domingo, 24 de mayo de 2009

POR ESE HOMBRE


Sagittaria Abril de 2003


“ Cuando llegue usted a pedir llevando en si la plena seguridad de lograr su deseo, la demanda y satisfacción coincidirán en un solo instante. Pero usted desea y se reprocha temeroso sus deseos” Demian, H. Hess

Hoy, comenzando un nuevo año, arrastrando tras de mí todo flagelo de la memoria, que muchas veces me esquiva y otras justifica, me di cuenta que falle en mis creencias: no supe manejar la palabra, ella no era lo importante, sino lo que traía detrás; todo ese significado que desde el silencio sabia manifestar.

El calor abrasaba, yo terminaba de escribir una nota para presentar a un diario de Cuyo, esas notas que aburren pero que son necesarias. En ese mismo momento que la titulaba él entro a mi cuarto y me saludo con un beso. Sentí un estremecimiento que bordeo los limites de mi cuerpo. ¿Qué paso ?, “tanta veces me mataron tan veces me morí..... “

Minutos más tarde vino el segundo beso y la promesa de cenar juntos. Sus ojos azules se mimetizaron con los míos y se fue.

Demás esta escribir esto, pero no pude terminar la nota, ni siquiera por un segundo pude dejar de pensar en sus labios rozando mi piel.

Por un momento pensé en correr tras él y devolvérselo, decirle todo lo que sentía sin guardarme nada, confundirme en un abrazo que despierte el asombro de los anónimos caminantes del barrio. Pero no pude; imagine a mi madre desorbitada por mi actitud, a mi hermana acosándome con preguntas de las cuáles nunca entenderá las respuestas.

Y no pude. No pude.

Me pregunto si fue el miedo de hablar frente a frente con ese hombre que tanto significaba para mí y para esta soledad que me circula.

Hubiese sido tan fácil confesarle todo; decirle que hace años esperaba sus besos, sus palabras, que hace una vida espero me nombre para empezar a sentirlo.

Y nada más que el silencio embriagándome, sólo el tiempo como cristal de ayer, de llantos, de noches. Sólo el tiempo como cristales rotos, añicos decorosos, ajadas luces y nada, nada.

Y ahora, en este cuarto, sobre este diario, vuelvo a escucharme en la pregunta: ¿por qué falle hoy? ¿Por miedo? ¿Cobardía? .

¿Por qué no pude yo devolverle ese beso y decirle que lo necesito y lo extraño? Por que no pude decirle te quiero papá.

Ahora quiero prometerme que mañana podré.

No hay comentarios: