural

Autor: Ricardo Z.