jueves, 4 de junio de 2009

LA CUNA DE MI


Cuando yo era chico no tenía noción de muchas cosas, mucho menos certezas. Pero había algo que hacía el mundo inmutable y esto era quien era cada quien y cual era su función (o la supuesta por mí). Así, mamá era mamá y estaba siempre disponible. Papá era alguien distante que aparecía ante los quilombos, previo filtro materno. Los abuelos, diferenciándose más, estaban mas o menos cerca, sin una función específica, eran mas hijos que padres.

En la adolescencia aparece cierta conciencia de las diferencias, principalmente de MI diferencia y todo empieza a borronearse. Ya no era claro lo que mis padres esperaban de mí así como no era claro que se esperaba de nadie. Hoy diría que no sabían qué hacer con ellos mismos. Las conversaciones se despersonalizaron ya que es mas fácil hablar con un niño de quien no se espera una vuelta, que con un adolescente que nos refleja. Mi padre toma distancia y delega en su esposa las funciones que se le suponen. Sostiene el hogar, qué mas podría exigírsele.
Su esposa, encantada se hace cargo de la prole; desgraciadamente se encuentra con dos conflictos: el primero: no sabe quien es ella, se caso, se embarazó y ahora es madre de algo más que un juguete. Llena de preconceptos respondió al estereotipo. Y el segundo: supone que dar la teta y alimentar el cuerpo es más fácil que educar.
No tiene a quien recurrir. Pánico (es un decir). Su madre, mi abuela, ya está en plena nube de Uveda. Por suerte, de lo contrario se hubiera enterado que estaba peor preparada que mi madre para educar hijos.
Encima, y sólo para molestar , el machito, el heredero del apellido, la esperanza de la especie, es puto.Por supuesto que de ESO, no se habla.
Y papá algo presiente; la nena, perdón el nene, no juega al fútbol ni anda cojiendo mujeres por ahí. Él no pregunta nada y la vida del vástago se le vuelve oscura, extraña, ajena. No sabe de qué hablarle y, por lo tanto, no le habla. Pero ese silencio es más ensordecedor que la más banal de las palabras.El drama puede desplegarse.

El nene crece, la adolescencia le empieza a quedar chica. Si se entendió lo suficiente seguramente ya se encontró con su cuerpo en un cuerpo que es igual al propio. Si caminó bastante quizás hasta conozca lo efímero de enamorarse. Dolorosamente descubre que su lugar en el retrato familiar tambalea.¿Dónde ponerse? ¿De qué se habla con la familia? ¿Cuál es su lugar?

Nos forjamos en el seno de la familia, la célula ¿cancerosa? de la sociedad. Aunque nos metan pupilos en la infancia serán los códigos familiares aquellos que nos dejarán marcas indelebles que repetiremos en cuanto vínculo y relación hagamos por ahí.
Siempre habrá un afuera y un adentro de la familia; podremos odiarla pero jamás olvidarla. Hasta la muerte será, la familia, nuestro último referente. Como el sabor de la Magdalena de Proust, que lo llevó a Combray, cualquier banalidad nos remitirá a las fuentes, nuestra infancia, nuestra familia.
Somos aquello que aprendimos a ser. Podremos maquillarnos, travestirnos, transgenerizarnos, pero nunca nos quitaremos cierto olor que nos identifica como aquello que en última instancia somos, que nos hace ser.

¿Todos tienen un lugar en la familia? Lo dudo ¿Todos tenemos un rol que cumplir? Puede ser. Me parece más acertado decir que todos tenemos una función útil al conjunto.La pregunta del millón es saber ¿cuál es la qué le corresponde al puto de la familia.?

Volviendo a mi propia familia, fuente inagotable de ejemplos, recuerdo una tía que siempre me felicitaba por no haberme casado así mis padres siempre me llamarían cuando me necesitaran ¿Podríamos suponer que, en la afiebrada mente de esa mujer, yo era como el personaje de “Como agua para chocolate”, que debía quedarse soltera para cuidar a su madre?. Entonces, mi hermana ¿Perdió utilidad familiar cuándo se casó? ¿La tuvo alguna vez, o su único objetivo era ser la hermana del puto?
Si vamos al caso tal vez mi tía era lesbiana y conocía el ambiente. ¿Quién no conoce una loca que sale corriendo cuando la mamá suena los dedos, dejando todo de lado, incluida su pareja?; por lo menos encontraron alguna utilidad, ser los eternos amantes de sus madres.

En una ocasión mi madre me explicó concienzudamente sus frustraciones sexuales porque YO la iba a entender: ¿Suponía que yo tenía una vida sexual de mierda? ¿O me instruía en el fácil arte de la frustración sexual? ¿Estaremos destinados a ser un patético personaje dostoievskiano, silenciosos escuchas de la desgracia ajena?

Para desgracia de mis amantes padres el puto siguió creciendo. Se autodenominaba gay y empezó a hacer señalamientos incómodos; tenía un grupo de amigos del que no daba cuenta a pesar del asedio materno por saber donde andaba el nene, que a estas alturas se había ido a vivir solo a un departamento de la familia, del que mamá conservó un juego de llaves, “Por si te pasa algo”. Así caían las visitas familiares imprevistas, directamente en el departamento , sin previo aviso. Siempre tuve la convicción de que esperaban descubrir algún secreto, aquello que se les escapaba, de lo que no se hablaba. ¿Será nuestra sagrada misión ser los depositarios de las fantasías perversas que nadie menciona pero que las hay, las hay? Tal vez nuestra vida, variada en espacios y acciones, divierta la monotonía héterosexual.
Cuando le presenté a mi madre un novio, que descargaba cajones de vino en una bodega, su único comentario fue: “Qué vida que hacen ustedes.”.

Y llegó un día impensado en el plácido remanso familiar. Me invitaron a comer y dije que iba con mi pareja...”Ah, bueno...sí...vení con quien quieras, esta es tu casa...”. Nunca me quedó claro si el “quien quieras” significaba aquel que ames o… trae a cualquiera que nos da lo mismo.
Mi papá incómodo ante no sabía bien quien, mi mamá haciendo gala del remanido Yodemishijosloaceptotodoparaesosoysumadre, mi cuñado, en otra, le hablaba de fútbol, a mi hermana no la recuerdo, pero seguramente andaba por ahí.
Cuando llevé a comer a mi tercer pareja ya estaban más allá del bien y del mal, aprendieron a ser políticamente correctos. Creo que el único problema a resolver es, siempre, el de las fotos familiares. Esas donde aparecen todos: abuelos, tíos y tías, primos con sus respectivas parejas. Y no todos están al tanto, pues no todos son importantes para uno. En esos momentos “fotográficos”, nadie entiende por qué tiene que aparecer ese tipo que no conocen , si la foto es sólo para la familia.

Hoy, mi padre murió sin que pudiéramos hablar de esto, ni de nada, en realidad. El día de su entierro cuando trajeron las cenizas después de la cremación, una caja mas chica que una de zapatos, mi mamá se dio vuelta con la caja en las manos y me dijo: “Les dimos un ataúd y nos devuelven una polvera”. Esa frase la podría haber esperado de cualquiera de mis amigos, jamás de ella. En ese mismo instante me di cuenta que tal vez nunca sepa cual es la función del hijo gay pero que yo jamás podré ser otro que el que soy, porque en esa frase se me reveló la enorme trama de complicidades que nos unen, me di cuenta quien era realmente mi madre, lo importante que mi familia era para mí y que yo también dejaría todo si ella tronara los dedos para llamarme. Algunos dicen que así pagamos la culpa de la homosexualidad.

Yo les pago ser yo.

D.

Ivonne Bordelois


Es poeta, crítica y ensayista. Se recibió en la UBA, en Filosofía y Letras. Vivió 30 años en el exterior trabajando como lingüista. Recién en 1995 editó El alegre Apocalipsis, cuando ya su carrera académica había alcanzado un más que satisfactorio desempeño. Por muchos años Ivonne Bordelois dividió su pasión entre la poesía y la lingüística (se doctoró en el Massachusetts Institute of Technology -MIT- con Noam Chomsky). También publicó numerosas críticas bibliográficas y es autora de una biografía de Ricardo Güiraldes, editada por Eudeba en 1967. Luego de aportar su testimonio para la biografía sobre Alejandra Pizarnik que Cristina Piña publicó hace unos años, Ivonne Bordelois descubrió que tenía mucho más para decir sobre aquella amiga entrañable. Publicó entonces Correspondencia Pizarnik en 1998. En la actualidad es colaboradora permanente en el diario La Nación.

¿Cómo se presentaría usted en esta entrevista?

Como una escritora - y también como una lectora del universo.

¿Cuál es el rol del poeta y la función de la poesía en nuestro tiempo?

Yo creo que los poetas no tienen roles ni la poesía funciones, pero acaso haya una misión, y acaso ésta sea el regresar a la palabra su liturgia propia, su dignidad sagrada, su capacidad simultánea de juego y de misterio.

Cito a Alain Bosquet: “el poema inventa al poeta”. ¿Considera que la poesía incluye algún tipo de interés biográfico?

Si, creo que la poesía tiene una virtud estructurante mucho más amplia de lo que suele reconocerse. A veces superamos ciertas crisis o pasajes oscuros o muertos de nuestra vida simplemente porque la memoria –a veces inconsciente- de algunos grandes poemas nos sostiene. El testimonio de gente que ha vivido en la cárcel o en campos de concentración es muy relevante al respecto.

¿Se puede prescindir de la vida del autor?

Hay una corriente contemporánea que, dados los estragos del biografismo anterior, pretendió desterrar toda consideración a la vida de los autores, como si exisiteran sólo textos. Pero la vida de un autor suele ser un texto clave para interpretar otros textos. Borges no se explica sin su ceguera, Kafka sin su padre,
Pessoa sin su vida oficinesca. Me parece que es importante mostrar cómo, desde vidas sumamente difíciles y circunstancias muy contrarias, se alcanza la poesía y la poesía nos alcanza, y ese es uno de los valores de las “vidas poéticas”.

La acción poética, mas allá del significado que a mi humilde entender es el vacío que debe ser creado por el lector. ¿Cree que bajo este concepto la obra rebasa al autor y cumple su misión de traslado hacia los otros?

El poema es acción y pasión, y el poeta viene también de un vacío, ese “aunque es de noche” de San Juan de la Cruz. Creo que un verdadero poema se reconoce porque crea un silencio, un silencio cómplice entre el lector y el autor, un silencio donde el lector se reconoce en un espejo anteriormente desconocido para él.

¿Hay alguna experiencia de su infancia o juventud que fue decisiva para crear en usted una escritora?

Creo que el privilegio de haber nacido en un lugar de la provincia de Buenos Aires, donde la presencia y la belleza de la naturaleza era abrumadora, tuvo que ver con la sensación en mí de que un absoluto me rodeaba. No se trataba tanto de describir esa presencia o glorificarla con palabras, sino de saber, como decía Martí, que “el Universo habla mejor que el hombre” y tratar de aprender cada día de un puesta de sol, de un claro de luna sobre un aguaribay, de las estrellas de una noche de Reyes.

¿Qué lectura contribuyeron a su formación literaria?

Las de mi adolescencia en particular. Mis grandes maestros fueron Rilke, Kierkegaard, Kafka y Simone Weil. Curiosamente, ninguno de habla española.

¿Escribe sabiendo el sentido o cuando avanza lo descubre?

O bien sé el sentido o bien se apodera de mí un ritmo que va dando el sentido cuando lo desarrollo, sobre todo en poesía. Algunos de mis poemas aparecen en canciones que me hago a mí misma y luego voy descifrando con palabras. Nunca escribo por escribir, “a ver si sale algo”. Me parecería ocioso o irreverente, por así decirlo.

En sus palabra: “ el lenguaje es ante todo un placer, un placer sagrado, una forma elevada de amor y conocimiento” . ¿Cree que mediante el lenguaje uno se acerca a lo divino mas allá de sus creencias?

Yo tengo una hipótesis muy fuerte, que difiere de la de Steiner cuando dice que el sentido del lenguaje es atestiguar “una presencia real”. Yo pienso que la única presencia real es el lenguaje, y todo el resto se hace a imagen y semejanza del lenguaje. El lenguaje nos crea, nos comunica, nos expresa: es un cuerpo místico que siempre está existiendo, una suerte de sacramento infalible e irrenunciable, “la luz que brilla en las tinieblas y las tinieblas nunca reconocen”, en las palabra de Juan de Patmos. No creo que existiera la idea de Dios sin el lenguaje, es decir, Dios es una extrapolación del ser del lenguaje, a mi entender.

Y el silencio ? ... es un lugar que necesariamente no debe habitar?

El verdadero lenguaje proviene del verdadero silencio y se alimenta de él, por eso se recrea constantemente a sí mismo. Hay un no decir que se va develando en el correr de los siglos y sigue provocando más y más lenguaje a medida que se avanza en esa nada luminosa que atrae a sí la palabra total.

Bordelois lectora de Bordelois, ¿qué opinión le merece?. ¿Es critico suyo?

Sí, soy muy crítica, sobre todo de cierta facilidad y rapidez que a veces me carcome. Yo soy muy feliz escribiendo, y a veces lo que debo decir se me pierde en una imagen brillante que no respeta el abismo de donde realmente proviene.
Siempre recuerdo la humorada de Alejandra Pizarnik, cuando me llamaba “polvorita gozosa”, un apodo cariñoso que acaso encerraba una intención de terapia profética.

Amiga de Alejandra Pizarnik, un icono de la literatura hispánica. ¿Qué significo para usted esa relación desde el punto de vista literario?

En cierta medida fue bastante esterilizante, porque por mucho tiempo no me atreví a publicar poesía, ya que la cercanía de Alejandra era demasiado incandescente. Pero la profundidad de Alejandra, su extraordinario don de lectura y de crítica fulminante, me marcaron para siempre con una gran exigencia interior. Creo que fue la persona más genial que he conocido, y como he tenido el privilegio de tratar a Octavio Paz, a Borges o a Noam Chomsky, creo saber por experiencia lo que se reconoce comúnmente por genio. Alejandra era totalmente revolucionaria en su manera de descubrir verdades obvias pero escondidas en cuanto al lenguaje y a la literatura. Lo que decía parecía absolutamente sensato, hasta que uno se daba cuenta de que absolutamente nadie lo había dicho hasta entonces.

¿Qué libro aun no escribió?

Creo que uno escribe un solo libro inacabable e inacabado, ya que uno escribe de cierta manera solo su propia vida. En particular, ahora estoy escribiendo una Etimología de las Pasiones que me va abriendo territorios fascinantes que me resulta imposible recorrer en su totalidad.

¿Qué considera lo peor de la condición humana?

Ese “no saber lo que hacen”, la locura que denuncia Cristo cuando lo crucifican, la que aflora en la sonrisa de los torturadores de Irak. Esa terrible mezcla de insensatez y crueldad que nos hace estremecer en las fundaciones de nuestro propio ser: cómo se puede llegar hasta allí?

Recurro a palabras de moda en el lenguaje devastado: globalización-internet-tiempo real-aldea global-despersonalización de la palabra , etc. Haciendo un acercamiento con el Meridiano 0, se puede hablar hoy de un imperio del nihilismo? Podemos hablar de la devaluación de los valores?

