martes, 22 de diciembre de 2009

IV


de mi libro ETOS



Desde la mudez,

llamada a ser metamorfosis:

nazco.



Me nace la redención.


No bastara mirarte vida mía !

vestida de diluvios y desgarros,

armada de contrarios y de ajenos,

callada de imágenes y destinos.


Entonces,

dormiré como el niño que me guardo.


Mirarte vida mía , ya no basta.;

con tus látigos de líricos recuentos

con tus predios de lunas cautelosas

que hacen caminos de soplos y temblores.


Un niño me guarda entonces.


Rendido transeúnte yo le entrego

la edades deshojadas de mi tiempo.

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