sábado, 23 de enero de 2010

Fases operativas de la investigación

Seleccionados los objetivos, campos de acción, metodología e instrumentos, encararemos la primera etapa, consistente en la formulación de la tarea. Esto es: elaborar encuestas, precisar la documentación deseada, determinar las formas de relación con las personas, la forma de Tabulación e interpretación de datos, tiempos, recursos, etc., es decir que trazaremos el programa concreto de la investigación.
La segunda etapa, será la denominada “de exploración de campo”. reciben este nombre todas las actividades desarrolladas in situ, que son las que nos proporcionaran la información requerida.
La investigación de campo es una tarea sumamente delicada, por cuanto si no realizamos una labor a conciencia habremos gastado tiempo y recursos sin resultados efectivos. Por ello, mas que indicar tareas determinadas y complejas nos limitamos a recomendar a los agentes culturales, que cada uno elabore su propuesta de trabajo a partir de la realidad que le ofrezca el medio. En la investigación de campo el objeto de estudio sirve al mismo tiempo de información. En ella observaremos personalmente cosas, documentos, comportamientos de personas, sus respuestas, inquietudes, problemas y demandas, circunstancias en que ocurren ciertos hechos, realidad tangible, etc.
El observador deberá saber distinguir con rapidez lo importante de la información proporcionada por una fuente. Deberá ser ecuánime, tener habilidad para construir hipótesis razonables y para verificar la veracidad de la información; debe ser detallista y tener predisposición a la búsqueda de la verdad.
La siguiente tarea será el análisis e interpretación de los datos recogidos. No se trata solamente de tabular información sino de analizarla y criticarla debidamente para establecer si ella es fidedigna y si nos sirve verazmente para obtener los conocimientos básicos que nos permitirán programar con certeza.
La información deberá ser interpretada y ver en que medida nos ayudara a profundizar sobre los aspectos básicos que requerimos.
En el caso de encuestas o entrevistas tenemos que saber establecer la honestidad de los datos proporcionados y ver que podemos leer a trasluz o que contenidos subyacen mas allá de las respuestas obtenidas.
Observar los ambientes, los objetos, los gestos, la forma de interrelación de los grupos, la realidad del entorno, su trayectoria histórica, a veces aporta mas información que las mismas respuestas.
Los mayores riesgos que presentan suelen estar dados por la poca claridad en las preguntas y por la postura de quien responde a ellas. Los encuestados, de acuerdo a s nivel sociocultural, pueden creer que del tipo de respuesta que den obtendrán determinado beneficio o perjuicio, o bien pueden encontrarse en situaciones que los obliguen a mentir. Pueden tener dificultades perceptivas, simpatías, antipatías, prejuicios o barreras psicológicas, respecto al tema en cuestión. A veces tratan, simplemente, de agradar o de desagradar al encuestador.
Si los instrumentos utilizados son documentos (periódicos, libros, cartas, fotografías, archivos, escrituras, etc.) también deben ser sometidos a juicio crítico para establecer su autenticidad, imparcialidad y calidad.
Otro aspecto sumamente importante es realizar el trabajo de campo utilizando distintos instrumentos a la vez, nunca uno solo, a efectos de asegurar buenos resultados.
Cumplidos estos tres pasos estaremos en condiciones de elaborar el diagnostico, que es el instrumento que nos permitirá elaborar el proyecto correspondiente.

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