lunes, 18 de enero de 2010

C y Yo, lo inacabable en la distancia...



C :es verdad el tiempo discurre como las aguas nombradas por Heraclito de Efeso; aunque tengo la esperanza de que nuestras aguas vuelvan a pasar por el mismo lugar. ... vuelve a ser verdad; no he respondido en el momento, y con las palabras justas, tus correspondencias. Mi país, esta ciudad, empieza a resultarme esa vena abierta, tan nombrada por Galeano, pero que no deja de empapar con su sangre mis tímidas ganas de seguir. Esta postal, acabada, que veo de mi gente se convirtió en un dolor perpetuo que me vuelve ajeno a mis afectos, y esto me lastima y mucho. Como vos en mi vida, hace tiempo que no hay nadie, y resulta que el tiempo también nos ha situado lejos, nos desunio geográficamente en un juego amoroso que no logro sostener sin que me lastime. Y te pregunto: ¿ Dónde instaló la tristeza que estas leyendo ahora, por qué no estas cerca?, ¿dónde acuno mis palabras, cuando las tuyas suelen vestirme de esperanzas? ¿Hay un lugar para la tristeza?. En esta larga confesión quiero decirte que suelo no pensarte: odio confirmar esta verdad: acá no estas, aca no hay nadie que ocupe tu lugar, pero principalmente: aquí no estas y yo suelo abrazar tus cartas para sentirte cerca, acariciar tus palabras para sentirme vivo y ver tus fotos para que, tímidamente, me dibujes una sonrisa.
Me decís “se que aún estas vivo” te respondo: -si, estoy vivo, pagando el precio de haber elegido el silencio como modus operandis que me rescate de un mundo al que no pertenezco. Si, sigo vivo, sentado sobre una pila enorme de libros, creyendo que viviré esas historias siempre tan imaginadas, si, creo que sigo vivo, creo...
Creo que necesito verte, abrazarte, hablarte cara a cara, rozar al descuido tu cuerpo en aquella linda playa de la foto, donde el sol se desmayaba en la arena, creo... que todavía hay tiempo para imaginarnos...juntos, en otro mundo, en otros lugares, hacia otros silencios y si es tarde... sabre entenderlo por mis olvidos y mis miedos.
Siempre tuyo
Yo.



R: Hoy el sol anuncia su alegría lleno de luz, tu carta, aunque triste,es un poderoso tesoro para mí,,, ayer estuve en la playa, pisando la arena y pensándote, quise escribir tu nombre pero pudo más el miedo que tengo debido a tus constantes silencios. No estamos lejos mi r, estamos más cerca de lo que piensas, lo sé cuando te leo,lo sé cuando mi alma brilla por saber razón de ti, lo sé porque quiero ser aquel que te quite la tristeza, que te limpie la sangre de las venas abiertas de tu tierra y la mía, de la nuestra, porque no estamos lejos, porque compartimos algo que no tiene comparación, porque me he entregado a ti desde antes de conocerte, porque a diferencia de ti, te pienso en el día y la noche, en la vigilia y el sueño, te pienso con ternura, te pienso con ganas de abrazarte y que todos nuestros fantasmas se disipen... No quiero ser intenso, sólo quiero rescatarte, rescatarme de igual modo... Dices ser mío al final de tus letras....
Entonces, nada nos debe detener.
Escribo rápido para que lo leas antes de retirarte, te he llamado mucho al celular pero no te consigo. Y por último te pido con mi aliento que no me abandones...
C .


C: Entonces ayer pisaste la arena que mi memoria inconclusa me devuelve una y otras vez en imágenes, entonces.... ayer me pensabas mientras mi nombre palpitaba en tu pulso, aturdido por el miedo y por la espera a que resurja en mis silencios.

Aquí estoy, vivo nuevamente en las distancias, en las cortas geografías que nos unen por las letras: Pizarnik decia: Miedo; mucho miedo. La copio: miedo, mucho miedo, demasiado miedo al sentir que sos vos lo que siempre he esperado sin buscar.

Sobre lo cerca o lo lejos es mejor no escribirnos, toda geografía que limite un sentimiento, puede tornarse una acto liquido, un fluir de palabras y cosas que se van.

Pero en verdad sos vos: quien me quita las tristezas y sujeta mis venas para conectarlas a la tierra, a nuestras tierras con el deseo de crearse por si mismo en una sola. Sos el que con palabras me hace sentir algo cercano al amor vestido de melancolía, sos el que viste de días mis noches y a quien espero encontrar en mis proximidades.

No expreses lo que crees que yo pienso o siento, no niegues en tus palabras que mis pensamientos son lejanos a vos. Yo te pienso y te siento, pero veo esos fantasmas que una y otra vez me dicen que no estas aquí. Que no me esperas a la vuelta de la esquina, escondido detrás de un árbol, agazapado a la foto que muestra mis ojos... no estas ...

Dejame hundirme, no me rescates... dejame hundirme en lo profundo de este mar que tanto amo, bien hondo, demasiado frío, dejame hundirme y esperame en tu playa, bebiendo mi nombre, acariciado por tu aliento.
¿Tuyo?, no.
Tuyo siempre.
R


R:
No existe una sola palabra de tus dedos que no inspire mi alma, tus letras melancólicas vienen a mí llenas de aromas a esperanzas, llenas de confianza... porque solo yo sé lo que aquí te guardo, lo que te ofrezco, lo que te siento, y por ello, me esfuerzo en contártelo al oído, en susurrarte mis anhelos, en besar tus experiencias y construir un nosotros. Mi perseverancia no es en vano, y me place apaciguar tus silencios, gozo de leerte, gozo de sentirte y añoro aquel encuentro que tendrá que llegar, porque así lo decreto...
R, mío, querido, pensado, mío,,, hoy es un bonito día, el sol está inclemente pero se debe a que hoy todo brilla, todo sonríe. Ayer la playa lograba unir los azules, El del caribe, el del cielo, hasta el de Rubén Darío. Ayer la brisa me hablaba de ti, los tiempos han pasado pero yo permanecí contigo... ayer en mis monólogos mentales me visitaste. Hoy no tengo palabras para expresar lo que tengo, lo que quiero. Doy lo que no tengo por acercarme a ti y darte un beso, ser tu consentido mientras te consiento. Ayer, Hoy... y Mañana? mañana nos pertenece.
Dejaré de creer lo que piensas o sientes, dejaré que seas tú quien me hable, quien me borre cualquier inquietud, quien me de sonrisas... desde este lado, son las 16:50, la oficina está sola, me quedé para hablarte, para profundizar en nuestros diálogos, para basarte, letra por letra. pero ya debo salir, iré a llamarte, no se si es el mismo número, pero hoy más que nunca quiero oir tu voz, que también me sabe a miel.
me haces feliz.
bien sabes, también tuyo.
C.

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