lunes, 23 de noviembre de 2009

OBJETIVOS DE LA POLÍTICA CULTURAL

En este sentido diremos que los cuatro temas fundamentales que plantean las políticas culturales modernas son: su inserción en la planificación global de gobierno , la articulación con otros medios y sectores (economía, urbanismo, educación, medios de comunicación social, salud, etc.) sobre modelos integrados de desarrollo , la cultura como proyecto de un futuro y la identidad cultural , aspecto este ultimo que surge en América Latina como básico en las políticas culturales de las ultimas décadas.
Nosotros vamos a puntualizar, desde nuestra óptica, los objetivos ideales de una política cultural que pretenda cumplir una acción integral.

Promover el desarrollo cultural.


Este objetivo implica: promoción del crecimiento personal y colectivo de los miembros de la comunidad hacia estadios superiores de la vida ; inserción real del componente cultural en la planificación global de los gobiernos , para que dicho componente encuentre en menor cantidad de obstáculos posibles y cuente con los medios necesarios para su desarrollo; ejecutar la gestión bajo un enfoque sistémico, es decir entendiendo el área como una parte íntimamente relacionada e interactuante con las demás partes de la organización general y de la comunidad , que influye y es influenciada por el medio ambiente y por dichas partes , de manera que no se comporte como una isla dentro de la organización y del cuerpo social sino como un conjunto interdependiente ; sostener un enfoque antropológico , entendiendo al hombre como un ser social y cultural , eminentemente espiritual , buscando entenderlo y comprenderlo, tratando de caminar junto a la comunidad , a la par de sus necesidades y problemas; buscar la dinámica , el desarrollo general de la población hacia una mejor calidad de vida y hacia una reformulación y proyección del futuro. En fin; la síntesis de este concepto estaría dada por la apertura total del hecho cultural hacia la realidad del medio.

Promover y consolidar la democracia cultural.

“considerada la democracia cultural como objetivo estratégico de la política cultural, lo sustancial de esta concepción consiste en asegurar que individuos, organizaciones de base, comunidades y pueblos dispongan de los instrumentos y espacios necesarios para que, con libertad, responsabilidad y autonomía puedan promover procesos de participación y de vida asociativa en la realización de las actividades culturales.
Toda política que procura la realización de la democracia cultural, es una forma de acción cultural cuyo objetivo va mas allá de promover el acceso a la cultura (en el sentido de apropiación de los bienes culturales); lo que caracteriza a la democracia cultural es la participación de los grupos sociales en la creación, administración, gestión y transmisión de cultura.
( Ezequiel Ander – Egg)
Esta concepción conlleva fundamentalmente los principios de libertad e igualdad, a la vez que permite el desarrollo concreto de una cultura ascendente, es decir, generada no solo desde los organismos de cultura hacia abajo sino también desde las propias bases hacia arriba.

Consolidar la identidad cultural

Para la UNESCO “... la identidad cultural se plantea como uno de los principios motores de la historia; no se trata ni de un patrimonio fosilizado ni de un simple repertorio de tradiciones, sino de la dinámica interna del proceso de creación permanente de una sociedad”.
... la identidad cultural es el sentimiento que experimentan los miembros de una sociedad que se reconoce en esa cultura, de no poder expresarse con fidelidad y desarrollarse plena y libremente si no es a partir de ella. Así, la identidad cultural representa la memoria, la conciencia colectiva de un grupo, respecto de los cuales cada uno extrae, espontáneamente, determinados comportamientos y actitudes que todos consideran significativos.
Estos determinan características compartidas, una convergencia intelectual y afectiva fundamentada en un pasado común, un presente vivido en conjunto que funda, a su vez , la posibilidad de un futuro común (UNESCO, Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales, México, 1982)
Así la identidad cultural contiene a todos los segmentos del tiempo y abarca la totalidad del espacio vital del individuo. Se reconoce en el pasado histórico, da explicaciones al presente, retroalimenta al patrimonio con la creación actual y se proyecta al futuro.

Garantizar el acceso al uso y producción de bienes y servicios culturales.

Este objetivo se complementa con el de promoción y consolidación de la democracia cultural. Otorga igualdad de oportunidades para todos los creadores, incentiva la creación y el desarrollo de mecanismos destinados a estimularla, alentando la producción, promoción y difusión cultural.

Debemos tener sensibilidad frente la creador, al investigador, al científico, frecuentemente desamparados; aprender a discernir entre lo superficial y lo profundo, entre lo vano y lo trascendental. A menudo vemos como se afectan presupuestos en realizaciones que no pasan de efímeros pasatiempos, mientras se ignora a los verdaderos creadores de cultura, a los generadores del conocimiento, que son los que en definitiva producen el desarrollo.