En general no me gustan las palabras-moda o las palabras-denuncia; la palabra valores está demasiado cerca del mundo bursátil para gustarme. Pero este mundo que viene ahora tiene una capacidad de desfondar lo siniestro que nunca había experimentado yo antes: hay días en que leer el diario es una expedición al infierno y se necesita todo el resto del día para recuperarse. Antes que profecías o definiciones prefiero callar y acercarme a los pequeños grupos desconocidos que desde el llano afirman otra manera de la vida.

La palabra amenazada, uno de sus últimos libros, parece ser una advertencia hacia la devastación del lenguaje y a su vez una apertura hacia la luz del mismo. ¿Renacerá el lenguaje desde el caos mismo?

El lenguaje no necesita renacer: siempre está viviendo. Los que morimos somos nosotros, y a veces morimos por falta de amor al lenguaje, que es lo más hermoso que tenemos, lo más hermoso que somos. De eso es lo que trata o quiere tratar mi libro.

¿ El lenguaje clausura la cotidianidad?

El lenguaje es el pan nuestro de cada día y de cada noche, el que no se niega a nadie. La poesía nace de las grandes visiones y de las pequeñas cosas, se encarna en todos los momentos y puede suspender el tiempo -a condición de que se haya alimentado de temporalidad.

Proust 7

Sexo Femenino
Edad. 30 a 40 años

¿Qué te mantiene vivo/viva?

Mis hijos, mi familia, mis amigos

¿Tenés afán de trascendencia?

No mucho

¿Qué cosas te dan la pauta de que sos un hombre/mujer?

La vida misma

¿Te gustaría saber el día de tu muerte?

No

¿Cómo definirías nuestro tiempo?

A punto caramelo para cambiar las cosas (violencia, inseguridad, políticos, etc)

En lo económico; ¿te sentís cerca de los que más tienen o de los que menos tienen?


Mas

¿Qué es el sexo para vos?

Expresión, energía, vida

¿Para qué cosas te sentís apto/apta?

Para enseñar, amar, comprender, trabajar, disfrutar, etc

¿Qué cambiarías de vos?

Me gustaría ser menos ansiosa

Si fueras un Dios; ¿a quién concederías la eternidad?

A la naturaleza

¿Qué tenés que le encanta a los hombres/mujeres?

Sensualidad, simpatía

¿Qué debería tener tu mundo para ser perfecto?

Que mis seres queridos tengan salud y disfruten la vida.

¿Qué etapa de tu existencia estas viviendo?

Una de las más lindas, casi la mitad de la vida… con una madurez que años anteriores obviamente no la tenía y ahora disfruto.

¿Cómo crees que resulta vivir con vos?

Divertido


¿A quién le firmas un cheque en blanco?

A nadie

¿Acá se hacen y acá se pagan?

Creo que si o por lo menos en algunos caso así debería ser

¿De que te quejas con frecuencia?

De que me gustaría tener mas tiempo libre para mí

¿Das limosnas?

No mucho

Cuando te miras al espejo; ¿qué ves?

Una mamá que trata de mantenerse en forma y hacer del futuro de mis hijos lo mejor.

De lo ajeno; ¿qué te gusta?

Ver como cada uno disfruta lo que tiene

¿Sos de dejar todo por amor?

Nunca se me dio

El sexo sin amor ¿es bueno o malo?

No lo conozco

¿Qué te hace pensar que tú vida es maravillosa?

Que a pesar de las dificultades para la convivencia siempre hay un dejo de amor que sobrepone todas las diferencias.

Alguna vez sentiste que le arruinabas la vida a alguien?

No lo creo

¿Cómo te resulta vivir dónde vivís?

Cómodo, lindo (no me gustaría cambiarlo)

¿A qué cosas le perdiste el respeto?

A los políticos

¿Qué talento te gustaría tener?

Haber desarrollado algún don, como dibujar/pintar

¿Qué cosas te dejan sin reacción?

Que le pase algo a mis seres queridos

¿Cómo has sido con tu prójimo?

En lo posible generosa

¿De qué te arrepentís?

De no haber estudiado más cosas, alguna carrera profesional y desempeñarla.

¿Cómo te definirías?


Simple. Completa. Positiva.

EL CALIZ DE MARÍA MAGDALENA. En busca del Santo Grial


Graham Phillips hace un exhaustivo trabajo de rastreo documental para proponernos una hipótesis convincente de qué es y dónde se encuentra actualmente el Grial. Las novelas del ciclo artúrico le proporcionan mucha información que, debidamente comprobada, le llevan a concluir que el Grial era posiblemente el cáliz en el que María Magdalena recogió la sangre de Cristo y explicar por qué caminos llegó a Inglaterra y dio pie a la leyenda artúrica.

Graham Philips
estudió en las universidades de Cambridge, Brunel y Warwick. Su tenaz pasión por los misterios de la historia le llevó a convertirse en un autor de resonante éxito en esta materia. Entre sus libros se cuentan Merlin and the Discovery of Avalon in the New World, The Templars and the Ark of the Covenant, The Marian Conspiracy, Atlantis and the Ten Plagues of Egypt, The Moses Legacy y King Arthur: The True Story. Sus obras han sido traducidas al castellano, alemán, italiano, holandés, portugués, turco, polaco, etc.

La estatuilla danzante

por Juan Vila Perez
En aquellos tiempos existió una estatuilla danzante.

La estatuilla no se podía regalar u abandonar así como así; cada vez que ella notaba alguna gota de desinterés amenazaba con hacerse un daño terrible (como desfigurarse la cara, o abandonar la danza), y uno se sentía imposible de hacerle un mal semejante.

Al principio era lindo verla bailar sobre lo más alto de una planta, en uno de esos macetones grandes (que ella confundía con la selva).

Pero luego de unos días ella ya no se conformaba con unos pocos minutos, y había que inundarla de atención, interrumpiendo cualquier otra tarea. Incluso si, agotados por las tediosas horas de absorta contemplación, in-intencionadamente nos dormíamos, ella nos pellizcaba los párpados con sus diminutas uñitas, a veces hasta un punto tal que, al despertar, pequeños hilillos de sangre se colaban en nuestro campo visual.

Uno debía abandonar toda su vida como la conocía para dedicarse enteramente a la contemplación de su danza. Es así como uno terminaba convirtiéndose en su esclavo.

Y todo por la falta de fuerza de espíritu y la oscura y llameante tristeza del futuro remordimiento de aplastar de un manotazo su cuerpecito contra el barro fresco, hundiéndola hasta la mitad de la maceta, y que las lombrices se encargaran de lo demás.

No. Por eso no me enojé cuando mi amigo me tendió la trampa. Porque ya desde los primeros dolores y agotamientos físicos sentí como una anticipación de todo el daño que hubo sufrido él. Escuche el ¡Clank! De la pesada mochila de hierro al caer, golpeando el mosaico de su casa. Supe que, en la medida en que pudo, mi amigo continuo con su vida (aunque tuvo que buscarse un nuevo trabajo, nueva novia, y demás).

Soy un hombre débil, y mi debilidad se llama compasión. Por eso perdone a mi amigo y no volví a su casa para reventarle la cara de una patada, como fielmente se merecía.

Para abandonarla sin que ella se sienta abandonada, debemos hacerla pensar que es ella la que nos abandona. Esto se logra invitando a una persona a casa y gastando cantidades astrales de energía en tratar de que ella se enamore de esta persona. En la mayoría de los casos, funciona.

La persona nueva, encantada por el efecto de la envoltura superficial de las primeras danzas (que ocultan el desconocimiento interior). Además, ¿Cómo no enamorarse de una doncella tan plateadamente hermosa?

