martes, 19 de enero de 2010

Sexualidad y Tercera Edad

Cada vez se encuentra mayor cantidad de personas en la séptima década de la vida que mantienen una estupenda vida sexual con su pareja y dentro de un marco de ternura y amor; desgraciadamente, se ven obligadas a no comentarlo pues tienen miedo de caer en el ridículo de las críticas sociales que hacen referencia a viejos que no deberían andar en cosas.
La presencia de relaciones sexuales con regularidad es un signo de salud y vigor, sin que sea importante las cifras en frecuencia.
El interés sexual persiste en un 72% en los hombres y en un 65% en las mujeres durante la sexta década de la vida; sin embargo la actividad sexual se encuentra restringida a un 42% en los hombres y a un 36% en las mujeres; estas cifras podrían ser mayores si lográramos dominar los prejuicios y comentarios sociales.
En el grupo de personas, hombres y mujeres, que tienen la dicha y el privilegio de seguir ejerciendo su sexualidad sobre la séptima y aun octava década de la vida, su frecuencia coital varía desde una vez diaria hasta una mensual.
Este hecho de tener vida sexual en edades tan avanzadas de la vida muchas ocasiones condiciona a la llamada doble moral, pues el anciano está clasificado como una especie de niño grande, se le asignan funciones muy limitadas y hasta se piensa que sus funciones sexuales simplemente no deberían existir.

No hay comentarios: