viernes, 4 de diciembre de 2009

Sexualidad

En la cultura occidental existen una serie de creencias y expectativas culturales en relación a la sexualidad y al sexo en pareja. Ellas se encuentran asociadas a la enorme influencia que tuvo la cultura Judeo-cristiana y más específicamente la Iglesia Católica. Ello ha derivado en una particular forma de "ver" la sexualidad, más bien asociada a la reproducción, en contraposición con la de oriente que vincula la sexualidad con la realización personal o la trascendencia.

Esta óptica occidental se encuentra cargada de premisas valóricas asociadas a la "verdad", la "Pureza"(castidad como el único camino para llegar a la divinidad) adscribe a la sexualidad como el "pecado original" que condenó a la humanidad a ser desterrada del paraíso. Esta visión ha permeado nuestro inconsciente y nuestras creencias respecto a los roles de género en relación al sexo y nos ha enseñado que la sexualidad es algo oscuro e inconfesable, asociado a la culpa y el pecado.

Este tipo de principios están a la base de la negación del flujo de la energía sexual. De esta forma se ha ido negando también la conciencia de un cuerpo completo en lo que se refiere a las sensaciones genitales. Así la sexualidad se encuentra por lo general cargada de significados negativos y de aspectos inconfesables que la hacen un tabú, algo oculto y negado, difícil de enfrentar.

A continuación se expondrán varios de los mitos asociados a la sexualidad y los roles de género adscritos a hombres y mujeres. Estos son algunos de los aspectos externos que influyen en el hábito de negar y bloquear la energía sexual.

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