I HAVE FULLY COME OUT OF THE CLOSET – Cap 29 – El Reinado Bettylandia. Parte 1

Había un paradigma del cual LA BETTY era absolutamente una reina: LE GUSTABAN LOS HOMBRES Y NO HACIA NADA POR DISIMULARLO; llevaba en su cabeza una marquesina que decía: SOY PUTO Y ME ENCANTA SERLO. Bueno… eso era lo que yo creía en aquel entonces. Luego de un tiempo entendía que los hombres no le gustaban para nada; sólo lo que a ellos les colgaba entre las piernas. Los tipos en si no tenían ningún significado para LA BETTY. Un día le dije:

- ¿Por qué no te compras un consolador y te dejas de joder?

- Me encaaaaaaanta la caaaaaarne – me respondio.

No, no era gay era putisimooooooooooooooooooooooo.
LA BETTY, de Sagittaria, paso sin escalas a La Plata a estudiar el Profesorado de Gimnasia, era experta en salto con garrocha, en colgarse de los aros y hacer mil piruetas en el aire y realmente, debo confesarlo, era un gimnasta esplendido, hasta que la gordura se hizo carne en su carne y hoy en día es un circulo olvidado en las colchonetas de turno.

Puntualmente todos los viernes a las 19 Hs yo recibía un llamado de LA BETTY avisándome que venia para Capital, una hora después se bajaba en la Plaza Miserere y estaba instalada en el depto que yo compartia con L.C (que lo adoraba). Uno de esos días (no existía el celular para la clase media como nosotros) eran las 20 hs y LA BETTY no aparecía (tengo ese complejo trágico de que algo les pasa si no llegan en el horario que dijeron), bien, eran las 21, las 22, las 23 hs y LA BETTY era un fantasma. Mis nervios fueron traslados a L.C que no me mando al carajo porque me tenia una sublime paciencia de típico enamorado.
A las 23 hs suena el portero:

- Soy sho! –dijo la voz de LA BETTY algo exaltada.

Baje a abrirle y su cara de ataque de pánico, me anunciaba una nueva novela.

- Nooo sabes lo que me paasoooooo!!! Casi me muuuuueeero. –dijo con esa voz que taladraba el oído de cualquiera.
- No sé que te paso pero me hubieses llamado para que decir que llegabas tarde – le dije mientras iba cadereando por el pasillo de entrada al departamento.
- Cashaaateeeee!! Taba esperando el cole para venirme y pasoooo un auuutoo. – sólo basto la palabra auto para que una luz ilumine mi neurona más inocente – iba un chongo manejando que caasii me muueerooo, me miro y sho lo mire. Bueno ahí se me paso el primer colectivo. El chongo dio la vuelta de la manzana y paasoo otra veeeeezzz y sho lo volví a mirar y paro a media cuadra.
- Vos sos loco, ¿qué mierda hiciste?
- Fuuii haasta el auto, tarada!! Mira que me iba a perder ese tipo!!, el tipo me dice: Hola ¿queres subir?, shooo subí.

A esta altura estábamos sentado en el living del depto, L.C (con su infinita bondad) le calentaba la comida, yo tenia una cara de culo imposible de disimular: -Bueno y??? – le dije a LA BETTY.

- Naadda subí al auto, empecé a hablar con el tipo y me dijo si yo le hacia un pete el me daba unos pesos, a mi me calentó la idea (mi cara era el significado visible de la nada) y bueno cuando le toque el bulto me dijo:- Para flaco soy policia y te voy a llevar preso por ejercicio de la prostitución, mientras el hijo de puuuutaa me mostraba su placa!!! (seguro, LA BETTY NO SOLO ERA PUTISIMO, SINO IDIOTA).
Si bien LA BETTY era más mujer que Teresita de Anchorena (no tan fina) su familia no sabia de su condición sexual, ergo: si lo metían en cana tendría que llamar a su hermano (gay reprimido que vivía con él) y este, como todo puto malo, le contaría a su madre y ahí el escándalo. Todo termino con LA BETTY dándole al milico pendenciero $ 50 y un gran insulto. La furia de LA BETTY no era por ser acusada de prostituta, sino de que el tipo le sacara plata (nunca, hasta hoy, tiene un centavo encima).
Esas cosas nunca faltaron en su vida.
Un día íbamos LA BETTY, P. y yo caminando por Florida y un chico empieza a yirarle a LA BETTY (era un pendejo copado, como nosotros), tanto le llenamos la cabeza a la BETTY de que se acerque sin intenciones sexuales, que fue.
A los diez minutos viene radiante contándonos que quedo en ir con el pibe a tomar algo más tarde. Con P nos volvimos cada cual a su casa y BETTY se fue a tomar algo con el desconocido.
Llegue al depto y me acosté (ya BETTY tenia hecho el juego de llaves de mi depto, yo ya estaba separado de L.C ). Tres de la mañana escucho esa voz que en algún momento era una cruz:
- R, tas despierto? – (podía ser tan idiota? No se daba cuenta que me estaba despertando?)
– No, BETTY ¿ qué pasa? – le dije en el quinto sueño.
– Teenggo un problemita, me prestas $ 100.

– Si agarra de ahí – le dije me di vuelta y me dormí nuevamente.

Al otro día le pregunte que había pasado. Luego de tomar algo con aquel chico, caminaron hasta el departamento y en una esquina, donde se despidieron, se saludaron con un beso y desde un patrullero los vieron y (estaban vigentes los edictos) los quisieron meter presos.

- BETTY, por un beso, nadie te quiere llevar preso!!- le dije
- Te juro acá a la vuelta en Anchooorenaaaa y paaraaguuayyyy, le di un beso… bueno... si le di un beso.
- BETTY, a mi no…
- Bueno le di un piquito che!!
- ….!!
- Bueno nos metimos en la obra en construcción y estábamos apretando como locos y justo pasa ese puto patrullero!!! ¿Qué queres que te diga?
- Eso, la verdad.
- Bueeeno cheee, paso eeeso y le dio $ 100 el shico y $ 100 le tuve que dar shoo, coomoo no teniiiia te viiine a pediiir, por suerte nos trajo el patrullero!!

Debo confesar que alguna vez desee con todo mí ser que lo lleven preso, de verdad, así por lo menos dejaba de pagar los sueldos de los milicos.

Estas historias continuaran...