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- ¿What is your name darling?
- My name is Susan Boyle
- ¿Cuántos años tienes?
- Tengo 47 años, pero eso es sólo una parte de mí.
- ¿Cuál es tu sueño?
- Quiero ser una cantante profesional
- ¿Y por qué aun no lo eres, Susan?
- No he tenido la oportunidad antes, pero espero que esta lo sea.
- ¿Cómo quién te gustaría cantar?
- Como Elaine Paige
Risas, risas y más risas. Carcajadas. Algún silbido, caras de sorpresa y rostros, de antemano, imaginando como esa mujer pasaría el papelón de su vida arriba de un escenario.
La miserabilidad y los prejuicios humanos, como siempre, como no podía ser de otra forma, expuestos ante la minima posibilidad de lo distinto.(¿distinto a qué ?, -me pregunto)
Las luces se encienden, el público calla, el jurado cruza sus brazos, como no aceptando, como cerrando la esperanza, como truncando un sueño, antes de ser soñado.
Detrás de escena, un asistente presiona el botón Power de la consola musical; el sonido de la música suele calmar a las fieras.
Susan, minimizando sus ojos, al punto de casi cerrarlos, mira a todos de una sola vez y comienza: - I dreamed a dream in time gone by… (Soñé un sueño hace un tiempo; cuando la esperanza era mucha y la vida valía la pena vivirla, soñé que el amor nunca moriría y soñé que Dios perdonaría todos los errores)
Desde la primera estrofa, es interrumpida por un repentino, sincero y espontáneo aplauso.
Susan sigue: Then I was young and unafraid (en ese entonces era joven y sin miedos y los sueños se soñaban , se usaban y gastaban, no había rescate que pagar ni canción que cantar, ni vino por catar)
Los aplausos continúan, la ovación de las voces caen encima de Susan como un manantial de agua fresca, escapando del ultimo suspiro de una montaña. La fluidez de lo líquido que, en ese momento, se convertía en roca.
Britains Got Talent, es el programa. La posibilidad de la fama, una puerta abierta al mundo de la canción, la popularidad, el dinero…
Me concentro desde la aparición de Susan en el escenario; no me sorprende para nada lo ha venir: las risas, los silbidos, los prejuicios del jurado y de la gente. No me sorprenden para nada, porque yo también soy distinto a ella, ella es distinta a mi, a vos, a ustedes. A todos aquellos hipócritas que juzgamos lo diferente, porque nos da miedo, no asusta, nos aleja de verdades divinas y nos acerca a rencores pasados. Nos muestran todo aquello que no podremos ser. (sigo preguntándome: - ¿qué es lo diferente?)
No tengo el mismo sentimiento: la veo aparecer y no me causa risa, espanto, miedo; no me causa nada. Mi concentración pasa por las caras de los otros. Y ella canta, sin importarle nada de nada, y desde ese lugar, mi admiración y mi silencio. Ella fue a cantar y canta:
- But the tigers come at night…(pero las fieras vienen por la noche, con voces sigilosas y de trueno; destrozan tu esperanza y convierten tu sueño en pena.)
Parece ser que el problema; esas risas ajenas y obsoletas, esos silbidos vacíos y caducos de los jóvenes que sólo parecen admirar la belleza (como que tienen la fuente de la juventud eterna comprada), no es un problema de moral pacata, de deshumanización (o tal vez sí), pero como primera impresión el problema es un asunto ESTÉTICO.
Paris, y nuevamente una manzana.
Inmediatamente me viene a la memoria una leyenda: cuentan que la causa principal de la guerra de Troya, nace como un problema estético. Esa guerra comenzó con una contienda entre Dioses: se organizo una fiesta en el Monte Olimpo a la cual no fue invitada la Diosa Eris (la discordia); quien, en forma de venganza, arrojo una manzana de oro en el Monte, con una leyenda: “Para la más bella”. Inmediatamente Hera (esposa de Zeus), Afrodita (diosa del amor) y Atenea (protectora de la ciencias y las artes) decían ser las dueñas de la manzana. Sin llegar a un acuerdo, delegaron la decisión a Paris; príncipe de Troya, considerado el más hermoso de los mortales. Afrodita le prometió que, si le daba la manzana, le daría a la mujer más bella sobre la tierra: HELENA.
Claro que HELENA estaba casada con el Rey de Esparta. ¿Qué buena persona Afrodita no?, además de entregadora.
Afrodita le dio la manzana a Paris, quien inmediatamente rapto a Elena y también, inmediatamente, logro desatar la guerra en Esparta y Troya.
La elección de Paris, más allá de la leyenda, es considerada el primer juicio estético de la historia.