De esta manera, generaciones enteras se han desecho de ella (y la pesada mochilla de bronce), pasándola de mano en mano.

Yo también debería hacerlo, antes de despertar un día y notar con cierto desagrado que me laceró las dos piernas para que ni siquiera mis caminatas al baño interrumpan la contemplación de su danza, como le paso a mi amigo.

Correspondencias 2008 M.S / R. Z.


Hola Z, respondo a tus poemas por este correo que es mi correo doméstico. No utilizo el otro porque es el correo de fibertel, y como su nombre lo indica, es antipoético. He leído con atención tus poemas, ellos se pusieron a hablar como si hubieran estado por un largo tiempo en un convento de clausura (de esos donde monjas y monjes no pueden decir ni mú) entonces yo le presté la oreja, pero por un rato. Después les recomendé que volvieran a rezar, pero en silencio.
En otro correo, en aquel de la fibra telefónica, me das las gracias. No me tienes que dar las gracias a mí, ahora soy yo el agradecido. Y sólo nos queda esperar, ¿cuánto habrá que esperar? Y habrá que esperar unos 30 años. Entonces seré muy viejito y me vendrán a hacerme un reportaje. El posible periodista joven me preguntará: ¿Y usted a quién conoció y trató en su mundo con los libros? Yo le responderé con cierta insolencia, a mi Me conocieron y desconocieron muchas personas.
¿Cómo cuáles? preguntará el incauto. Para confundirlo más aún, le diré, por empezar:
- Conocí a Borges, a R. Z. y a Victoria Ocampo. (La fórmula de un apellido italiano entre dos apellidos burgueses nunca falla) Enseguida vendrá el interrogante:


¿Y quién era R. Z.? Entonces pondré cara de espanto y le soltaré la réplica:


- ¿Cómo? ¿Es que usted no sabe quién fue Z.?... joven no es que lo esté tratando de ignorante o algo por el estilo, pero si usted viene a hacerme una nota a mi y no sabe quien fue Z estamos en serios problemas.


Acto seguido, le marcaré los parámetros con mi mejor cara de circunstancia.


- Z. fue para mí lo que Macedonio Fernández fue para Borges (y este es un secreto que espero que usted no lo publique: todas las borgerías que decía el autor de El Aleph se las enseñó Macedonio) Bien, le informaré al respecto; Z. era un peregrino de la palabra. Como todo pensador de placard, tenía una religión solitaria con una filosofía solitaria. Para que usted me entienda, Z. desarrollaba sus teorías en los sueños, al despertar las escribía en la cama y luego las enviaba al placard de las comunicaciones. Como Aristóteles, aparte de sus escritos esotéricos, Z. tenía una publicación exotérica titulada "El hábito de escribir" Demás está decir que la ideología de esa delgada pero importante revista literaria estaba fundada sobre lo "no necesario". A propósito de Z. , recién le nombré a usted un par de sustantivos y usted ,que sólo practica la ideología de "lo necesario", no se inmutó; era previsible. Debió haberlo hecho, Aristóteles es el padre de la Metafísica, enseñaba en la Academia de Platón (Academia que funcionó durante mil años, cifra que el común de los periodistas jóvenes no tienen porqué conocer. Ahora bien y para seguir cultivándolo a usted en pocos minutos, esta Academia la inaugura Platón el año 300 antes de Cristo, pasan por ellas todos los filósofos más importantes de Occidente y se cierra cerca del 700 después de Cristo.) En la Academia había dos tipos de manuscritos que guardaban los conocimientos, los esotéricos -que no podían salir del recinto- y los exotéricos -que sí podían salir-como salen hoy en día los apuntes, los libros, los diarios y las revistas. Con los siglos el significado del término esotérico cambió. Consulte usted su actual significado y no hay una sola enciclopedia o diccionario que de por referencia lo que le estoy diciendo. Antes de salir de la Academia de Platón y todos los que por allí pasaron, supongo que usted sabe quién fue Platón,y quien fue Aristóteles, que a su vez fue profesor de Alejandro Magno y que en más de una oportunidad habrá entrado al recinto. Y podría aportándole más datos para sacarlo de su pseudo-ignorancia: La humanidad le debe mucho a Aristóteles, aparte de su aporte a los problemas filosóficos, le debe la iniciación a las ciencias de observación, que a su vez le sirvieron para crear 3 ciencias nuevas: la lógica como instrumento de todas las ciencias, la metafísica que le da un punto de apoyo a todos estos instrumentos, y la psicología, que es la ciencia de adivinar que está pasando en la psiquis de uno o de otro y sacar las conclusiones valiéndose de la experiencia, término inventado por Aristóteles.
Ahora usted ya sabe por qué Z. es tan importante para mí como lo fue Macedonio para el autor de Ficciones. Si usted estudia el tema y se documenta, conocerá a un Z. que estudia la literatura del alma bajo el lema LOS LIBROS NO MUERDEN. A un Z. que observa la sociedad en los aspectos de Planificación y de Globalización y desarrollo cultural. Y a otro Z. que supo dictar las conferencias magistrales sobre organización estratégica en los micro emprendimientos, escribiendo sobre la historia de los tiempos que corren apoyado en la lógica, en la metafísica y en la psicología.


Como verá en las letras argentinas no todo es Borges, al contrario, al lado de Z., Borges no es absolutamente nada. En cambio nuestro Z. sale de la literatura autoreferencial y descubre, como Leopoldo Marechal, como Filisberto Hernández, como Roberto Arlt, como Julio Cortázar, al hombre de la calle en acción con la palabra que ha escrito en sus sueños. ¿Me captó? ¿O ahora debo explicarle quienes fueron Marechal, Cortázar, Arlt o Filisberto Hernándes?. Pero ya no tengo tiempo. Mi tiempo o el breve tiempo que le pude dar a usted lo gasté en R. Z., nacido en Coronel Pringles, y a partir de aquella época, nuestro Macedonio, nuestro Aristóteles y podría seguir, pero de aquí en más, queda en usted hacer el relevamiento de la obra linguística, de la obra poética y de la obra onírica de nuestro gran Z. , y digo nuestro, porque a partir de este preciso momento a usted también le pertenece.
M. S.


Estimado M.: Como era de esperar en mí, desde mí, sentí la imperiosa necesidad, luego de leer su carta, de esconderme en los sueños para luego despertar a lo cotidiano y abrir la puerta de mis amaneceres para poder responderle.
Siento, a veces, que el tiempo es la única distancia que me hace renacerme de mi, súmele a esto la distancia inmersa en sueños. Pero en ese exacto tiempo onírico que encuentro, también lo siento como el único lugar en el que puedo ahuyentarme de mí. ¿Es el Kairos, tal vez?
Su carta ha inspirado a todas mis desesperaciones, algo así como insinuarme naufrago en la orilla de un destino, algo así como hacerme escapar por un rato de tanto tiempo perdido aunque sujeto a normas que desconocen el tiempo.
Sobre lo cotidiano puedo expresarle la certeza de que será entrevistado antes que sus letras se hagan carne en la carne de los lectores; esos fantasmas que intentaran descifrar, quizás entrelineas, algún hilo que conduzca a su alma. . ¡No los deje!, desnúdese ante usted mismo en la magia del silencio quebrando el silencio, que las palabras no lo anuncien sino que le susurren una llamita, una llamita que guarde el fuego necesario para que usted se sobreviva en las palabras. La palabra es el escudo contra la desidia, la ignorancia. No es palabra quien profiere con el habla, sino quien lo hace desde el habla.