Favorecer el pluralismo cultural

El verdadero pluralismo cultural, base de la convivencia democrática, exige fundamentalmente renunciar a todo egocentrismo y pretensión de lucimiento personal.
Exige perseguir la hidalguía de lo anónimo ni regocijarse en la riqueza de las manifestaciones culturales en si mismas por sobre la titularidad personal.
Debe favorecer la mayor cantidad posible de realizaciones y la multisectorialidad de los responsables de tales acciones. No solo perseguiremos la cantidad sino que daremos posibilidad a que todos los sectores, instituciones e individuos generen sus propias actividades en un marco de libertad.
Esta multiplicidad es lo que conducirá a la unidad del espíritu comunitario, del cuerpo social, donde sus integrantes participan armónicamente en la gestación de un destino común. Es decir, donde la comunidad puede crecer en conjunto.
En este sentido es importante descentralizar administrativa y geográficamente el área de cultura; crear ámbitos en distintos lugares de la población, que satisfagan a los distintos sectores y a sus necesidades. El principio de cercanía territorial (la cultura se acerca al lugar donde vive el vecino) juega un papel decisivo en la participación de la gente.

Fomentar ámbitos y mecanismos de comunicación efectiva

No se trata de crear infraestructuras demasiado específicas para el desarrollo de determinadas disciplinas. Se trata en cambio, de buscar, crear, establecer o fomentar lugares, ámbitos para la comunicación efectiva entre miembros de una comunidad. Si no se poseen espacios físicos exclusivos serán buenas para este fin: asociaciones vecinales, clubes, escuelas, instituciones diversas o, inclusive, espacios abiertos.
El encuentro entre los miembros de una comunidad debe servirnos para estimular el conocimiento, el dialogo y la comprensión; para desarrollar la toma de conciencia, el análisis y la búsqueda de soluciones a los problemas culturales de una colectividad; para estimular y desatar conductas creativas, aportándole factores de sociabilización y de integración comunitaria. De esta manera se desarrollaran mecanismos genuinos de participación y desarrollo.
Luego podrán surgir los requerimientos de infraestructuras más específicos, pero a partir de necesidades generadas por la propia comunidad, lo que garantizara su uso, utilidad y permanencia.
Cuando hablamos de ámbitos de comunicación agregamos el termino “efectiva” . Allí precisamente, radicara nuestra función más importante. Los patrones culturales individualistas, agresivos y selectivos que tenemos incorporados nos hacen correr el riesgo de que un pretendido ámbito de comunicación termine en un espacio de incomunicación con compartimentos divididos.
Es muy importante el conocimiento de las comunidades, los grupos y los individuos, como asimismo el establecimiento de un diagnostico correcto de la situación y el dominio de los medios y estrategias necesarias, como condición previa al establecimiento de ámbitos y mecanismos de comunicación efectiva.

Fomentar la integración regional.

La cultura en el aislamiento se empobrece, anquilosa y muere. En su interrelación armónica y equilibrada con otras culturas se enriquece y desarrolla.
A su vez el concepto de cultura local debe estar inserto en un contexto de cultura regional y esta, a su vez, en lo que constituye la cultura nacional.
Por lo tanto es necesario definir un perfil cultural regional; es decir, una identidad regional.
Este proceso debe ser compartido, interactuante e interdependiente. debe propenderse a la cooperación regional, al intercambio y captación de recursos humanos útiles a los distintos distritos que integran una región. Esto significara un crecimiento conjunto y sostenido.

Funciones de la calidad de vida.

Quizás la síntesis conceptual de la gestión este dada por el cumplimiento de este objetivo. Tener capacidad para interpretar el presente y preparar el futuro, contrarrestar los factores de degradación del medio ambiente (natural, artificial y psicológico), buscar la superación personal y colectiva hacia niveles evolutivos de conciencia, es definitivamente una tarea para mejorar la calidad de vida.

Este proceso evolutivo que, aunque lamentablemente no siempre se da así, deben estimularlo las religiones, la educación, los pensadores, los sectores de la cultura y la actitud personal de cada uno, tiene que darse dentro de un marco de libertad, orientada hacia valores y principios para el uso ético de la libertad. También en nuestro caso para la expresión estética, ya que esta es también una forma de manifestación del bien supremo, es decir; la ética.

1 comentario:

Unknown dijo...

FELICIDADES POR ESTE ESPACIO DE REFLEXION SOBRE LAS POLITICAS CULTURALES