Colgar los guantes no significa, bajo ningún aspecto, que me voy a cerrar a la posibilidad de encontrar, así como al pasar, con alguien, como mi querido seguidor (Franco) dice, que me mueva la estantería, aunque yo prefiera otros movimientos, mmmm, digamos mas carnales.
Bien, con este pensamiento y un llamado telefónico todo puede tomar un giro insospechable. Hace tres meses una amiga y su prima quieren conocer un boliche, el boliche más popular del ambiente, uno de los primeros. Ante la insistencia de que las acompañe, dude como 5 segundos en hacerlo y les dije que vengan al departamento, bebiéramos algo y allí iríamos.
A las 22 hs en punto llegaron las dos. Mi amiga y su prima. A esta ultima no le cabían las tetas recién salidas del quirófano; exuberantes, exageradas, en el cuerpo. Un personaje de Almodóvar; como me gustan a mi.
La bolsita de mi amiga dejaba adivinar las dos botella de Don Perignon que nos tomaríamos, mas las dos botellas de vino espumante que tenia yo, mas licores y whisky y cerrando el encuentro vodka y unas copas de ajenjo. Esta suma imagínate lo que dio.
Nos cagamos de risa durante horas, bailamos, se maquillaron como puertas, me cambie y salimos.
El taxista no nos entendía a ninguno de los tres las indicaciones que les dábamos, súmale a esto que mi amiga lo invitaba a bailar con nosotros, lo invitaba a tomar algo, le quería dar el teléfono y las risas del hombre después de unos minutos se convirtieron en una cara de ojete digna de fotografiar. Ante nuestra sorpresa mi amiga cerró su acoso diciéndole: Bueno si no le pones onda yo no puedo todo sola.(yo pense que me meaba encima de la risa)
Cuando bajamos la dos se tiraron de cabeza a un kiosco a comprar chicles:
- Vestidas así y mascando van a ser dos prostitutas de Camino de Cintura, no sean tan vulgares– les dije tentado de risa.
- No nene ¿mira si nos encara algún tipo?, me gusta tener buen aliento –me dijo la descomunal tetona.
- Bue, soña que no cuesta nada linda, este es un boliche gay, pero gay gay, aca si encontras una mujer te doy un premio.
- Cómo gay, gay? N. no me dijiste eso!!- dijo volviéndose sobre su prima, es decir mi amiga.
- Ah, L. esta borracha, claro que te dije boluda!!
- Pero, escúchame; vos no me dijiste que era gay gay me dijiste que había de todo. YO QUIERO UN MACHO!!!!- gritaba como loca sobre Rodríguez Peña.
- No seas putaaaaaaaaa!! Salimos a divertirnos con R. ! –le dijo mi amiga.
Pero escúchame –mirándome a mi- vos,… vos sos… vos sos puto?? N. él es, es puto?
Yo estaba mudo, solo me reía y pensaba que la única neurona que la funcionaba se le había mezclado con la silicona.
N. me miro y me dijo: - además de borracha boluda. – para continuar hacia su prima:- Entras o no?, yo bajo con R. quiero bailar, tomar y divertirme.
- Y bueno…dijo L. – bajemos – mientras me agarraba del brazo me miraba y repetía: -No puedo creerlo, la verdad no puedo creerlo que vos, Dios mío! Que desperdicio….
- L. por favor –respondí yo –métete un chicle en la boca que realmente me vas a matar de la baranda a alcohol que tenes y dejame de joder con que si soy o no puto.
Entramos a Contramano y yo sentí atravesar un portal en el tiempo; luego de años sin ir a aquel lugar que había sido mi reinado, ahí estaba yo y también estaban ellos.
Bien, con este pensamiento y un llamado telefónico todo puede tomar un giro insospechable. Hace tres meses una amiga y su prima quieren conocer un boliche, el boliche más popular del ambiente, uno de los primeros. Ante la insistencia de que las acompañe, dude como 5 segundos en hacerlo y les dije que vengan al departamento, bebiéramos algo y allí iríamos.
A las 22 hs en punto llegaron las dos. Mi amiga y su prima. A esta ultima no le cabían las tetas recién salidas del quirófano; exuberantes, exageradas, en el cuerpo. Un personaje de Almodóvar; como me gustan a mi.
La bolsita de mi amiga dejaba adivinar las dos botella de Don Perignon que nos tomaríamos, mas las dos botellas de vino espumante que tenia yo, mas licores y whisky y cerrando el encuentro vodka y unas copas de ajenjo. Esta suma imagínate lo que dio.
Nos cagamos de risa durante horas, bailamos, se maquillaron como puertas, me cambie y salimos.
El taxista no nos entendía a ninguno de los tres las indicaciones que les dábamos, súmale a esto que mi amiga lo invitaba a bailar con nosotros, lo invitaba a tomar algo, le quería dar el teléfono y las risas del hombre después de unos minutos se convirtieron en una cara de ojete digna de fotografiar. Ante nuestra sorpresa mi amiga cerró su acoso diciéndole: Bueno si no le pones onda yo no puedo todo sola.(yo pense que me meaba encima de la risa)
Cuando bajamos la dos se tiraron de cabeza a un kiosco a comprar chicles:
- Vestidas así y mascando van a ser dos prostitutas de Camino de Cintura, no sean tan vulgares– les dije tentado de risa.
- No nene ¿mira si nos encara algún tipo?, me gusta tener buen aliento –me dijo la descomunal tetona.
- Bue, soña que no cuesta nada linda, este es un boliche gay, pero gay gay, aca si encontras una mujer te doy un premio.
- Cómo gay, gay? N. no me dijiste eso!!- dijo volviéndose sobre su prima, es decir mi amiga.
- Ah, L. esta borracha, claro que te dije boluda!!
- Pero, escúchame; vos no me dijiste que era gay gay me dijiste que había de todo. YO QUIERO UN MACHO!!!!- gritaba como loca sobre Rodríguez Peña.
- No seas putaaaaaaaaa!! Salimos a divertirnos con R. ! –le dijo mi amiga.
Pero escúchame –mirándome a mi- vos,… vos sos… vos sos puto?? N. él es, es puto?
Yo estaba mudo, solo me reía y pensaba que la única neurona que la funcionaba se le había mezclado con la silicona.
N. me miro y me dijo: - además de borracha boluda. – para continuar hacia su prima:- Entras o no?, yo bajo con R. quiero bailar, tomar y divertirme.
- Y bueno…dijo L. – bajemos – mientras me agarraba del brazo me miraba y repetía: -No puedo creerlo, la verdad no puedo creerlo que vos, Dios mío! Que desperdicio….
- L. por favor –respondí yo –métete un chicle en la boca que realmente me vas a matar de la baranda a alcohol que tenes y dejame de joder con que si soy o no puto.
Entramos a Contramano y yo sentí atravesar un portal en el tiempo; luego de años sin ir a aquel lugar que había sido mi reinado, ahí estaba yo y también estaban ellos.
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