IL faut oublier
Tout peut s^oublier
Qui s^enfuit deja
Oublier le temps
Des malentendus

Recuerda acaso estos versos de aquella inmortal canción?. NE ME QUITTE PAS.
Vuelvo: he huido tanto de mi que a veces ni siquiera me recuerdo. Olvido el tiempo por completo, todo me parece ayer, nada me llama mañana, aunque se que las edades han envejecido mi rostro y no siento deseos de mudar mi piel.
De aquí que usted menciona a un tal Z. , en esa cuasi-contienda periodística con un joven que a futuro lo entrevista. Yo le pregunto, ¿quién es ese tal Z.?, no lo recuerdo, aunque creo que lo peor es no querer asumirlo. ¿Será, tal vez, ese tal Z. quién escribo unos cuantos versos en homenaje a Borges desglosando su poema 1964?. Aquí tengo algo que podría acercarse a él.

PERO NO BASTA

Que solo te has quedado ciego visionario
Nunca imaginaste del amor este descaro
Ni de la luna el encantador y fiel engaño
que en su reflejo te muestra quebrantado.

Hay un dolor flotante que te gira
En una hoguera de tremendas pesadillas
Y un temido laberinto que dilata
Los simultáneos caminos de la distancia

Tendrás tus tigres como la otra esfinge
Pero nunca los dones de aquel sabio
Serás la palabra que en poesía finge
El polvo cerrado de tus labios.

No habrá estatua en tu fugaz intento
Ni en la inmortalidad serás consagrado
Por ser estigma de tu cruel invento
Serás aquel; él nunca recordado.


No sé, tal vez usted interprete este vulgar poema y me confirme a mi mismo todo aquello que no soy.
Yo soy un nombre sin nombre, pero que nace al ser nombrado, como me nací ayer en sus palabras, en el quiebre con el dolor cotidiano de fingir ser alguien que no soy, en ese quiebre que me produjo conocerlo.
Quiero contarle una infidencia: hoy me visito mi madre (nombro esta palabra y me hundo en su significado, en una dimensión que encierra todo, sobre todo lo que uno es). Perdón, repito: hoy me visito mi madre y luego de horas de conversación y recorrer tímidamente mis papeles y ver un nombre, me pregunto quien es usted. No pude exclamar: ¿Cómo no lo conoces?, la geografía hace que mi madre habite un lugar a setecientos kilómetros de aquí y a veces creo que como es mi madre debe saberlo todo de mi y me entorno. Error, necesidades distintas, mundos distintos. Yo siento una innata necesidad, además de pretender saberlo todo, conocer. Cuando hablo de “necesidad” hablo de esa gente, como usted, que amplia los limites del alma hasta provocar una pequeña metástasis sensorial, hablo de esa gente que se guarda de lo rutinario tras las solapas de un libro o en los horizontes abiertos a la vida de una hoja blanca, donde escribe alguna endecha o simplemente aquellas personas que contemplan la vida sin cuestionarse la muerte.
Como usted: un ser con sed de saberse ser, un anacoreta de algún dios que no tiene nombre, porque su destino es ser dios y no nombrado o simplemente un símbolo de lo vivido mas lo ausente.
Esta cayendo la noche como el manto de la Verónica; imprevisto, solidario, marcado por su destino rostro/inmortalidad. Esta cayendo la noche y Buenos Aires esconde humildemente todo ruido innecesario, siento tener un destello de felicidad, digo; sucede cuando releo su carta: una radiografía de mí o un absurdo de mí.
No quiero pensarme más allá de hoy, ¿Carpe Diem?, ¿Deposito Revelado? O simplemente otra forma de escaparme?
Mañana sera domingo, un día implacable para el ejercicio del pensamiento gris. Yo me sumo al decir del poeta “escribo en el momento exacto en que miles de personas en el mundo, elijen la muerte con fin de un domingo a la tarde”.
Es un placer conocerlo, algo así como un plus leerlo y sentirme nombrado en sus letras.
Atentamente.
R. Z


Cher ami: Je suis très content avec votre réponse, mais il faut dire comme Baudalaire a dit:
(verso del poema Recueillement (*) que Alfonso Reyes para divertir a Victoria Ocampo traducía al lunfardo:

Araca corazón cállate un poco.) Paradójicamente, qué bueno es el idioma de los poetas malditos para encontrar un refugio para las oraciones.

(Les litanies de Satan
O toi, le plus savant et le plus beau des Anges
Dieu trahi par le sort et privé de louanges,
O Satan, prends pitié de ma longue misère!)
Ça suffit
Our revoir!

(*)

RECUEILLEMENT

Sois sage, ô ma Douleur, et tiens-toi plus tranquille.
Tu réclamais le Soir; il descend; le voici:
Une atmosphère obsure enveloppe la ville,
Aux uns portant la paix, aux autres le souci.

Pendant que des mortel la multitude vile,
Sous le fouet du Plaisir, ce bourreau sans merci,
Va cueillir des remords dans la fête servile.
Ma Douleur, donne-moi la main; viens par ici.

Loin d'eux. Vois se pencher les défuntes Annés,
Sur le balcons du ciel, en robes surannées;
Surgir du fond des eaux le Regret souriant;

Le soleil moribond s'endormir sous une arche,
Et, comme un long linceul trainant à l'Orient,
Entends, ma chere,entends la douce Nuit qui marche.

"Araca corazón cállate un poco, (*)
me mangás la noche y aquí la tenés,
un tufo negro se afana la ciudad
y a unos nos trae paz y a otros, sólo quilombos.
Mientras que muchos -con o sin bombo- a Chacarita,
va la chusma, bajo el rebenque del placer, ese verdugo
sin un cacho de piedad,
y va por los morlacos de la partusa.
Ché dolor, dame una mano, rajá de acá.
Aléjate, juná todos esos años de velorio,
en el balcón del que te dije, vestidos de jolgorio
como surgen del fondo de las aguas del Riachuelo.
En un arco de la recova Febo espicha sin desvelos
y con un negro poncho viene la otra con la escoba;
Che parca, escucha esta milonga que se nos vá.

El primer verso lo encontró Alfonso Reyes. El resto no tuve más remedio que salir a buscarlos.
M. S


Estimado M. S. : demás esta decirle que agradezco la atención de dar respuesta a mis correspondencias. Bella la sucesión de versos que suceden al de Alfonso Reyes, tan bella como la generación de poetas malditos con su imperiosa necesidad de encontrar, a través del desprendimiento, un mundo interior único trasladado a un exterior ausente. Pensé verlo hoy en la presentación de la autobiografía de Victoria Ocampo, le confieso que esperaba este relanzamiento con muchas ansias e inocencia.
Recuerdo que la primer parte, presentada hace algunos meses, que reúne EL ARCHIPIELAGO y EL IMPERIO INSULAR, logro cautivarme, logro deslizarme por un tiempo y una época que no conocí y de la que me siento espectador. ¡Qué triste ser espectador! , como deseo haber podido estar frente a Ocampo y decirle: Usted tiene razón en su exclamación tan certera ¡Dios, Dios, como resignarse a vivir en una sublime mediocridad!. La resignación es un heroísmo que no conozco. ¿No es verdad acaso?
Esta presentación fue distinta, tal vez por un factor decisivo incorporado, hablo de un factor humano. Como siempre la delicadeza encantadora que María Esther Vázquez despliega en cada presentación sumado a la presencia de Armani que nos regalo, sin escatimar recursos, una postal encantadora de un tiempo en la vida de Victoria Ocampo. Pero ese factor humano que le hablo fue la presencia de… como decirlo, como explicar algo que me traslado años atrás cuando un amigo me decía; R. si hubieses conocido a esa mujer, hubieses quedado sumamente encantado. Como decirle M., hoy la conocí y sin hablarle, sin animosidad de enfrentarla o simplemente saludarla, quede más que encantado. El sentimiento de una plenitud instantánea me broto del alma al ver y sentir la paz que irradiaba desde un rostro que no me era para nada ajeno, pleno, cargado de esa frescura que sólo la sabiduría regala.
La sentí como un etéreo despliegue de femenina temporalidad expuesto detrás de un escritorio, frente a un micrófono que parecía sediento de ser usurpado por la voz de ella. Usted Ya sabe de quien hablo, no se muestre sorprendido, si, Alicia Jurado. ¿Cómo puede la vida hacerme estos regalos tan mágicos, tan impensados tiempo atrás?, ¿Cómo puedo manejar la perversa sensación de no animarme, de desbordarme por la admiración hacia esta gente que dice tanto tan sabiamente, que recorre tantas vidas en una vida, en sus letras, en su decir? ¿Cómo animarme a escribir si ya lo escribieron todo? Cómo no entender ahora, que no escribieron libros, sino toda una vida, todo un pensamiento que aún hoy sostienen?
Impresionado, cautivado y extrañado por querer ser algo que no se si seré. ¿Espejo?, no sé; ser espejo empieza a desarticularme de mi yo, un juego demasiado sucio tratar de descifrarme.
La exposición de Alicia J. fue anecdótica, humana, sin estridencias, casi como estimo será ella. Recordó sin impureza y con una simpleza cotidiana, los tes a los que asistía invitada por Victoria, una descripción del parque de la Villa Ocampo que me hizo sentir el aroma de los jazmines e invadir mis ojos del profundo azul de la hortensias que circulaban el camino interior del jardín; ¿otra experiencia onírica? ¿O la vivencia de una realidad vivida por otros? Pude ver cada uno de los grandes personajes de la cultura que tomaban el te con Ocampo y esa exagerada facilidad de Alicia de trasladarte hasta ese exacto momento.
¡Qué enorme placer viví M. !, ¡qué agradecido estoy!
Salí de la presentación con la certeza de haber vivido por unos breves instantes una época que no volverá a suceder, aunque la historia sea cíclica los hechos que la conforman son únicos. Espero sus noticias, como espero que usted se encuentre bien.
R.Z.

Dear Zanfardini, I wanted to go to the María Esther & husband exposition with Mrs Alicia Jurado comments about V.O.but my boss send me abroad in order to deal some business affairs. As soon as I have time I'll write you for further explanation saying where I am. Best regards M. S (poet & Cook)

HISTORIAS DE LA INMIGRACIÓN EN LA ARGENTINA


Un retrato conmovedor de la inmigración en la Argentina

El gran relato de la historia nos ha informado y actualizado sobre el devenir de las corrientes inmigratorias en la Argentina. Sabemos de dónde y cuándo partieron los mayores contingentes, en que años arribaron más personas al puerto de Buenos Aires, qué oficios tenían y qué penurias dejaban atrás.

Pero sabemos menos sobre las vidas de esas personas, sus nostalgias y esperanzas, su aventura diaria en un lugar hasta entonces desconocido. ¿Cómo se vive en un país que no es el propio, lejos de los afectos de siempre, de la tierra natal? ¿Cómo es el proceso de adaptación y la sensación de estar entre dos orillas y al mismo tiempo en ninguna?

En este libro admirable María Bjerg, tomando cinco casos reales, narra el proceso que debieron atravesar los inmigrantes al llegar a la Argentina. El choque cultural inicial, la extrañeza ante hábitos y costumbres distintos, y el lento proceso de asimilación. Con una escritura diáfana, y una mirada aguda para captar los detalles que marcan cada vida, Historias de la inmigración en la Argentina, es un fresco que permite entender los sentimientos de aquellos que, tras bajar de un barco, empezaron a construir y a enriquecer un país que les dio la bienvenida.


María Bjerg es Doctora en Historia por la Universidad de Buenos Aires, y realizó estudios post doctorales en las universidades de Chicago y California (Berkeley). Actualmente es Investigadora del CONICET y profesora de Historia Social en la Universidad Nacional de Quilmes. Ha publicado Entre Sofie y Tovelille. Una historia de la inmigración danesa a la Argentina (2001) y El Mundo de Dorothea. La vida cotidiana en la frontera de Buenos Aires en el siglo XIX (2004), además de numerosos artículos en medios académicos nacionales y extranjeros.

Sin nombre

por Magdalena de Jesús, Touluca, México
Muerte que levantas los ojos desafiante y atrevida
sabes que tu sentencia hiriente
me perfora el alma mia.
pensando en tu llegada
y el miedo a tu brava espada
en alerta me ponía.
Lloraba pensando
en el golpe imprevisto;
muerte bien que te he visto
acechando mi morada.
Pero hoy levante mis ojos
vi a mi Amado allí clavado
sus brazos firmes seguros,
parecía un rojo escudo de protectora mirada:
"Dime esposa,¿ por qué temes a la muerte de cada día?,
si aquí yo te he dado vida,
y he quebrado su semblante,
si en mi costado radiante,
gracia emana a tus heridas".
Desperté de eternos miedos,
me sentí fortalecida ,
muerte que levantas los ojos desafiante y atrevida.
Me pondré vestido digno,
esperando el asesto de tu espada,
para sentirte cercana,
sintiendo tu aliento frío, tu malicia y tu veneno,
Muerte hazte bien valiente y no te tardes en venir,
Por ÉL yo he de morir,
ni por ti, ni por tu miedo
sino por ÉL que dio sangre y vida ,
resucita el alma mia ,
mi amado, mi Dios, Mi consuelo.

Proust 6

Sexo: Maculino
Edad: 20 a 30 años

¿Qué te mantiene vivo/viva?

La piedad de otro.

¿Tenés afán de trascendencia?

Sí, he cultivado cierta obsesión al respecto.

¿Qué cosas te dan la pauta de que sos un hombre/mujer?

Mi novia, o una convención.

¿Te gustaría saber el día de tu muerte?

No

¿Cómo definirías nuestro tiempo?

No euclidiano

En lo económico; ¿te sentís cerca de los que más tienen o de los que menos tienen?

De los que más tienen. Comparto (es terrible, pero es así) la conciencia de clase y la cultura que eso conlleva.

¿Qué es el sexo para vos?

No un mero entretenimiento, sino el mejor de ellos.

¿Para qué cosas te sentís apto/apta?

Para la enseñanza, para disparar reflexión.

¿Qué cambiarías de vos?

Absolutamente nada. He aprendido a hacer productiva toda cualidad. Al morir veré s me equivoco.

Si fueras un Dios; ¿a quién concederías la eternidad?

A quien la solicite. Pero no a mí, sería mentecato y tedioso.

¿Qué tenés que le encanta a los hombres/mujeres?

Supongo que sensibilidad. Muestro un verdadero interés (en mi caso) por las mujeres. Lo muestro, aunque no lo tenga, pero soy respetuoso.

¿Qué debería tener tu mundo para ser perfecto?

Imperfecciones, dinamismo.

¿Qué etapa de tu existencia estas viviendo?

Esa en la que uno no sabe si está en la cresta de la ola o recién en el tercer escalón…

¿Cómo crees que resulta vivir con vos?

Es un tipo tranquilo, al menos se puede dormir con él…(contesta la novia)

¿A quién le firmas un cheque en blanco?

A la institución religiosa

¿Acá se hacen y acá se pagan?

No entiendo

¿De que te quejas con frecuencia?

De la negligencia. Del escasísimo apetito de la gente por ser o saber más.

¿Das limosnas?

No.

Cuando te miras al espejo; ¿qué ves?

A otro que se mira al espejo.

De lo ajeno; ¿qué te gusta?


¿Sos de dejar todo por amor?

Si. Todo un romántico. No a lo Erich Fromm, sino a lo Keats

El sexo sin amor ¿es bueno o malo?

