jueves, 2 de julio de 2009

M.

R: viajas pra aca? podriamos arreglar algo te encontraria en un lugar mas cerca porque de rio de janeiro tengo la misma distancia de buenos....yo a buenos solo voy irme en deciembre infelizmente pero me gustaria mucho de irme antes pero ahora me hace inposible el trabajo esta engrenando ahora por aqui....podriamos arreglar un fin de semana en capital yo arreglaria todo....no sabes como tengo piensado en que pasó con nosotros....fue muy lindo mismo yo no quize engancharme pero en la verdade me quedé con mucho medo de enamorarme de vos....como te dije me llevas al cielo y al infierno al mismo tiempo.....vamos ver si arreglamos algo cierto estoy trabajando y aqui tengo plata para disfrutarmos de un fin de semana que sea juntos....un beso fuerte ...de la persona que no puede sacarte de la cabeza.....M.

I HAVE FULLY COME OUT OF THE CLOSET – Cap 31 – La lista de R. -


Entre mi primer separación (ya conté, ya conté, 5 años y medio en pareja, si!) y mi segunda futura separación, pasaron casi dos años y sólo se trataba de recuperar el tiempo perdid (Proust muerto).
Yo era una especie de chocolate; dulce, suave, de apariencia inofensivo e iba directamente a las caderas de todos. A experimentar entonces – me dije- y apareció M. una noche de invierno en Bunker, me miro, lo mire, me miro, lo mire, me sonrío, le sonreí, me miro, me harto, puta que lo parió, histérico de mierda, parecía una tormenta de nieve; no podía darme cuenta cuando iba a venir, cuantos centímetros tenia y cuanto duraría!!!. Ahí fui: - Hola ¿cómo estas? – lo mínimo que pude decirle a M (ex modelo Dufour) para entrar en dialogo.
- Bien, jujujuuju. - un boludo pense- Estoy con mis amigos, jujuuj.
Y que carajo me importan tus amigos? Eh? - volví a pensar- .
Las seis de la mañana me encontró dado vuelta de vodka con menta amurado en un sillón mugroso y me dijo:
-Te sentís mal? (no, no, si yo estaba bárbaro) mis amigos se fueron todos con otros chicos juujuju vamos?
- M, - le dije -(sonriendo por supuesto y conteniendo el vomito) anda a la puta madre que te pario!.
J. era distinto, verdulero, imagínate, gauchito como todos los verduleros de barrio, bisnieto, nieto e hijo de… verduleros; había nacido con la banana encendida. Día por medio yo iba a su negocio (fuera de cualquier preconceptos siempre lo había mirado con cariño a J, imagínate que las locas jamás dirían -Salí con un verdulero-, (mínimo un profesional).
A mi las profesiones me importaron siempre un carajo. Si lo mirabas bien a J. te dabas cuenta que tenia una pinta de macho increíble, una mujer seguramente lo compararía con una fotocopiadora; sólo lo verían como una maquina para reproducir. J. era mi verdulero favorito. Todo iba políticamente correcto hasta que un día se atrevió a preguntarme, luego de que le pidiese un kilo de bananas:

- R, ¿ te gustan grandes o medianas las bananas? -inmediatamente me invadió un infierno interior y le respondí:
- Según el uso que le de… estas las quiero para licuar, ¿vos que me aconsejas? - mientras una baba me caía directamente a la punta de la zapatilla.
- Entonces cualquier tamaño esta bien, me gusta el licuado, ¿me traes cuando lo hagas?.

Yo ya era un manantial de babas, la verdulería inundada y él con ese uniforme horriblemente bordo sonriéndome y diciendo:

- Estas bananas van gratis – mientras me daba la bolsita.
-¿Por qué no pasas por casa cuando cerras y probas el licuado?- queda claro que yo era una gacela alzada ¿no?

En fin, 8 meses comiendo bananas gratis, que era la excusa de J. para ir a casa. Un día casi reviento indigestado y con eso vino la despedida. En realidad me mude y nunca más supe nada de él. J. para mi era como un café; estaba siempre caliente y me mantenía despierto toda la noche.
En cambio P. fue un idiota, desde el vamos me quiso organizar la vida, era algo así como mi horóscopo; me decía que hacer y siempre… se equivocaba (desde entonces detesto a todos los astrólogos, videntes, etc). Desde el principio se hizo el gatito enamorado, meloso como pocos y celoso como ninguno, nunca entendió que sólo lo quería para amante (y eso que hablo y aclaro de antemano). Lloraba como loco cada vez que le decía que no podía verlo y como la situación me supero y gracias a la finalización de mi contrato de alquiler, le dije que me iba a vivir a Biafra por una misión humanitaria (nunca me creyó). Tampoco me acompaño la suerte: a los dos meses de dejarlo, me lo encontré, mientras yo estaba sentado placidamente en un bar leyendo BUSCO AL HOMBRE DE MI VIDA MARIDO YA TUVE (una pedorrada)
– Vos no estabas fuera del país? –me dijo clavándome esos ojos injustos, y yo con cara de angustia insobornable, sólo atine a decirle:
- Si pero tengo Ébola son mis últimos días sobre la tierra.
En fin pasa en la vida, pasa en los días… pasa en TNT.

