viernes, 19 de marzo de 2010

La divertida ti@ solterona


Luego de la maratónica jornada etílica y, como dije, a contramano de todo, me desperté el sábado fresco cual lechuga recién cortada del huerto. La edad también te da jerarquía alcohólica o cultura como le dicen.
Como al otro día viajaba a descansar a mi ciudad mis amigos habían quedado en pasar a buscarme para ir a tomar algo a San Telmo.
Tres en punto de la tarde estaban esperándome en la puerta. Imaginaron que sería a la noche la salidita? Ni ahí, estos amigos míos son del tecito en Recoleta o el cafecito en San Telmo. Amo la diversidad!. Tengo amigos formales, caballeros ingleses, reventados; esos que no se garchan a los sapos porque no saben cual es el macho, drogones, trabajadores sexuales, académicos, escritores, modelos, hombres, mujeres, travestis y anexos. Lo interesante de todo esto es cuando los junto en alguna reunión. Epopéyicos los encuentros!!, ya les contare mas adelante.
Fuimos al LIMONERO un lugar exquisito a dos cuadras de casa donde absolutamente todo es a base de limón; el te, las masas, las tortas, hasta la señora que atiende debe ser de limón; tiene una cara tan agria que a veces tengo piedad de ella y le contesto bien.
No sentamos en la vereda del lugar y ordenamos para tomar.
Mis amigos vinieron con sus respectivas parejas; era simple la ecuación 4 contra 1. Mis amigos son extremadamente discretos en sus apreciaciones sobre mi soltería. Sus parejas no; sobre todo G. la pareja de mi amigo G. (si los muy originales se llaman igual)

- Y tu novio – lanzo antes de un cómo estas G. (la boa constrictora)
- ¿Qué novio? –respondí yo.
- Pero vos no estabas en pareja ? –
- Desconozco hace años lo que eso significa.
- Bueno, no seas dramático ja ja ja.
- Y vos no seas inoportuno con tus comentarios, no tengo la dicha que tenes vos de estar hace 16 años con la misma persona viviendo un eterno idilio padre-hijo.

Fin de las preguntas de la mariquita.

Mi otro amigo se atoro con una esplendida porción de tarta de limón y su pareja escupió el te. G. (mi amigo) pareja de G. (la boa constrictora) exclamo:

- En tu comentario ¿estoy incluido yo?.
- Por lo que se, sos vos la pareja de él – y deslice- ¿o no?

No hablaron más en lo que duro el encuentro.

Pero es verdad che, ¡un poco de respeto!, encima que tengo que oficiar de tía solterona ante cuatros locas que podrían manifestar su amor en otro contexto y no frente aun desquiciado emocional como yo.
Aclaro: me encanta ver a mis amigos felices, enamorados, amantes de sus respectivos amores… pero de ahí a que me lo refrieguen por la cara en un acto público es too much.
Luego todo se distendió y charlamos como si nada, nosotros tenemos eso: la capacidad nefasta de defenestrarnos y upppp!! NO PASO NADA.
Mire el reloj y me quedaba una hora para prepárame e ir a un evento con mi amiga borracha. Me despedí amablemente susurrándole al odio a G (la boa constrictora): sigo solo, pero feliz.
Soy tan mentiroso cuando quiero.