Siempre relacionamos la estética con la belleza: ¿influye en esto el tema de los medios de comunicación, la sociedad afectada por estos, los sistemas culturales o , simplemente, la mente humana como hacedora del caos?. Pienso: de Susan no se burlo, en su primera aparición un auditorium de gente, se burlo el mundo y ella, desde su extrema humildad, minutos después, hizo callar al mundo, hizo estremecer al mundo, hizo llorar al mundo.
Estética significa percepción, sensación, sensibilidad. Así, desde este lugar, la estética esta relacionada a lo sensible, a la manera en que nosotros percibimos; por la vista, por los sentidos, algo concreto, desagradable o no. Pero algo concreto.
La estética esta ligada directamente a lo artístico: NO GUSTE O NO EL HECHO ARTISTICO. La Gioconda ¿no es acaso una de la mujeres más feas del mundo? Y para la mayoría de nosotros, ¿no es bella?,¿ no es acaso una obra de arte sublime que trasciende, si la mujer era fea o no?. La Venus del Nilo, ¿dónde esta su belleza, sino en las manos de aquel que tan estética y respetuosamente la esculpió?
Sin el artista la obra no existe y a Miguel Ángel, también lo juzgaron en su tiempo: años pasaron para que alguien en este mundo, decadente de valores, considerara al genio en conjunto con el hombre. Porque sabiduría y existencia van juntas.
¿Qué era lo desagradable de Susan? Algo muy concreto: a los ojos de mundo era una mujer “fea, algo excedida de peso, que se trababa al hablar, que tiene 47 años y es soltera, que vive con su gato en una aldea y que cuando nacio se quedo sin oxigeno, algo que le produjo un leve retraso mental”. Entonces habrán dicho: ¿qué se puede esperar de "esto”?
¿ Podemos ser tan canallas de seguir riéndonos de nuestros pares? A Susan no le importo, y sonrió, y siguió:
- And still…(y aún hoy sueño que ÉL (Dios) vendrá y que viviremos nuestros años juntos pero hay sueños que no pueden ser y tormentas que no podemos sobrellevar)
Vos y yo?: uno + uno: ¿0?
¿Cómo definís lo diferente?, ¿cómo haces si no lo entendes como algo que nos une, no que nos separa? ¿Cómo seguir criticando lo diferente, y más aún desde la estética mal entendida, en un mundo donde la gente muere de hambre, muere de S.I.D.A, muere de sed, dónde los asesinatos son “normales”, la tortura moneda corriente y la guerra una cotidiana noticia de color?
¿Cómo podemos seguir diciendo: -Juancito es un gordo chancho, ¡cuidado con María, es esquizofrénica!!. a Pedro no lo invites, es gay,¿no sabias?. NO, no de Marlene no me hables, es negra de m….. ¿Antonio? Cómo le va a ir bien en la vida, si es un villero!. Julia?, Julia es lesbiana!! Yo te lo había dicho sale con esa atorranta del 4to piso que tiene una hija!!. Pero mira esa vieja!!! Qué coraje estar en malla con la edad que tiene!!!, y esa gorda, y ese negro, y ese judío, y ese evangélico y ese y ese y aquel y aquellos y estas y las otras y vos y yo. Enmudecidos de tanto juzgar, de tanto no decir nada. Vos y yo cómplices, porque todos los días seguramente, concientes o inconcientes, hacemos lo incorrecto porque él, ella, ellos, aquellos y “los otros” no son como nosotros. Entonces ¿por qué no juzgarlos, ¿por qué no dejarlos de lado?, son distintos a mi; ergo: soy mejor. Un horror, mi horror, tu horror. Nuestras creencias suelen ser nefastas.
Susan canta, hace lo que sabe, canta:- I had a dream my life would be… tuve un sueño en el que mi vida era tan diferente a este infierno que hoy vivo, tan diferente es el hoy a lo que parecía, hoy la vida terminó y se llevo con ella el sueño que alguna vez soñé.
Mi memoria a veces me juega malas pasadas y me interrumpe a cada instante, debo confesarles algo; yo también tuve un sueño, un sueño que no voy a contar aquí, lo importante es Susan, no yo. Digo lo de mi sueño, porque por cobarde, por no jugarme, por no atreverme a ser juzgado, (de todas formas siempre fui juzgado), nunca lo hice realidad y este sueño, que soñé un día, va a ser el gran dolor y el gran secreto en el alma que me llevaré a la tumba. Si, yo también tuve un sueño, como vos, como todos, como Susan Boyle.
Decía que yo no vi a esa mujer que cantaba, vi en ella a Dios aleccionándonos y en ese momento, sólo en ese instante cuando Susan comenzó a soñar, después de mucho tiempo, yo, pude llorar.
Ah esa, su canción, pertenece a la obra LOS MISERABLES, ¿nos habrá querido decir algo?