Una noche de locura conocí a C., en el boliche de la cada vez más vulgar y ga-ga Moria Casan, hablamos, apretamos, lengüetazo va, mano viene…vamos a casa? (y si, todo es un gran experimento en nuestras vidas) Media hora después estaba con el culo aplastado en un micro de larga distancia con destino a Rosario (ahí conocí Rosario).
Pase un fin de semana esplendido, vestido con la ropa de C., comiendo con los padres de C. (locos de remates los dos, cuando con C. llegamos a su casa el les dijo: - Hola padres como estan? , el es R. lo conocí anoche en Buenos Aires), a mi no me entraba más asombro y me fui a dormir con… C. ante la mirada bien dispuesta de sus padres. Tres meses de romance fogoso y como C. estaba mas loco que yo (y esto era como mucho) decidimos de común acuerdo tomar carreteras diferentes (y si, después conocí Uruguay, Brasil y varias provincias argentinas, bajo la misma metodología). De C.?, ni la más puta idea, todavía no existía Internet.
Otra noche, en otro inmundo sucucho, estábamos festejando un cumple y me convidan una bebida que ni recuerdo (en el cumple había viejos conocidos y malos por conocer). También estaba un gran amigo mío: Claudio. En un momento uno de los presente me da un beso y me dice proba esto, metiéndome una pastillita en mi boca. Minutos después, a las 15 personas que estaban allí, en esa rueda festejando el cumpleaños, las empecé a ver como monstruos; horribles criaturas escapadas de películas de ciencia a ficción, todos Aliens.
El lugar giraba y se desdibujaba. Por momentos sentía estar en la cima de un acantilado donde un mar tempuestuoso me invitaba a arrojarme. No sé cuanto tiempo pase así viendo como esos alienígenas querían tocarme. Lo que siguió fue mi despertar en un cuarto desconocido. Cuando abrí los ojos mi cuerpo de multiplicaba ciento de veces en los espejos que cubrían todas las paredes de esa habitación (solo tenia puesta mi ropa interior). Volví a tirarme soibre esa enorme cama y pensé en todas las cosas que me debían haber hecho (no me dolia el cuerpo pero mi agotamiento era increíble y lógicamente me habian drogado). En el estado catatónico que me encontraba siento venir hacia mi una sombra y una voz masculina que me dice: - Estas despierto?, ¿te sentís mejor? (yo solo pensaba en que había seguramente había sido violado por 18 orangutanes de la CGT, 35 sadomasoquistas y por toda la comitiva presidencial del presidente de Ruanda (fantasioso yo?) .
- Si, donde estoy?, se me parte la cabeza… quien sos vos?... que me hicieron?
- Vos quédate tranquilo que no te paso nada, yo soy J.I. un amigo de Claudio, estaba en el cumpleaños con vos y te empezaste a sentir mal, se ve que te dieron alguna “pastillita” que te pego mal… Pero tranqui no te paso nada. En el boliche te agarre y te traje a casa, te desvestí y te acosté…
- de verdad decime, no te conozco… como se que sos AMIGO DE CLAUDIO…(FUERON MIS ULTIMAS PALABRAS antes de dormirme nuevamente).
Desperté horas mas tarde con el aroma a tostadas y café con leche, el cuerpo de J.I. sentado a los pies de la cama y esa sonrisa inolvidable dibujada en su boca. Desde ese momento lo ame. El Síntoma de Estocolmo se instalaba en mi, pues por momentos me sentía secuestrado pero perdidamente enamorado. Por supuesto no lo conocía como amigo de Claudio, J.I. era efectivamente su amigo, pero en España y durante 6 meses pensé que sería el gran amor de mi vida. Pero como, generalmente, todo lo bello tiende a desaparecer y ser un artilugio de la memoria J.I volvió a la puta y recontraconchuda madre patria. Cual mariquita idiota termine deshidratado de llorar en Ezeiza (detesto las despedidas), viendo como esa hipnótica sonrisa de perdía en los laberinto de la nada. Ves las drogas no sirven para nada!!!!!!! Aguante la aspirina!!!!!!
¿Si tuve más amantes? Pero Mamá Cora… QUE DUDA CABEEEEEEEEEEEE! Pero se lo cuento otro día.

