lunes, 18 de enero de 2010

Sexualidad y adolescencia

La adolescencia es una etapa fundamental dentro del proceso de construcción de la personalidad y el tránsito hacia la edad adulta. Una visión simplista puede reducir ese proceso a un plano puramente biológico: la aparición de caracteres sexuales primarios y secundarios. Pero, en realidad, es mucho más compleja la experiencia en pos de la identidad de hombres y mujeres.Porque en él intervienen las personas, con toda su complejidad, y entran en juego los sistemas de relaciones y modelos sociales y culturales.

EMBARAZO ADOLESCENTE

En los últimos tiempos ha disminuido la edad en que los jóvenes se inician sexualmente y ha aumentado en forma preocupante el embarazo no deseado ni planificado de las adolescentes, con graves consecuencias personales, familiares y sociales.
Las causas más importantes de un embarazo adolescente son: falta de información, orientación y educación sexual adecuada, carencia de control de los impulsos sexuales y presión grupal para tener relaciones sexuales a veces en forma esporádica, como una forma de demostrar que uno es más hombre o más mujer, sentirse invulnerables porque "eso les ocurre a otros y a mí no", no usar métodos anticonceptivos en forma adecuada, querer validarse frente características de soledad, inseguridad, baja autoestima o problemas familiares, ignorancia en temas de fertilidad, sentirse fuertemente enamorado y tener sexo sin protección, querer tener nuevas experiencias, sobreerotización provocada por los medios de comunicación, en especial la televisión, estar bajo el influjo de alcohol o drogas, lo cual produce una liberación del freno social, falta de afecto y comunicación con los padres, sentir temor a su reprobación, por lo cual los jóvenes les ocultan que son sexualmente activos, no tener acceso a orientación y controles médicos, etc.
Las consecuencias físicas y psicológicas de un embarazo precoz son todas graves, haciendo notar que muchos de estos embarazos terminan en abortos, poniendo en peligro la vida de una joven, que recién empieza a vivir.
La certeza de un embarazo provoca serios trastornos psicológicos como ansiedad, desesperación, una sensación de no tener salida, fuertes sentimientos de culpa por haber fallado a los padres, conflictos familiares, a lo cual se une muchas veces el abandono de la pareja o no querer asumir su paternidad, y problemas que pueden derivar en deserción escolar. Además el futuro de una joven embarazada se ve seriamente comprometido en cuanto a sus oportunidades tanto de estudio como laborales, ocasionando una frustración de su proyecto de vida. Como si esto fuera poco, las adolescentes presentan una mayor frecuencia de partos prematuros y de bajo peso. La mortalidad en los nacimientos entre los hijos de madres menores de 17 años, triplica la existente entre madres de 20 a 29 años. También es mucho más alto el índice de lesiones cerebrales en el niño, como consecuencia del traumatismo sufrido durante el parto o de haber nacido en condiciones de prematuridad. El embarazo adolescente es un problema de salud pública y como tal debe ser abordado por toda una sociedad, prevenir es la clave, una buena educación sexual a nivel escolar y un adecuado nivel de comunicación y confianza con los padres, aumenta los índices de abstinencia y genera comportamientos sexuales responsables en los jóvenes.

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