viernes, 12 de febrero de 2010

Debut y...


Nos habíamos visto de noche, a la luz de las velas, a la luz de sus ojos; y si a la noche todos los gatos son pardos, a la luz del día C. era un dios, un dios pagano. Ese fue su error o mi miedo.
Media hora después del llamado estaba en mi departamento. Con su cara sonriente, sus ojos iluminados y un kilo de helado de limón, dulce de leche y frutillas a la crema.Levanto su mano ,me sonrío y me dio otro beso en la puerta de edificio.
Subimos.
Se sentó en el sillón. – ¿Te sirvo helado?–le pregunté. Después –me dijo-ahora vení conmigo.
Casi una hora estuvo abrazado a mi, en silencio. Juntos. Solo levanto su cabeza de mi abdomen cuando se acerco a mi boca para besarme.
Cuarto. Sabanas enredadas. Sudor. Caricias. Goce.
Respiración agitada.
Silencio.
Me mira y sonríe.
Lo miro y sonrío y pienso. Detesto pensar más allá. La vida es este momento (pero no me doy cuenta)
Nos bañamos. Helado. El aire huele a limón, dulce de leche y frutillas.
Se escucha un susurro casi nocturno. El día esta cayendo.
Hablamos mucho. Me abraza, me acaricia, me besa... y se va.


-¿Mañana nos podremos ver ? - me pregunta.
- Si, claro - le respondo.
- Te llamo cuando salgo de trabajar y nos encontramos para cenar, ¿te parece de dormir juntos?
- Bueno, si, vemos, dale, mañana hablamos.
- Ok, ¿estas bien? También podes llamarme vos mañana ¿no?
- Si te llamo, si estoy bien, algo cansado.

Lo miro cruzar la avenida y ya sé que será la ultima vez.

No hay comentarios: