jueves, 9 de abril de 2009

I HAVE FULLY COME OUT OF THE CLOSET – Cap 23 – Los Besos y YO.


Como buena loca que recién salía al mundo gay, luego de 5 años de pareja, ¿qué me podía pasar?, ¿adivinen?: el primer tipo que me beso en un boliche y me dijo una cosa bonita (que fue la pelotudes de siempre) -¡qué lindos ojos tenes! – caí muerto a sus pies. Pensé que sería mi último gran amor (pensamiento que sigo teniendo siempre). ¡Qué soberano pelotudo!; el pibe quería ponerla y punto y yo imaginándome entrando de blanco a la Iglesia del Pilar (sí y sí mi sueño siempre fue casarme, bueno no de blanco y menos en esa Iglesia, pero casarme). En fin sólo fue sexo y con el tiempo, aprendería a diferenciar las cosas, los discursos de los otros; incluso leerles en el cuerpo y la mente cualquier intención. Así empezó a pasar gente, por mi cuerpo digo; de todos los tamaños, edades e intelectos (cosa que me atrapaba inmediatamente).

En aquellos años felices (cual Beckett) unos podían charlar horas antes de pasar a revolcarse como perro en una cama y aún después de la revolcada existía la posibilidad de continuar viendo al otro. Hoy casi inexistente esta posibilidad (en esto me detendré mas adelante).

El tema, como dije, es que le puse ruedas al culo y lo largue a la vida. De la A a la Z paso por mi una ciudad entera. Era algo así como el slogan de aquella vieja radio: ME PEDIS ME TENES. Más fácil que la tabla del…. 1.

Se trataba de vivir una época en que había códigos, en que había sinceridad y existía el vínculo exacto de la mirada cómplice entre dos hombres.

Pero el trauma para mí seguían siendo los besos, si, no me gustaba meter la boca y lengua en cualquier otra boca y lengua. Para mí el beso tenia otro significado, es algo así como una comunión con el otro, una especie de entrega ritual. Yo quería un beso que libere toda mi oxitocina ( es una hormona que libera el cerebro en el flujo sanguíneo que influye en funciones básicas como enamorarse, en un orgasmo, etc.(los cague conla definición ¿no?). Mierda que iba a besar a cualquiera, bueno y a los que besaba ni indicios de hacerme aparece la puta hormona.
Claro que hubo besos apasionados que me provocaban una liberación de adrenalina en la sangre, aumentaban mi ritmo cardíaco, y me hacían agarran una calentura increíble. También hubo besos de aire; ¿viste esos que te soplan adentro de la boca pensando que sos una piñata?, que te ven como te vas poniendo rojo y no paran de soplar. Y también los que me besaban en las mejillas, pasando sutilmente la lengua, haciéndose los enamoraditos. ¿Y no me digas qué nunca te dieron un besito frenado, creyendo que con eso te calentaban más?. ¿El besito frenado no? Te meten boca y lengua en milésimas de segundo y te la sacan, te la meten te la sacan, llega un momento en que lo único que deseas es arrancarle la boca y la lengua para que no perjudique mas la boca de nadie con tanta histeria!!!
En fin besos hubo muchos, como el discreto beso con tocada; largoooooooo y como haciéndose los tontitos te iban metiendo lentamente la mano por la cintura del pantalón. Pero sobre todo estaban aquellos hombres , a los que yo si moría por besar y, ellos, acercaban tímidamente la boca para un paupérrimo piquito, apenas un contacto y por supuesto desmotivación total.
Al principio cuando me querían besar me daba un poquito de impresión (si recién conocía a la persona) el beso francés o morreo (como le dicen los españoles); en donde empiezan a meterte lentamente la lengua en la boca, la hacen girar y pretenden explorarte hasta la laringe, llenándote todo de saliva. En fin hasta hubo pelotudos cómicos que te daban el besito esquimal, frotando su nariz con la mia. ¡Qué lucha! Y esto recién comenzaba; porque un día, sin saber casi nada descubrí un beso muy sexual y sensual que tiraría varias teorías mías a la mierda, ese fue el beso negro que me sorprendio como suelen sorprender las cosas de la vida, casi sin querer: en mi facultad, con un compañero, que me hizo sentir en media hora Kim Basinger en 9 SEMANAS Y MEDIA.

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