El sexo no tiene amor. Lo que es malo es decirle a otro que uno lo tiene.

¿Qué te hace pensar que tú vida es maravillosa?

Dos cosas: la fatal, que me hace una persona con posibilidades, de las que no todo el mundo goza; y la subjetiva, que me hace hacer un buen uso de esas posibilidades.

Alguna vez sentiste que le arruinabas la vida a alguien?

No creo ser tan poderoso. Pero sí he visto como gente poderosa lo ha hecho.

¿Cómo te resulta vivir dónde vivís?

Buenos Aires es una ciudad preciosa, lástima que esté repleta de porteños.

¿A qué cosas le perdiste el respeto?

Con respecto a muchas, nunca lo tuve: dogmatismo, instituciones religiosas –no religión-, etc. Pero en el caso del discurso de izquierda, acá, era algo que respetaba y ahora rechazo totalmente.

¿Qué talento te gustaría tener?

Creo que mis propios talentos son mis preferidos. O bien porque son míos o bien porque tengo mucha suerte.

¿Qué cosas te dejan sin reacción?

El rostro de la mujer que amo en el momento en que abre los ojos en la mañana, me ve, y sonríe porque está conmigo y no sola en su casa.

¿Cómo has sido con tu prójimo?

De lo más justo. Nunca he faltado el respeto a nadie. A nadie. Pero creo que nunca he compartido mis posibilidades con otros más desafortunados. Digo que uno tiene por delante un mundo de cultura y multiplicidad por la vida que le permiten vivir, yo soy de los que lo aprovechan. Detesto al que no lo hace.

¿De qué te arrepentís?

De no haberme esforzado por engendrar relaciones familiares.

¿Cómo te definirías?

No puedo hacerlo. Es trabajo de los demás. Si yo lo hiciese, pecaría de autorreferencia, sería realmente complicado y paradojal. Se lo dejo al resto.

MARIA ESTHER VAZQUEZ


Entrevistar a Maria E. Vázquez es navegar un universo conducido por una mujer elegante, amable, apacible. Una dama que reflexiona y habla desde el optimismo de una vida cimentada en el amor, la amistad y por sobre todas las cosas los valores humanos.

Hija y nieta única durante mucho tiempo, Maria Esther Vázquez, acumula en su memoria, el recuerdo de una niñez muy bella, rodeada del afecto de su madre y su abuela, en una casa muy grande donde acopiaba travesuras y soltaba risas. Donde hablaba con esos seres invisibles que casi todo niño observa, reflejado, a su mejor amigo.
Educada en una especie de matriarcado (tanto su madre como su abuela enviudaron muy jóvenes) dice que “Fui muy mimada, consentida y al mismo tiempo con muchas responsabilidades en el sentido de que esto se puede hacer pero no se debe hacer por tal o cual cosa. Mi abuela me hizo creer que yo era la persona más linda, graciosa y simpática del mundo y eso me lleno de seguridad en mí misma. Me equivoco cien veces al día por supuesto”

¿Qué cosas le despertaban interés de niña?

Era muy activa, muy imaginativa como todos los chicos que son hijos únicos. Siempre me intereso mucho viajar, conocer, salir y por supuesto la lectura y la música. Mi padrino era un gran músico, le gustaba con pasión la música. Él fue quien me regalo mi primer combinadito con discos de Bach, Mozart y algunos boleros. Te cuento que la Suite Nº 2 yo la sé compás por compás y mira que es larga. A los siete años me mandaron a estudiar al conservatorio y no recuerdo un momento en que yo no haya sabido leer; lo hice desde muy pequeña.
La música me interesaba tanto o más que la literatura, finalmente me decidí por la literatura.

¿Sus primeras lecturas cuales fueron?

Una de mis primeras lecturas fue Dos años de Vacaciones de Julio Verne, un libro poco conocido. La historia es de catorce muchachos muy jóvenes que van en un viaje de vacaciones y quedan en una isla. Esta lectura me resulto tan maravillosa que yo escribí una novelita similar, claro que en vez de ser protagonizada por chicos lo era por chicas.

Termino la primaria a los once y la secundaria a los diez y seis y fue cuando escucho la sentencia de su madre: ““a trabajar o a estudiar, de vaga en casa no”. Con el propósito de seguir sus estudios, a los diez y seis años y con un promedio final muy alto, ingresa a la Facultad de Filosofía y Letras donde la anécdota de un profesor severísimo le hizo poner mucha distancia con la filosofía; “basta que tengas un mal profesor en una materia para que sucedan estas cosas”.
Por influencia de Borges leyó a Espinoza y en cierto modo se enamoro “porque me enamore de un soneto de Borges que se llama así: ESPINOZA. A partir de esto lee mucho acerca de Espinoza, del idealismo y Platón pero reconoce no tener una mente especulativamente filosófica.

Seguramente uno de los acontecimientos más importantes en la vida de esta escritora se inicia cuando comienza a trabajar en la Biblioteca Nacional, cuando esta funcionaba en la calle México 564. Allí comienza a trabajar en el Departamento de Extensión Cultural, que tenia como objetivo dictar cursos de pintura, idiomas, dibujo, historia de la cultura, etc. destinados para obreros y empleados, junto a Jorge L. Borges y José E. Clemente.

¿De qué manera influyo en su vida la relación con Borges y Clemente?

Clemente era y es un hombre de una corrección, de una línea de conducta increíble y Borges ya sabemos lo que era.
La amistad con Borges me abrió las puertas al mundo, esa es la verdad. Por ejemplo; él me llevo a Sur, conocí a Victoria Ocampo y a todo ese pequeño mundo que estaba separado, como si fuera una escalera superior. También por él amplié mis conocimientos de muchos escritores que yo no conocía o conocía muy poco; sobre todo de literatura inglesa.
Viaje con Borges a congresos de literatura muy importantes, recorrimos toda Europa juntos y conocí mucha gente con la cual después seguimos por correspondencia una bella amistad.
Durante un año trabaje en la Biblioteca Nacional. Entonces recibí una beca y me fui a Europa y al regresar retome el trabajo, aunque iba un día si y un día no.

“Cuando uno es joven, yo era una chica más o menos discreta, se abren muchas posibilidades y a mi me recibieron en ese mundo. Recuerdo a Mallea que fue tan generoso conmigo y tantos otros. Lo pase muy bien. Si uno no se divierte en el mundo ¿dónde lo hace? ¿En el más allá? ¿Qué sabemos del más allá?"

¿Cómo llega al periodismo?

Llego también por Borges. A él fue a verlo Eduardo Constantino, un ser excepcional que mucha gente ha olvidado.
Constantino me llevo al periodismo radial. Yo había publicado en esa época un primer cuento en La Nación y , él que era en ese momento Secretario General del diario, me toma como colaboradora de carácter permanente. Tuve muchas secciones, trabaje cuarenta años para el diario.

¿Cuál considera su mejor entrevista y la más difícil?

La más difícil fue la que le hice a Monsieur Trudeau , en Canadá. Yo estaba muy enferma y no lo sabía y tuve un sábado y un domingo para leerme los diez libros de él en la biblioteca. Además él era un hombre muy conflictivo, había grandes problemas entre el Canadá Francés y el ingles, al borde de la guerra civil.
Trudeau que en público era un encanto, en privado era una fiera, seco.En ese momento el tenia problemas personales y tenia una carga emocional muy fuerte sobre sus hombros.
Y recuerdo una entrevista inolvidable que hicimos con mi marido a Vázquez Montalbán, en Italia. Para mi, Montalbán, le hizo la entrevista a Horacio. Salimos los dos de allí con la cabeza por las nubes ya que no recibía a nadie y a nosotros sí.
No contó que a su padre le habían dado empleo en una Banca que se inauguraba en la Argentina; cuando este llego se entero que el Banco había quebrado. ¡Mira vos! Montalbán nos dijo: “si yo hubiese sido argentino, seria Borges”. Nos recibió porque éramos argentinos y a él, nuestro país, le sonaba como el Far West.


