sábado, 6 de junio de 2009

Hma. M.D.J.



Pensaba en todo lo que hablábamos ayer y especialmente cuando nos contamos los dolores del alma, cuanta sangre corre R. en los recuerdos de tantos dolores pero la sangre también es vida y la veo en tus palabras veo la vida que te ha dado el dolor de crecer en el amor no si estarás de acuerdo o no pero recuerdo aquel adolescente que enamorado de la vida buscaba incansablemente la felicidad y creo R. que quizás sea necesario volver a buscar unos sueños que se nos cayeron en el camino o que los arrojamos pensando que nunca los íbamos a alcanzar, solo tengo una certeza hermano y es que Dios conoce esos sueños y si no volvemos por ellos el se regresa en el camino como el papa que ve con ternura a los ojos de su hijo diciendo :que paso hijo y el niño le muestra aquel peluche feo y gastado que se le cayo en el camino y que es su unica felicidad ,quizás seria mejor que lo dejemos ya se cayo en el piso ya lo pisaron varias veces ya no sirve seguro que se rompió se ensucio mucho te compro uno nuevo ...
Pero el papa sabe que es el juguete que mas ama su hijo y se vuelve en el camino a buscarlo y se goza en ver la sonrisa de su hijo: aquí esta mi niño .
A veces siento R. que seria tan hermoso volver a creer en aquellos sueños de felicidad que Dios nos recoge en el camino cada vez que nos agarra desesperanza, desaliento o sentimos ese simple: no se si vale la pena.
Recuerdo cuando sentada una tarde de lluvia en el departamento que teníamos tan pequeño pensaba en una sola cosa cual será mi camino y como tomarlo sin dejar a los que amo sin perder, sin sentir las ausencias.
Las ausencias fueron siempre el dolor mas grande del corazón. Quizás por eso y lo recordaba en estas días me levantaba en las noches para si estabas o si habías llegado o para asegurarme que no te fueras me pasaba a tu cama y te abrazaba fuerte a pesar de tus quejas o tu complacencias. Las ausencias fueron siempre mi parálisis, ese quedarme quieta hasta que vuelva ese no se que hacer sino esta, ese no puedo moverme porque me duele la vida y cuando uno tiene todo el cuerpo llagado tiene miedo a lastimarse hasta con el roce mas mínimo, pero me pasaba algo que descubrí que nunca se me fue en tos días que estuvimos juntos y era que tenias y tenes la capacidad de calmar ese dolor.
Continuara....

M. de J.

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