lunes, 23 de noviembre de 2009

Pesadilla

Hoy lunes me levante enojado y no fue porque con una mano, dormido como tronco, trate de apagar el despertador y tire la botella de dos litros de agua que estaba sobre la mesa de noche y, generosamente, mojo toda la alfombra. Tampoco mi enojo obedecía a que era lunes y tenía que ir a trabajar, a aguantar las caras de ojete de algunos personajes siniestros de mi ambiente laboral. Ni siquiera el hecho de mirarme al espejo me generaba enojo (seamos sinceros, estar rondando los 40 no le alegra la vida a nadie, y mucho menos con el pescado sin vender, aunque nunca me importo el temita de envejecer, creo….).
Mi tedioso enojo obedecía a que había tenido una horrorosa pesadilla con la pareja del subte. La escena era la misma que conté: yo estaba en el subte, subían estos minusválidos sentimentales y yo los miraba tanto que ella me decia : - ¿te gusta como nos amamos?. Como no quise ser ofensivo le respondí afirmativamente y ahí fue cuando se acercaron a mi; despacio, corriéndose lentamente por el asiento del subte, él y ella, los dos y en el medio yo, viendo como me acariciaban, abrazaban, besaban…..Trataba de apartarlos, sacarlos como podía de arriba mío y… nada, ahí seguían, abarcándome todo. -tenes que ser feliz como nosotros – me decía él – brilla como yo – me decía ella, - disfruta de la vida –decían los dos – disfruto, disfruto pero suéltenme!!!! –gritaba.
De golpe ella busca mi boca para besarme, él sostiene mi cara, ella abre la boca, grande, muy grande, cada vez más grande y me besa mientras lentamente me va tragando. En un instante me encuentro en su estomago; fagocitado, mojado, sucio, pero lo que me hizo despertar de esa insoportable y soporífera pesadilla fue que: en ese estomago estaba SOLO.
Y tan liberales que parecían ellos…
Me duche, me vestí, tome mi café negro y salí para mi trabajo, otras vez como cada tanto, en subte.

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