martes, 19 de enero de 2010

Sexualidad y Adultez

La asociación que existe entre sexualidad - coito - capacidad reproductiva, y habiendo perdido algunas de esas posibilidades y disminuido otras, lleva a que la sexualidad en el período de la vida denominado Adultez Mayor sea comúnmente negada. Esto se traduce en sufrimiento y una peor calidad de vida de la que sería posible alcanzar en ese momento.

La vida cotidiana -tanto familiar como institucional y social- no está predispuesta a preservar un espacio para la sexualidad del adulto mayor; quienes no sólo generalmente carecen de las condiciones de intimidad necesaria para ella, sino que son juzgados por su familia, profesionales de la salud, y allegados como "viejos verdes" o "viejas locas" si pretenden hacer alguna manifestación pública de ella : ir de la mano, abrazar o besar a una pareja; pretender intimidad con alguien; manifestar deseos de tener una pareja, etc.

Los modos particulares en los que se manifiesta la sexualidad en la Adultez Mayor, tienen una relación directa con:

- los cambios hormonales y físicos propios de esa etapa de la vida, lo cual puede modificar el modo de manifestarse la sexualidad, pero no así el deseo que es eminentemente psíquico y no tiene edad;

- cómo se ha vivido la sexualidad a lo largo de toda la vida y

- las condiciones vinculares a las que se llega a esa altura de la vida : si se tiene pareja, si se es viudo/a recientemente, si se está separado desde hace muchos años, si se vive solo, con la familia, institucionalizado, etc.

La sexualidad en este momento de la vida tiene su particularidad para varones y mujeres. La menopausia y la andropausia tienen sus influencias directas en el plano hormonal de la respuesta sexual.
Sin embargo el deseo no tiene edad, así es que él se irá moldeando a los cambios orgánicos con sus más y sus menos.
La menor o nula lubricación vaginal, la menor fuerza de la erección, el mayor tiempo para alcanzar el climax sexual, van llevando a una nueva búsqueda de una nueva sexualidad en la Adultez Mayor.

Hablar con los profesionales de la salud puede ayudar a encontrar alternativas. La mayoría de las veces tiene que tomar la iniciativa el propio interesado, raramente se incluyen preguntas en relación con la sexualidad en los interrogatorios médicos.

La relación conflictiva entre el contexto (social, médico, familiar, etc.) y la sexualidad del adulto mayor, hace que muchas personas vivan con culpa, vergüenza, a escondidas y hasta en promiscuidad una sexualidad que aún en la adultez mayor pugna por manifestarse y encontrar su cauce de manifestación.

El aislamiento, la negación de la sexualidad como manifestación afectiva que se mantiene a lo largo de toda la vida, la imposibilidad de encontrarse con otro y manifestar sus sentimientos, hacen que la calidad de vida del adulto mayor no sea lo que puede llegar a ser.

Insistir en preservarla, vivir una sexualidad posible y placentera, preservar momentos de intimidad donde poner a jugar todos los sentidos y posibilidades de placer, colabora a hacer de la Adultez Mayor una época plena de la vida.

La sexualidad constituye una parte importante de nuestro ser. No existen grupos humanos asexuados. El ser humano es sexuado desde que nace hasta que muere. La sexualidad se expresa de diferentes formas y también interesa saber cómo se aprecia ella en las diferentes etapas de la vida en que se encuentra el sujeto.

"Defender el derecho a una sexualidad plena en todo momento de la vida, es nada más y menos que defender el derecho a vivir la vida en plenitud, sea cual fuere nuestra edad".

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