LOS MÁS VENDIDOS EN JUNIO DEL 2009

1) El colectivo, Eugenia Almeida
2) Siete días en el mundo del arte, Sarah Thornton
3) Luna caliente, Mempo Giardinelli
4) La casa de los conejos, Laura Alcoba
5) La industria peronista, Claudio Belini
6) El mejor mundo posible, Milena Agus
7) El juego favorito, Leonard Cohen
8) Los que susurran. La represión en los tiempos de Stalin, Orlando Figes
9) La mujer en la luna, Milena Agus
10) El guardián entre el centeno, J. D. Salinger (Edhasa Literaria)
11) Retratos, Pablo Bernasconi
12) Nueve cuentos, J. D. Salinger
13) Memorias de un amante sarnoso, Groucho Marx
14) La montaña mágica, Thomas Mann
15) Historias de la inmigración en la Argentina, María Bjerg

LA NEGACIÓN DE LA REALIDAD


Las razones por las que un país, una sociedad o un grupo de personas toman determinadas decisiones en ocasiones son misteriosas. Un observador distanciado les advertiría sobre su error y el seguro fracaso, pero las advertencias son desoídas. La ilusión manda. Pero no es una ilusión natural, sino que ha sido políticamente construida.
En este libro Daniel Muchnik analiza cuatro casos emblemáticos de proyectos destinados al fracaso que en su momento fueron abrazados por devoción ciega, y al cabo fatal:
el de los judíos italianos durante el régimen de Mussolini, miles de ellos afiliados al Partido Fascista, que luego serían víctimas de las leyes raciales dictados por el Duce;el de los nazis, el de los alemanes, que hipnotizados por la ceguera de Hitler apoyaron la invasión a Rusia y empezaron allí a perder la Segunda Guerra Mundial; el de la guerrilla argentina de los sesenta y los setenta, convencida primero por las teorías foquistas del Che, y luego por las utopías revolucionaria de sus líderes mesiánicos; y por último, el de la Argentina que en su (mayoritario) conjunto abrazó dos fantasías económicas: la tablita de Martínez de Hoz y el Plan de Convertibilidad. La negación de la realidad extrae de los casos estudiados lecciones que sirven para entender cómo se generaron estos estrepitosos fracasos y que a la vez nos advierten para no caer en futuras trampas.

DANIEL MUCHNIK es Licenciado en Historia, periodista y un reconocido analista, especializado en temas económicos y sociales. Docente universitario, ha escrito desde 1978 catorce libros sobre distintos problemas históricos y contemporáneos. Recibió el Premio Konex a la Comunicación (1987), el Premio Konex de Platino en la categoría Análisis Económico (2007) y el Premio ADEPA (1997).

PIAZZOLLA, El Mal Entendido


Biografía excepcional, Piazzolla El Mal Entendido, supera ampliamente los límites del género. Fischerman y Gilbert saben que no hay manera de entender la vida y la obra de un artista sin hacer al mismo tiempo un análisis del tiempo que le toco vivir y del arte que lo rodeó e influyó. Con una prosa que aúna de manera natural inteligencia e información, este libro está destinado a ser un clásico sobre la música popular argentina de la segunda mitad del siglo XX.
Los autores repasan la trama que hizo posible a Piazzolla y su música: la niñez en Nueva York, la influencia del jazz, el amor por el tango y Buenos Aires, la constante ambición de ser considerado un músico “serio”, su relación con el rock argentino (o mejor dicho: la manera en que influyó en el rock argentino desde fines de los sesenta), el momento del reconocimiento internacional, su relación con el peronismo en los cincuenta, con el gobierno de Onganía y con la dictadura que comienza en 1976, los mitos que él ayudo a crear, y que tanto fanáticos como detractores contribuyeron a cimentar hasta hoy.

Diego Fischerman es escritor y músico. Trabaja como periodista en Página/12 y para diversas revistas. Realizó para Sony-BMG la Edición Crítica de la discografía completa de Astor Piazzolla en RCA Victor y CBS Columbia. Es autor de los siguientes libros: La música del Siglo XX, Efecto Beethoven. Complejidad y valor en la música de tradición popular y Escrito sobre música, así como del volumen de relatos El principio del terror, que se publicará próximamente.

Abel Gilbert nació en Buenos Aires, en 1960. Es compositor, escritor y docente universitario. Actualmente da clases en la Universidad de Quilmes. Es autor de los siguientes libros: Cuba de vuelta (1993), Cerca de La Habana (1997), El terror y la gloria (1998, en co autoría con Miguel Vittaglaino) y La divina Cecilia (2001). Trabaja como periodista desde 1980. Desde 1999 se desempeña como corresponsal en América latina para El Periódico de Catalunya.