Aprendí italiano con los libritos de opera. La primera vez que fui a Europa con una beca, me acuerdo que hablando con un señor mayor este me dijo: “¿pero dónde aprendió usted italiano? Y claro, yo usaba expresiones, palabras antiquísimas, de la época de Carlos III cuando se inaugura la Academia en Roma; porque claro estaba en las operas. Después aprendí los verbos y tuve cierta prudencia en agiornarme digamos.”


¿Cuándo nace Maria Esther Vázquez escritora??

Cuando escribí una obra de teatro en sexto grado, a los once años. Incitada por la maestra y con un argumento totalmente ridículo. Recuerdo que se representó en el colegio, se llamaba algo así como “Tres Amigas”.

¿Pone algún límite a la hora de escribir?

Escribo cuando tengo ganas y tiempo.

¿Considera que con el lenguaje se puede decir todo?

En literatura sí, en la vida se necesitan más cosas. Yo me exijo en cuanto a lo que hago; en mi escritura, por ejemplo, que no exista una coma de más, que este muy bien escrito, que no sea soporífero, que no contenga frases que se agregan para sólo alargar el texto.
Como fundamentalmente soy cuentista, el cuento no necesita ni una coma demás, ese es mi criterio, puedo estar equivocada.
Tampoco escribo rápido. En un cuento la resolución me llevo muchísimo tiempo, todavía vivía Borges y él tampoco la encontraba. Al final la encontré y a él le gusto.
Mis cuentos se van escribiendo lentamente. Uno tiene que escribir para no perder el afecto de lo que esta haciendo, la cercanía con el trabajo.

“Hoy esta de moda la literatura ligada a la religión donde se inventan cosas atroces; Jesucristo teniendo un hijo con Magdalena, escenas de sexo gratuito; esas cosas son para mí tan subalternas. Eso no es literatura, eso es paginas de consumo, ni siquiera popular, populachero. ¿Cuánto dura eso?, da lo mismo escribir esas cosas que poner una fabrica de latitas de tomates"

¿Qué opinión tiene de sus lectores?

Bueno me encanta cuando encuentro a uno. Recuerdo una vez en los Estados Unidos, en una universidad, alguien hizo una lectura de un cuento mío y pidió que hicieran interpretaciones. Después me las mando y casi me muero. Un cuento cuya protagonista era una mujer poderosa y al mismo tiempo desdichada. La historia de esta mujer, los de la universidad, la vieron como un feminismo nocivo, algo así como : ¡Vivan todas las mujeres, mueran todos los hombres!. Yo me quede muerta, el cuento era pseudo-histórico, con un personaje que existió. En mis cuentos siempre pongo alguien que existe o existió.


"Otra anécdota graciosa es la que surge de mi ultimo libro de cuentos “Crónicas del Olvido” donde el protagonista es un acomodador del teatro Colon y puse a un personaje que pasa con su auto y le dice: “¿quiere que lo lleve?”. Al acomodador lo puse con su apellido. Este señor sigue trabajando en el teatro y los amigos del teatro aún le preguntan: Che ¿Quién es el del palco bajo? entonces él le dice “pero no, eso es una ficción”.

Maria Esther Vázquez cree que cada escritor esta escribiendo siempre el mismo cuento, la misma novela, aunque los temas sean diferentes. Si se ES escritor se pone mucho, yo me considero una aspirante a escritora. Considera que uno esta escribiendo, no la misma historia, pero si el mismo libro y los temas son siempre los que le han interesado.
Sin cuestionamientos a la hora de escribir, siente haber soltado más su mano y tener lo que se llama oficio, al que se llega luego de escribir mucho.


No sé si mi literatura mejoro o empeoro, siempre puse el mismo cuidado. Algunas cosas te salen mejor que otras y sobre todo a medida que pasan los años uno va perdiendo soberbia o lo otro: se vuelve un soberbio total. Yo la he perdido, me di cuenta que soy un granito de arena en el medio del Sahara, eso es uno en el mundo"

Presidenta de la Fundación Ocampo es una de las grandes promotoras de eventos culturales y éxito editoriales de la organización.

¿Qué significa para usted la Fundación Victoria Ocampo?

Muchísimo. Empezamos con la Asociación Villa Ocampo y eso era para evitar que se pusiera en marcha un proyecto que desvirtuaba el legado de Victoria Ocampo: Villa Ocampo 2000. Todo fue para tratar de que esa casa fuera un centro de cultura y nada más que eso. Después me di cuenta de que la obra de Victoria Ocampo no esta solamente en esa casa. La bastísima obra que hizo a través de Sur, traducciones, la editorial, etc fueron un puente de doble mano. Imagínate que las generaciones que abarcaban a Vargas Llosa, Fuentes, Octavio Paz se educaban a través de lo que les llegaba de Sur. Aparecía un libro importante en Europa y a los tres meses estaba acá traducido.
Entonces tratamos de seguir la obra de V. Ocampo con una editorial sin fines de lucro, donde cada libro trata de pagar el siguiente, lógicamente también con la colaboración de auspiciantes. Victoria Ocampo empezó sus actividades culturales con tres fortunas que había heredado, nosotros entre todos nos juntábamos ni diez centavos.

Actualmente esta leyendo los cuentos inéditos de Ray Bradbury y una novela de trama pseudo policial. También termino de releer Pasaje a la India, de Foster, libro que la cautiva por el extraordinario estudio de la personalidad humana que tiene.

¿Podría darme una definición de las siguientes personalidades?

Victoria Ocampo: una mujer de excepción. Recién ahora están revalorando su obra. No creo que nadie, en el mundo occidental y en el Siglo XX, ni hombre ni mujer, hayan hecho la obra de difusión de la cultura que ella hizo.
Adolfo Bioy Casares: simpático, buen escritor, afectuoso, cordial. Un hombre que perdió todo el sentido de la vida cuando murió su hija Marta. Adolfo se perdió en un muro de sombras.
Alicia Jurado: la personificación de la plomada moral, no de la moralina. Es el tipo de persona que uno sabe que no va a aceptar ningún acomodo ni enrosque con nadie.
Manuel Mújica Lainez: encantador, una maravilla. ¡Lo quise tanto! Un trabajador incansable y de una ética increíble.
Silvina Bullrich: excelente. En todos los años que la tratamos, ni mi marido ni yo, la pescamos en una mentira, ni siquiera piadosa. Era muy luchadora, siempre trabajo para ganarse el pan, nunca acepto ser mantenida por nadie.
Ernesto Sabato: Bien.
Horacio Armani: lo mejor que me paso en la vida. Además de ser un poeta excepcional, es un hombre envuelto sobre sí mismo que nunca transo con nada ni nadie. No es porque sea su mujer, soy muy buena jueza.

En una mirada hacia atrás, ¿cuál seria su primer recuerdo?

No es muy agradable el primero; es una chiquita que llora desconsoladamente porque tiene otitis.
Luego el vago recuerdo en el cual mi padre me llevo de paseo sólo a mi. Un paseo que para mi resulto infinito, una maravilla.


Maria Esther Vázquez: Nació en Buenos Aires. Periodista y autora de mas de veinte libros que incluyen poética, cuentos, biografías y entrevistas. Entre los premios que ha ganado se destacan: Premio Publicación Fondo Nacional de las Artes, Premio Municipal de Poesía (en dos oportunidades), Premio Comillas, de España, Premio de la Feria Internacional del Libro y el premio Konex 2004 por su biografía sobre Victoria Ocampo “El mundo como destino”